En internación provisoria quedaron los dos
menores de 16 y 17 años acusados de asesinar al suboficial mayor (r) de Carabineros,
Manuel Guerrero, cuyo cuerpo fue encontrado esta semana en Cañete, Región del Biobío.
De acuerdo a los antecedentes del caso, los adolescentes confesaron haber dado muerte al ex policía de 56 años tras robarle su camioneta y sus pertenencias. Posteriormente, enterraron su cuerpo para ocultarlo.
La investigación comenzó después de que los familiares de Guerrero presentaran una denuncia por presunta desgracia, a quien le perdieron el rastro el pasado 25 de marzo tras salir de su domicilio en la comuna de Los Álamos.
Luego, la camioneta robada fue encontrada volcada y sin patente tras una persecución de los propios familiares del ex carabinero. Y este jueves, los menores se entregaron a la policía y reconocieron haber cometido el crimen.
Durante la formalización, el fiscal Danilo Ramos expuso que "los antecedentes apuntan a que esta víctima es abordada en un sector de la comuna de Cañete. Estos sujetos suben al interior del vehículo en el cual se traslada, luego de lo cual comienzan a reducirlo, a aprisionarlo, hay golpes con un elemento contundente a la altura de su rostro, también utilizan un elemento cortopunzante con lo cual a lo menos le profieren tres heridas de esa naturaleza y, finalmente, aprovechándose que esta víctima trasladaba un arma personal al interior de este vehículo, la utilizan para darle muerte, efectuando un disparo a corta distancia a la altura de su frente, lo cual finalmente le ocasiona el deceso".
El persecutor indicó que los adolescentes fueron formalizados por los delitos de robo con homicidio, tenencia ilegal de arma e inhumación ilegal, hechos por los que el tribunal accedió a la solicitud de internación provisoria, durante los cuatro meses que durará la investigación.
