"El balance es positivo", dicen los miembros de la delegación que acompañó al Presidente Gabriel Boric a su primera gira internacional a Argentina, apuntando al alto perfil que logró imponer el Mandatario durante su paso por Buenos Aires, en el cual envió una serie de mensajes que buscaron ordenar a sus filas y contener polémicas emergentes.
Si bien algunos estaban conectados de forma estrecha con las relaciones bilaterales con el país vecino, cómo la polémica por el uso del concepto "Wallmapu", otros apuntaban a asuntos contingentes que han perturbado la instalación de su administración, como son un nuevo retiro de los fondos previsionales, el aumento del rechazo en la convención y la relación con los empresarios. Para todas las dudas, el jefe de Estado tuvo una respuesta.
Al interior de la comitiva que fue invitada por Boric, llamó la atención el cambio de perfil que mostró el gobernante en la capital argentina. Desde que asumió en el poder el 11 de marzo pasado, el Mandatario optó por el silencio, con el objetivo, según el mismo ha transmitido en público y en privado, de dar protagonismo a los ministros de su gabinete.
Fue así que en tres semanas sumó escasas y controladas apariciones públicas, relacionadas a temas que si bien son prioridades del nuevo Ejecutivo, no tocaban de cerca las preocupaciones emergentes. Se le vio en la firma del Acuerdo de Escazú, en la firma de un proyecto para profesionalizar el fútbol femenino y en la conmemoración del día de la visibilidad trans, entre otras.
Asimismo, dedicó buena parte de la agenda de estos días a tener reuniones de coordinación interna con su equipo ministerial, ya sea a través de bilaterales o en citas ampliadas, como la reunión que lideró en el Palacio de Cerro Castillo con su gabinete y la totalidad de los legisladores que forman parte de los partidos que lo apoyan.
Por ello, y pese a que sus principales colaboradores hicieron esfuerzos por transmitir su posición, el Presidente no consiguió despejar las dudas en temas como los efectos económicos de la pandemia, la seguridad pública en la macrozona sur y la caída en la confianza de la Convención Constituyente.
Los gestos de Boric
El debut del jefe de Estado en el extranjero estuvo marcado por el giro que tuvo en su relación con los medios de comunicación. Antes de arribar a Buenos Aires, Boric dio dos largas entrevistas a periódicos argentinos, en los que no eludió ningún tema, incluso aquellos más contingentes, como la polémica por el "Wallmapu".
"Quiero ser muy claro, ni independencia ni secesión”, dijo al diario Clarín, apuntando a la preocupación que generó en algunos sectores del país vecino la constante utilización de esa palabra para referirse a los territorios ancestrales mapuche, lo cual a juicio de algunos argentinos evidenciaba un interés que afectaba la soberanía local.
"Acá no estamos en una discusión respecto de la soberanía territorial sino de cómo entendemos la relación entre los pueblos que habitan nuestro territorio y que preexisten a la conformación de los Estados. Y eso implica también un acto de imaginación política que tiene que ver con salir del discurso meramente de orden público", dijo, luego de semanas en las que la
ministra del Interior, Izkia Siches, sufrió duras críticas por el manejo del Gobierno en la zona.
Posteriormente, tras la reunión bilateral con su par argentino, Alberto Fernández, en la Casa Rosada, dio por cerrado el tema señalando que "esto no es un tema que estamos inventado nosotros, no es un tema que haya inventado el Presidente Piñera, no es un tema que tenga que ver con la soberanía territorial argentina. Es un tema en el cual nosotros tenemos que hacernos cargo de un conflicto entre el Estado chileno y el pueblo nación mapuche".
En la misma conferencia de prensa realizada en el Museo Bicentenario del palacio de gobierno argentino, también marcó una postura de Estado en asuntos como la diferencia que existe entre Chile y Argentina por la plataforma continental extendida en la Antártica y la extradición del ex frentista Galvarino Apablaza, lo cual fue agradecido desde la UDI.
Tampoco se restó de realizar una crítica por el interés de los medios de comunicación por las violaciones a los DD.HH. en Venezuela, Cuba y Nicaragua. "No utilicemos el sufrimiento de pueblos ya sea en Ucrania, Yemen, Palestina, Chile, Venezuela o Nicaragua, donde sea para tratar de sacar beneficios de política interna, porque los que más terminan perjudicados son los pueblos que sufren", dijo.
Retiros, Convención y empresarios
Al día siguiente, este martes, el jefe de Estado mantuvo su decisión de no dejar ningún tema sin respuesta. En un punto de prensa que ofreció tras el recorrido que realizó por la ex Escuela de Suboficiales de la Armada argentina (ESMA), hoy convertido en sitio de memoria por las violaciones a los DD.HH. cometidas en ese recinto, Boric atendió las dudas sobre un nuevo retiro de los fondos de pensiones y su visión sobre la caída en la confianza de la Convención Constitucional.
En el primer tema, buscó ordenar a su coalición luego de que parlamentarios d PC y el FA se abrieran a aprobar la iniciativa, recalcando que "yo tengo plena confianza en que tanto el PC como todos los partidos que integran el gobierno, todos, tienen la conciencia de que un nuevo retiro sería tremendamente dañino para nuestra economía y a la larga, tremendamente dañino para las personas que hoy lo solicitan".
"No tengo ninguna duda de que tanto el PC como mi partido, Convergencia Social, como espero el PS y todos los partidos no van apoyar la medida (...) A veces, para poder hacer cosas que florezcan en el largo plazo hay que apretar los dientes y saber de que hay medidas que son impopulares", agregó.
Mientras que por el proceso constituyente, indicó que "los sondeos de opinión a los que hacen referencia, por supuesto que son preocupantes y son un llamado de atención para todos quienes confiamos en este proceso, para todos quienes creemos que este proceso es necesario".
"Yo he conversado con gente que votó Apruebo y que hoy día tiene dudas. Esas dudas no pueden ser sencillamente ignoradas. La discusión no es solamente comunicacional, no se le puede echar solamente la culpa a lo externo. También hay responsabilidades de quienes creemos en el proceso", remarcó.
En ese sentido, hizo un "llamado a buscar la mayor transversalidad y amplitud posible para construir una Constitución que sea un punto de encuentro y que el Plebiscito de salida sea un punto de encuentro entre los chilenos y chilenas. Eso implica que hay que darse espacio para reflexionar, para que los acuerdos sean más amplios de lo que han sido hasta ahora".
Finalmente, durante la mañana de ayer, también tuvo palabras para el empresariado. Durante la inauguración del encuentro publico privado Chile - Argentina realizado en la sede de la cancillería argentina en Buenos Aires, recordó una analogía que le comentó uno de los líderes invitados al cambio de mando, quién aseguró que liderar un país en estos tiempos es como conducir un barco en una tempestad.
"Sabemos que hoy estamos enfrentando un contexto internacional difícil. El rol de las presidencias en este siglo es una administración permanente de crisis (...) Nosotros queremos llegar a puerto y estamos disponibles a conversar con nuestra tripulación cuál es la mejor ruta", dijo, junto con subrayar que "vamos a ir adecuando las velocidades pero nunca la dirección. Queremos avanzar, pero cómo y a qué velocidad estamos dispuestos a discutir", cerró.
