La organización Transparencia Internacional dio a conocer su último informe sobre el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) correspondiente a 2021, revelando que durante los últimos tres años, Chile sigue sin mejorar su posición a nivel global (27), siendo el segundo país a nivel latinoamericano con menos corrupción, superado sólo por Uruguay.
Si bien en el total del continente, Chile se posiciona en tercer lugar, donde Canadá ocupa el primer puesto, desde Chile Transparente -organización no gubernamental dedicada al análisis de la misma materia, pero con enfoque nacional- definen los resultados como "desafiantes y preocupantes".
Para la presidenta de Chile Transparente, Susana Sierra, estos resultados marcan una señal preocupante, ya que a pesar de las propuestas regulatorias que se han impulsado, las acciones corruptas impiden un avance. "Necesitamos restablecer y fortalecer los recursos, independencia y atribuciones de los órganos de control, cerrándoles los espacios a los actos de corrupción", afirmó.
A su vez, Sierra destacó que los resultados sobre corrupción a nivel nacional se ven reflejados en todos los ámbitos posibles. "No solo hay que ver la corrupción en el área pública, sino también en la privada. Es deber de todos trabajar en pos de la transparencia en todos los sectores", agregó.
Es importante señalar que, de acuerdo al informe, la corrupción lleva una década "enquistada" en América Latina, con escasos avances y muchos retrocesos en materia de democracia y derechos humanos, según Transparencia Internacional, que además alertó del deterioro especial en Centroamérica. En esa línea, prácticamente ningún país puede presumir de mejoras importantes en estos últimos diez años en los que se lleva publicando el índice.
Ante esos resultados, la vicepresidenta de Chile Transparente, Tamara Agnic, recordó que "por muchos años Chile fue el mejor ranqueado, dentro de Sudamérica hace ya mucho rato que perdimos ese sitial y Canadá a pesar del retroceso, sigue estando en el primer lugar. En el fondo de la tabla se encuentran Venezuela, Nicaragua y Haití, estos son países que han tenido problemas serios en relación a sus instituciones y de la democracia".
"Lamentablemente estamos estancados desde el 207, sin posibilidades de ir subiendo en nuestra puntuación de 67, lo que nos deja en una situación desfavorable, porque hay otros países que en promedio han subido un poco más, por lo tanto hemos descendido desde el número 25 al 27".
Tamara Agnic
Por ello, de forma concreta, Agnic sostuvo que, en términos evolutivos, "lamentablemente estamos estancados desde el 207, sin posibilidades de ir subiendo en nuestra puntuación de 67, lo que nos deja en una situación desfavorable, porque hay otros países que en promedio han subido un poco más, por lo tanto hemos descendido desde el número 25 al 27".
"Es cierto que no estamos tan mal si nos comparamos con Venezuela, Nicaragua o Suriname, pero nos preocupa este estancamiento del que no hemos podido salir", destaca. Sin embargo, la vicepresidenta de Chile Transparente comenta que 2022 puede marcar diferencias: "Tenemos grandes desafíos, ya que probablemente este año está enfocado en la recuperación económica, y debemos ocuparnos en que esa reactivación esté libre de corrupción".
De esa forma, plantea que para poder mostrar cambios significativos y mejorar la posición, se debe "detener el avance de las restricciones contra las libertades civiles y los derechos humanos; además hay una necesidad de poner contrapeso contra la libertad de expresión; se debe restablecer la independencia de recursos y atribuciones de organismos de control, ya que el fortalecimiento de la institucionalidad nuevamente es una de las recetas indiscutidas para avanzar en el combate de la corrupción".
"Desde Chile Transparente consideramos la corrupción como un delito hacia la democracia, es algo que tenemos que tener internalizado. Mientras no le hagamos frente de manera decidida a este fenómeno, siempre nuestra democracia va a estar en peligro y es algo que tenemos que considerar, nunca mirar la corrupción de un delito de segundo orden, porque hay muchos delitos que se asocian a la corrupción", concluyó.