Tras el cierre el viernes de las exposiciones de los expertos, este lunes se realizó la segunda ronda de alegatos orales de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), esto en el marco del juicio que mantiene con Bolivia por el estatus y los usos de las aguas del Silala.
El primero en tomar la palabra fue el abogado Samuel Wordsworth, quien partió señalando que "consciente de que no puede articular ante ustedes ninguna base jurídica sostenible para su caso sobre los flujos artificiales, Bolivia ha introducido varios argumentos tortuosos, en cuanto a la naturaleza o prematuridad de una controversia, con el objetivo de hacer desaparecer la causa o al menos mostrar que ha estado actuando razonablemente y ha afirmado que 'hay sombras de ambigüedad en la posición de Chile', cuando en realidad no las hay".
"El deseo subyacente por parte de Bolivia es que la Corte haga lo menos posible y despache a estos dos estados como si fueran dos niños en un parque infantil, a los que solo hay que decirles a los que deben cooperar. Sin embargo, la disputa es real y está ahora ante la Corte y hay cuestiones reales que determinar entre dos estados que no han disfrutado de relaciones diplomáticas desde que fueron cortadas por Bolivia en 1978", sostuvo.
A su juicio, además "es un disparate decir que un estado aguas arriba puede elegir unilateralmente drenar aguas subterráneas que de todas formas fluirían hacia el estado aguas abajo y así hacer que pueda ser sometida esa agua a un tratamiento natural, especial y más favorable".
Luego fue el turno de Johanna Klein Kranenberg, coordinadora ejecutiva de la Unidad Silala, quien recalcó que "Chile necesita una decisión de la Corte que confirme la aplicación del principio de uso razonable y equitativo a todas las aguas del Silala y que no considera ningún tipo de compensación por usos pasados y futuros".
Además, afirmó que "Chile nunca ha aceptado pagar por las aguas del Silala y la reclamación de deuda histórica de Bolivia supuso la sentencia de muerte de las negociaciones".
Tras esta, tomó la palabra la profesora en derecho internacional Laurence Boisson De Chazournes, quien expresó que "Chile quiere uso equitativo de aguas y ha dejado muy en claro que Bolivia también goza de ese derecho".
La última en exponer fue la agente chilena y subsecretaria, Ximena Fuentes, quien expresó que respondiendo a los argumentos de Chile, "Bolivia ha tratado de enturbiar las aguas, esto parece tener relación con el tema del diferendo, pero no es nada más que una estrategia de defensa clásica", agregando que Bolivia no aporta respuestas a esto.
Según Fuentes, "el hecho de que Chile haya acudido ante la Corte en busca de una decisión que resuelva un litigio con su vecina Bolivia, no es algo que se pueda concebir como algo hostil o poco amistoso".
Y agregó que no es la primera vez que Chile y Bolivia "han tenido opiniones contradictorias" sobre la utilización de aguas internacionales, por tanto, apuntó que un fallo de la Corte debería ser bienvenido "no evitado, ni minimizado".
Además, indicó que en el pasado también tuvieron diferencias por el uso de las aguas del Lauca, del cual ambos países comparten y frente al cual también han tenido problemas. "Chile y Bolivia comparten más de 16 cursos de agua y una serie de acuíferos transfronterizos", acotó, los cuales están en el desierto de Atacama, frente a lo cual "la cooperación no ha sido fácil".
"Tomando en consideración la difícil relación es lamentable que Bolivia no aprecie un fallo declaratorio de la Corte, que resuelva este diferendo", insistió, añadiendo que Chile sí espera un dictamen de la CIJ.
Finalmente, la agente detalló una a una sus expectativas que tienen ante el trabajo de la Corte: "Chile, por tanto, solicita a la Corte que adjudique y declare; A, que el sistema del río Silala, junto con las porciones subterráneas de este sistema, es un uso de agua internacional, cuyo uso se rige por el derecho internacional consuetudinario. B, Chile tiene derecho a utilización equitativa y razonable de las aguas del Río Silala de conformidad con el derecho internacional consuetudinario. C, Bajo la norma de utilización equitativa y razonable, Chile tiene derecho a su uso actual de las aguas del Río Silala".
"D, Bolivia tiene la obligación de tomar todas las medidas apropiadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño a Chile, importantes de sus actividades en las cercanías del Río Silala. E, Bolivia tiene la obligación de cooperar y proporcionar a Chile una notificación oportuna de las medidas planificadas que pudieran tener un efecto adverso sobre los recursos hídricos compartidos, intercambiar datos e información y de llevar a cabo cuando proceda una evaluación del impacto ambiental con el fin de que Chile pueda evaluar los posibles efectos" de los mismos, precisó.