El director ejecutivo de la Comisión de Energía Nuclear (CCHEN), Jaime Salas, habló sobre una posible guerra nuclear en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania. Frente a esto sostuvo que habría una destrucción "mutua" de las partes que ataquen.
En esta misma línea, sostuvo que es de "gran preocupación" el ataque a la planta nuclear de Zaporiyia.
"La sola imaginación respecto de lo que pudiera ser una guerra nuclear es realmente inaceptable, esa es la diferencia de otros conflictos que hayan podido existir en la humanidad. Existe la posibilidad de que haya una destrucción mutua, y de efectos que, dado la cantidad de armas nucleares que existen en el mundo,
afecten realmente a toda la humanidad", dijo a
EmolTV.
Asimismo expresó que la
amenaza del uso de armas nucleares ha estado de forma evidente. "No sé si eso significa que pueda convertirse en realidad, pero en estos conflictos uno no sabe cómo van a terminar y espero que prime la racionalidad dentro de tanta irracionalidad", añadió.
"Cuando uno analiza la situación actual imagina que definitivamente una carrera armamentista está ad portas, posteriormente eso puede arrastrar nuevos desarrollos o almacenamiento de armamentos nucleares de aquellos que no tienen, ahora esas son todas cosas especulativas de mi parte", manifestó el director ejecutivo de CCHEN.
La semana pasada la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania fue atacada, y esta es una de las más grandes de Europa, el experto aseguró que esto generó "preocupación", sin embargo, finalmente no logró afectar a los reactores.
"Todo lo que ocurra dentro de una central nuclear por supuesto que es de preocupación, desde el momento en cual es traspasado sus límites, cuando hay personas que no trabajan en la planta, uno nunca sabe qué nivel de deterioro puede sufrir la seguridad" indicó.
Salas manifestó que en estos momentos la situación de la central nuclear está "estable dentro de lo inestable de lo que se está viviendo en Ucrania". Sobre esto, añadió: "Los reactores en general tienen sus sistemas de seguridad intrínsecos, por lo tanto, no es fácil llevar a inestable un reactor nuclear".
Finalmente se refirió al desarrollo de energía nuclear en Europa y en América Latina, afirmando que estos programas demoran entre 15 a 18 años en ser creados. Y aclaró que en Chile no existen señales de que el país se interese en este tipo de energía para satisfacer esta necesidad.
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