El gobernador de la Región de Valparaíso,
Rodrigo Mundaca, tras recorrer la ciudad de Valparaíso en transporte público con el ministro de Transportes,
Juan Carlos Muñoz, manifestó su intención de impulsar una restricción vehicular en la zona, lo que generó diversas opiniones.
"Una restricción que abarque toda la zona metropolitana de la región, desde Villa Alemana a Valparaíso. Yo como gobernador no tengo la facultad, la tiene la seremía de Transportes, pero vamos a convocar a todos los entes competentes para abordar esta problemática", sostuvo Mundaca.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, consideró que la iniciativa es apresurada. Además ponderó el fortalecimiento del servicio de transporte, sus recorridos y frecuencias, como una solución a largo plazo para la crisis.
Según consignó El Mercurio de Valparaíso, Sharp sostuvo que esa es la propuesta que han hecho al ministro "recogiendo además lo que están planteando diferentes organizaciones sociales" de la zona. También, aseveró que lo relevante es generar soluciones desde la "participación de lo local". "En otras ciudades del mundo (los municipios) tienen la facultad para crear empresas de transporte municipal", agregó.
La alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, afirmó que en la comuna "hemos tenido importantes problemas de desplazamiento. A diario se forman atochamientos vehiculares, tanto en el centro de la comuna como en sectores periféricos donde además tenemos graves complicaciones con la frecuencia de la locomoción colectiva".
En esa línea, agregó que "si la restricción vehicular se presenta como una alternativa viable, por supuesto que estamos dispuestos a analizarla y apoyarla llegado el momento" y enfatizó en que es importante impulsar proyectos de electromovilidad que fortalezcan el transporte público tanto en la comuna como en el resto de la región.
Javiera Toledo, alcaldesa de Villa Alemana, acotó que el problema de las licitaciones pendientes desde "hace más de una década" y las condiciones del transporte público, "fomentan el uso de autos particulares en ciudades donde la industria inmobiliaria ha arrasado sin una planificación vial de por medio". "La restricción sería una ayuda, sin duda, pero no una solución de fondo", añadió.
El consejero regional de la provincia de Valparaíso, Manuel Millones, comentó en tanto que "no sacan nada con establecer restricción si no aumenta el parque de buses en las horas puntas y la restricción debes aplicarla sólo en los corredores de transporte público, o sin fijar restricciones, definir corredores de transporte público".
Por su parte, el concejal quilpueíno, Francisco Villegas, manifestó que el origen de la crisis está en la "incapacidad de planificar y ordenar el territorio, sin generar vías alternativas y por un transporte público que no da abasto". Por ello, precisa que la medida es como "un pequeño analgésico que se vuelve necesario, pero que no resuelve el problema de fondo". A su juicio, avanzar hacia un transporte público sustentable es crítico para descongestionar "las saturadas vías troncales".
Desde el Congreso, el diputado Luis Cuello dijo que es una "medida que hay que evaluar, que tiene ventajas en términos de descomprimir el tránsito en lo inmediato". No obstante, tiene efectos indeseados como el crecimiento del parque automotriz.
Desde la misma cámara, el parlamentario Tomás Lagomarsino, manifestó su total desacuerdo. "Aplicar una restricción vehicular en estos momentos sería agravar aún más el problema, porque colapsaría el transporte público que ya no da a abasto. Primero hay que establecer soluciones a corto, mediano y largo plazo para el transporte público en cuanto a revisar y hacer cumplir las concesiones de líneas y generar los mecanismos para que se cuente con la cantidad de conductores que se requiere y que estén capacitados", aseveró.
De acuerdo con el medio, en la última Encuesta de Calidad de Vida de Valparaíso 2021, llevada a cabo por la Fundación Piensa y aplicada por Ipsos, un 46% de los encuestados de las 10 ciudades más pobladas de la región declaró que la congestión vehicular afecta su vida cotidiana o calidad de vida. En Viña del Mar, los afectados llegaban al 52% y el promedio entre las 10 comunas mencionadas se mantenía en el 46%.
A su vez, el embotellamiento genera costos directos que se acercan a los 131 millones 500 mil dólares por año (considerando un valor dólar de $817 pesos).
