El pasado viernes, un grupo de 78 académicos y personalidades del mundo político, autodenominados "Amarillos por Chile", publicaron un manifiesto donde expresaron sus inquietudes respecto al trabajo que está realizando la Convención Constitucional y a esto se sumaron las últimas declaraciones hechas por Cristián Warnken.
El escritor, columnista y vocero de dicho grupo explicó que la crítica al proceso constituyente parte desde lo que han visto, ya que "las primeras señales no son muy auspiciosas".
En una entrevista publicada este domingo en El Mercurio, Warnken señaló que "nos parece que aparecieron propuestas que sonaban muy bien en el ámbito declarativo, pero que encarnarlas después en la realidad de Chile, del Chile real de hoy, me parecen muy difíciles de realizar". Además, realizó un llamado a los "
convencionales de izquierda democrática que dejen de tener miedo a que sean asociados a la derecha, como quien se acuesta con Dios y el demonio".
Tras estas declaraciones, el convencional Agustín Squella, del Colectivo del Apruebo, comentó a Emol, que "el proceso constituyente en que nos encontramos ocurre tanto dentro como fuera de la Convención, y se trata de un proceso que produce inevitables tensiones. Tensiones dentro de la Convención, tensiones en la sociedad y tensiones entre la Convención y la sociedad y organizaciones de esta".
En ese contexto, señaló: "Hay que entender las declaraciones de Cristian Warnken y el grupo que ha formado, ambas cosas, no tengo dudas, hechas con la buena fe que caracteriza a ese intelectual".
Squella afirmó que las inquietudes presentadas por el escritor y el grupo "Amarillos por Chile", hicieron "
sonar una alarma desde la sociedad civil y nadie debería criticar eso. ¿Que la alarma es muy estridente para algunos y poco expresiva para otros? Que cada cual vea. Pero mi opinión es que
se trata de una alarma hecha sonar no para dañar a la Convencion y menos para propiciar su colapso o que la Constitución que ella acabe proponiendo al país sea rechazada".
El abogado expresó que "cualquiera sea la intensidad que se adjudique a la alarma que acaba de encenderse, yo la percibo como pro Convencion y no como anti Convencion", agregando que la "crítica y la autocrítica, por exageradas que puedan parecer a algunos, si son hechas de buena fe, son una manifestación de lealtad con aquello que se critica".
Respecto al proceso constituyente, manifestó que "no vamos a tener una Constitución reformista, sino algo más: una Constitución transformadora. Pero no por ello una Constitución revolucionaria o refundacional del país. Los sectores conservadores tendrán que aceptar ese carácter transformador, mientras que los que tienen expectativas revolucionarias o refundacionales tendrán que resignarse a ese carácter solo transformador".
"cualquiera sea la intensidad que se adjudique a la alarma que acaba de encenderse, yo la percibo como pro Convencion y no como anti Convencio"
Agustín Squella
En esa línea, Squella sostuvo que "en esta pasada, si no en todas, los extremos tienen que perder, y tienen que perder simplemente porque el país no los quiere".
"Lo señaló muy bien el nuevo Presidente (Gabriel Boric) cuando visitó la Convención: el país no espera una Constitución partisana, y saco aplausos de pie de parte de los convencionales. Pues bien, no nos quedemos en los aplausos", finalizó.
