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¿Vagones exclusivos para mujeres?: Retorna debate por eventual medida ante acoso sexual en el transporte público

El gobernador regional, Claudio Orrego, es partidario de la idea. "Hay que partir por alguna parte mientras cambiamos la cultura y generamos reproche social", afirma.

30 de Marzo de 2022 | 08:01 | Por Daniela Toro, Emol.
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Imagen referencial.

El Mercurio/Archivo
Nueve de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de acoso en el transporte público. Esa es la estadística que entregaron ayer autoridades ministeriales y del gobierno regional tras reunirse para dar el primer paso para un primer plan que busca prevenir el acoso sexual en este servicio en la Región Metropolitana y que posteriormente se pretende implementar en regiones.

La idea es avanzar en una campaña educativa que incorpore no sólo la lucha que las mujeres han debido hacer frente a esos abusos, sino que a la sociedad en su conjunto, incluyendo a los hombres. Así, se buscarán crear mecanismos para gestionar denuncias, un teléfono de ayuda y orientación para las mujeres y campañas de capacitación y protocolos para los operadores del transporte público.

Entre todo ello, el diagnóstico es evidente: hay situaciones en las que las mujeres han estado históricamente más expuestas, una de ellas, es en medio de las aglomeraciones de micros o en vagones de Metro.

"Las circunstancias en las cuales el acoso es más factible es en vagones o vehículos donde van muchas personas en condiciones muy poco digna, y es donde tenemos que hacer un esfuerzo porque la capacidad sea suficiente para esa alta densidad de pasajeros no ocurra", dijo ayer el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, durante la presentación del plan desde el Gobierno Regional.

En conversación con Emol, el también integrante de la mesa a cargo de desarrollar la campaña, gobernador de la RM, Claudio Orrego, sostiene que es un tema que ya se ha planteado para la discusión actual así como en otras partes del mundo, "y yo soy partidario de evaluarlo seriamente con las autoridades del ministerio de Transportes y también con Metro de Santiago".

Postura de Metro


El debate no es nuevo. Países como Tokio, México, Brasil, India, Malasia y Egipto han aplicado esta modalidad, precisamente, para evitar la violencia sexual que se comete en estos espacios contra las mujeres.

En Chile, en 2018, la ex diputada PPD, Loreto Carvajal -junto a otros parlamentarios- propuso un proyecto de resolución para que se segregara el uso de vagones, dejando algunos exclusivos para las mujeres en horario punta. El año anterior, Metro de Santiago había recibido 300 denuncias por estos hechos, es decir, un promedio de 25 al mes.

La iniciativa abrió la discusión entre quienes apuntaban a poner un grano de arena para garantizar seguridad a las mujeres, versus otros parlamentarios que señalaban que el problema de fondo no se solucionaba. En la misma línea, la ex ministra de Transportes, Gloria Hutt y la ex titular del Ministerio de la Mujer, Isabel Plá, se mostraron contrarias a "aislar a las mujeres" en este servicio.

Cuatro años después y cuando el acoso sexual sigue siendo un grave problema, el gobernador Orrego dice estar consciente de que el tema genera resquemores. "Sé que hay gente que considera que establecer un vagón para mujeres es como normalizar el tema del acoso. Yo digo que no, que hay que partir por alguna parte mientras cambiamos la cultura de la gente y generamos reproche social frente a esta situación", remarcó.

Paulina del Campo, gerenta de Clientes y Sostenibilidad de Metro de Santiago recuerda que en 2018 plantearon que este tipo de soluciones era más bien impracticable, postura que sostienen hasta ahora. "La solución no era segregar a las mujeres y separarlas en carros específicos sin poder transitar libremente por la red, independiente que esto se pueda analizar, pero esto también ocurre en otros espacios públicos", recalca.

Por otro lado, recalca que hay problemas prácticos asociados, "como si te mueves con tu familia o si van vagones llenos, ¿las mujeres tendrán que esperar para subirse al tren? No es tan fácil", complementó.

"La solución no es excluir"


Valeria Ortega y Danae Prado ocupan, respectivamente, el cargo de presidenta y vicepresidenta de la comisión de género del Gobierno Regional, y ayer también participaron del lanzamiento de los lineamientos del plan contra el acoso.

Consultadas sobre su parecer por medidas como la segregación de carros, ambas descartan estar a favor de esta opción, pues apuntan a que el tema se debe abordar desde un punto de vista cultural, y pese a que destacan que llevan sólo dos semanas en la comisión, esperan poder intervenir para que la discusión no implique alternativas como esta.

"Es cierto que las mujeres nos sentimos más seguras en espacios donde estamos nosotras, sin embargo, si apuntamos a un cambio cultural, no podemos pretender que el problema se va a solucionar diciéndole a los hombres que se encierren 'ustedes allá y las mujeres acá'".

Lorena Astudillo, Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres
"Esto es algo cultural, que se puede cambiar a futuro. Esperamos que la discusión no se dé en esta forma, porque la solución no es excluir a las mujeres de la sociedad, sino que hacerlas sentir seguras", afirma Ortega.

Por su parte, Prado dice entender la necesidad de seguridad que sienten las mujeres en la micro o el Metro, "pero también también es importante la señal simbólica que se da con esto desde la política pública. Un vagón sólo de mujeres o disidencias tiene que ver con exclusión, aislar, y de paso, asumir que los hombres no tienen solución y no pueden controlarse frente al acoso sexual".

Quien también abordó el tema fue Lorena Astudillo, integrante de la Coordinación Nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres. Si bien reconoce que es un avance que las autoridades reconozcan el acoso como una problemática real, cree que la vía es promocionar una vida libre de violencia a las mujeres.

"Es cierto que las mujeres nos sentimos más seguras en espacios donde estamos nosotras, sin embargo, si apuntamos a un cambio cultural, no podemos pretender que el problema se va a solucionar diciéndole a los hombres que se encierren 'ustedes allá y las mujeres acá'", diagnostica.

Por eso, apunta a que la tarea está en recordar y "repetir una y otra vez que no pueden agredirnos a las mujeres en ningún espacio y que las tocaciones, masturbaciones y roces son violencia sexual hacia nosotras".
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