La semana pasada, la Convención Constitucional dio un paso clave al iniciar la votación por parte del Pleno de las normas que serán parte de la nueva Constitución que será sometida a Plebisicto durante este año, proceso que dejó en evidencia que la mayoría de los artículos pueden ser aprobados sin la participación y respaldo de la derecha.
Fue así como se visaron una serie de propuestas solo con el apoyo de los colectivos de izquierda en conjunto con los de centroizquierda, los cuales fueron acordando posturas comunes hasta llegar al quórum de dos tercios. Dicha situación ha provocado desazón en Vamos por Chile, en donde advierten que esa conducta es un "error político".
Así lo expresó ayer el convencional de RN,
Cristian Monckeberg, quien comentó a
EmolTV que en su experiencia en la comisión de Sistema Político "se ha llegado a una suerte de acuerdo entre la izquierda, donde a nosotros nos han preguntado algunos comentarios, algunas opiniones pero nos han dejado absolutamente de lado".
"Y está bien, es una decisión de ellos que a mi juicio es errada y ellos han planteado una propuesta en la lógica de que exista un Senado pero con un nombre distinto sin muchas funciones, sin muchas facultades y una Cámara de Diputados que se le va a llamar Asamblea o Congreso plurinacional que va a tener todas las facultades", indicó.
En esa línea, Monckeberg lamentó que "entonces se llegó a un marco de entendimiento o a un ordenamiento de las filas de izquierda, pero yo a eso no lo llamaría un acuerdo porque eso es un entendimiento y se están ordenando entre quienes piensan igual".
A su juicio, hay un acuerdo transversal, pero solo desde Fuad Chahín (DC) hacia la izquierda más extrema: "Hasta ahí llegó el corte, no hubo decisión de seguir conversando con nosotros y lo dicen claramente: Hay grupos de izquierda que no quieren que estemos sentados en la mesa acordando, resolviendo y discutiendo".
"Nos soportan en las comisiones, nos toleran en el debate, nos llevamos bien, pero al momento de cortar el queque, la derecha fuera y el resto de la izquierda ha hecho esfuerzos para que nosotros estemos, pero
existe presión y tironeo de la extrema para que no estemos", agregó.
Una visión similar planteó la convencional de la UDI, Marcela Cubillos, quien aseguró a Radio Infinita que "nunca me ha gustado este lastimeo de la derecha de que no nos aprueban, no nos apoyan. No, obviamente tenemos tan pocos representantes que no tenemos poder electoral para ser incidentes".
"Pero es una mala estrategia política la pasada de máquina de la izquierda. Escribir un texto que represente a quienes tienen los dos tercios dentro, es una Constitución que está destinada a ser cuestionada desde el minuto uno en que sea aprobada, porque no va a representar a todos los chilenos", enfatizó.
Visión en las izquierdas
El diagnóstico de Monckeberg y Cubillos es compartido por algunos convencionales de centroizquierda. Por ejemplo, el constituyente del Colectivo Socialista, Andrés Cruz, reconoció a Emol que en la derecha "están claramente excluidos de la discusión", deslizando una crítica a su propio sector.
"Normalmente dentro de las distintas comisiones se han formado grupos en los cuales la representatividad está dada por los sectores más afines y que podríamos denominar que están dentro del marco de las izquierdas y la centroizquierda y a mí me gustaría un espacio de diálogo mucho más amplio", indicó.
Para Cruz, "es fundamental para crear y forjar una Constitución en la que nos veamos todos representados y que tenga una proyección en el tiempo", recalcando que la postura crítica que existe hacia la derecha "no significa que en una posición revanchista
vamos a dejarlos de lado frente al proceso que se pretende materializar".
"Hay que entender que los convencionales fuimos elegidos con una participación 42% del padrón y hemos constatado como la contingencia democrática ha verificado un cambio en torno a la percepción de la ciudadanía. Los ánimos son diferentes a los que había en octubre de 2019 y eso nos exige escuchar", subrayó.
Una postura intermedia planteó la constituyente Patricia Politzer (INN), quien admitió en Tele13 Radio que "yo creo que efectivamente y a mí no me gusta, la derecha no ha participado todo lo que yo quisiera en este proceso de diálogo dentro de la Convención".
"Pero no hay que caricaturizar y hay que ver las distintas posiciones que tiene la propia derecha. Se quejan de no ser considerados, pero es difícil considerar a un grupo cuando simplemente rechaza y rechaza sin dialogar precisamente", manifestó.
En este último punto coincidió el convencional del PC,
Marcos Barraza, quien sostuvo que "la derecha es prisionera de sus conductas, si uno revisa las normas que han presentado mayoritariamente, digo mayoritariamente porque no toda la derecha es igual, intentan revivir y profundizar la Constitución de la dictadura cívico militar, la Constitución que estamos cambiando".
"Es difícil propiciar acuerdos cuando lo que se quiere es profundizar el Estado subsidiario o cuando lo que se intenta es negar los derechos sociales. Entonces, yo creo que diálogo ha habido, desafortunadamente, quien hegemoniza el discurso y la conducta de la derecha, es la que no quiere ningún cambio, la que no quiere dar paso a un momento nuevo en Chile donde la democracia se sienta con vivencia real para las personas", concluyó.
En el mismo sentido, la convencional del FA, Yarela Gómez, señaló que "no estoy de acuerdo con lo que está generando la derecha, asociado a que no estarían participando en la democracia que se está construyendo en la Convención. O sea, todos tuvimos posibilidad de presentar normas. ¿Lo hicieron? Sí. ¿Presentaron indicaciones? Sí".
"Eso es una caricatura, las mayorías se construyen por medio del dialogo y si tu presentas 500 indicaciones que nunca dijiste que ibas a presentar y que van en completa oposición a lo aprobado y que es un copy/paste de la Constitución del ’80, no te va a ir bien. O sea, te equivocaste en la estrategia", concluyó.