EMOLTV

Luz María Méndez, historiadora: "Ya en el inicio de la República hay un intento de acabar con las diferencias raciales y ahora las están reinstalando"

Académica de la Universidad de Chile y estudiosa del período colonial expresa su sorpresa e inquietud ante la nueva irrupción de las categorías étnicas en el debate público, desde el concepto de "mestizaje" hasta planteamientos levantados por representantes de pueblos originarios: "Es una cosa medio loca".

15 de Abril de 2022 | 06:06 | Por Álvaro Valenzuela Mangini, Crónica Constitucional
imagen
El Mercurio
"Aquí hay élites o grupos que manejan diferentes lenguajes y no se entienden entre sí", es el diagnóstico de la historiadora Luz María Méndez —académica de la Universidad de Chile y varias veces candidata al Premio Nacional— respecto de los debates que han marcado los últimos dos años y que hoy tienen como uno de sus escenarios la Convención Constitucional.

Autora de "Cultura y Sociedad en Chile. Nuevas miradas a los siglos XVI, XVII y XVIII", Méndez abordó allí un tema al que las discusiones en el ex-Congreso han dado nueva actualidad: las relaciones —el "encuentro"— entre españoles e indígenas durante períodos de paz y de guerra, y el modo en que ello incidió luego en los orígenes de la República y en el nacimiento de la nacionalidad chilena. Cuando todo aquello es hoy objeto de profundo cuestionamiento y se enfrentan términos antiguos y nuevos, desde "mestizaje" hasta "plurinacionalidad", la académica lo observa con una mirada que se aparta de las categorías de lo "políticamente correcto".

En su visión, parte del problema que hoy sufre el país es que "no hay una reflexión profunda sobre el origen de los conceptos. Entonces, cuando no se entienden bien los conceptos, hay mucha confusión".

"Por ejemplo, algunos, incluidos colegas historiadores, hablan de mestizaje y de una cultura mestiza. Pero esos son conceptos raciales, propios de una sociedad colonial que se entendía a sí misma en forma racial... De hecho, percibieron como dieciséis tipos de mezclas raciales. No podemos hablar de mestizaje en la cultura. Es mucho más atendible usar aquí conceptos que devienen de la antropología, como la aculturación o la transculturación, el traspaso de elementos culturales, pero que no tiene que ver exactamente con las razas. Y luego, esto de la plurinacionalidad es un tema de conceptos políticos".

¿Hasta qué punto esta discusión se vincula con lo que ha sido nuestra realidad ?

—Yo pienso que no se vincula. ¿Sabe por qué? Porque en Chile están operando distintos lenguajes y distinta gente que no se entiende a sí misma. Las élites políticas chilenas tuvieron una enorme crisis porque copiaron modelos externos sin entender bien lo que estaban haciendo. La derecha copia los modelos norteamericanos, del capitalismo y el individualismo, para ponerlo en simple. Y la gente más ligada a la izquierda que retornó de Europa copia los modelos de desarrollo europeo. Lo que yo planteo en mis trabajos es que estas élites que han operado copiando estos modelos se separaron de entender al país, a los chilenos corrientes. Entonces, estamos en un problema de lenguaje.

Frente a ello, cuando, por ejemplo, se habla en la Convención del reconocimiento de los pueblos originarios, se plantea como una forma de retornar a lo nuestro, a lo más propio. ¿No lo es?

—Pero es retornar a una fracción de lo nuestro. Los pueblos originarios no son todo el país y además son minoría. Entonces hay que entender también los problemas demográficos cuando uno trata estos conceptos de ordenación. Por ejemplo, los changos son 1.400 personas, no los puede poner en el mismo nivel que los mapuches, que son más de un millón. Y tampoco se puede saltar al resto de los chilenos, que son la mayoría. Entonces esta Convención, claro, está valorando a los que nunca antes fueron valorados, pero no entiende quiénes son la mayoría. Por eso hay tanto conflicto para entender lo que está pasando.

"También hay que entender que lo que había hace 500 años es muy diferente a lo que es hoy Chile. Por mucho que trabajemos en historia, la historia no siempre está presente en el presente, por decirlo así. Hay elementos de cambio y de permanencia".

En ese sentido, un concepto como el de pueblos originarios ¿es acertado?

—Son conceptos que han desarrollado los antropólogos más que los historiadores. Pueblos originarios significa pueblos de origen, pero son conceptos actuales. Jamás apareció el concepto pueblos originarios en el siglo XVI. Los españoles se veían a sí mismos como españoles y a medida que iban conociendo los grupos que habitaban los valles iban dándoles nombres; por eso tenemos los tacamas, los coquimbanos, los mapochoes, etc. Y después está el gran problema de qué nombres se daban a sí mismos esos pueblos. Por ahora, sabemos que los llamados mapuches araucanos se decían a sí mismos reches.

¿El que los mapuches se identificaran a sí mismos como reches, nos dice algo respecto de su autopercepción como pueblo?

—El problema de los mapuches es que ellos no tenían una unidad política, son grupos tribales distintos. De hecho, el gran problema que tienen los políticos es quererlos ver como una unidad y meterlos a todos en un saco. Incluso hasta el día de hoy ellos eligen a sus caciques, a sus representantes, pero no son una unidad. Y es difícil entenderse con gente que no son una. Lo que quiero decir es que Chile es un país complejo, que no quieren entenderlo como complejo. Los políticos, los empresarios no entienden esa diversidad.

Cuando hablamos de Estado plurinacional, ¿corremos también el riesgo de imponer otro modelo desde fuera?

—Claro, es otro modelo político, pero yo no soy cientista política.

Le pregunto porque en uno de sus artículos usted explica que el concepto de nación se ha asociado desde los orígenes de la República a una idea de unidad...

—Exactamente. Se trata del modelo francés, de una unidad, de una república como un todo. Ahora, el concepto nación también tiene una evolución. En el mismo libro yo señalo cómo se fue delineando. Por ejemplo, los españoles, que no sabían cómo entenderse con estos grupos indígenas, quisieron darles una valoración de naciones; era más fácil, para tratar de conocer a estos grupos, decir, bueno, ahí está la nación pehuenche o la nación huilliche. Pero no es que existieran como nación, eran grupos tribales no más. Pero es complejo porque estas categorías son todas inventos intelectuales que buscan una comprensión de lo que se quiere estudiar. Por otra parte, no todos estamos preparados para entender los conceptos que se están usando en estas reformas constitucionales, porque ahí están operando otros desarrollos de las ciencias sociales que no son solo los que vemos los historiadores. Por eso le digo que este concepto de plurinacionalidad viene más bien del mundo de las ciencias políticas, de los sociólogos.

Usted también ha dicho que la discusión del tema étnico que se está haciendo es un modelo cultural importado.

—Sí. Porque resulta que la discusión étnica es de conceptos raciales. En países como México o Perú creo que es más válido esto de la cultura mestiza, pero este concepto en Chile no era válido; en el siglo XX nadie hablaba de eso, salvo los literatos. Nunca el chileno se vio a sí mismo como mestizo, se veía como chileno. Por eso me parece una categoría importada.

¿Y la idea de una República compuesta por "pueblos"...?

—Es una invención nueva, una intrusión de conceptos propios de las ciencias sociales de los últimos 10 o 20 años. A partir de la creación de la República y de la dictación de las primeras leyes que abolieron las categorías raciales, sobre todo en la Constitución del 18, cuando dicen que todos los habitantes que viven en Chile son chilenos, se acabaron las categorías de que tú eres mestizo, mulato, etc., se acabó. Y de ahí para adelante, por doscientos años, los que viven en Chile son chilenos. O sea, ya en el inicio de la República hay un intento de acabar con las diferencias raciales y ahora las están reinstalando... Por eso me tienen preocupada con lo del mestizaje: están reinstalando una categoría colonial. Y los pueblos originarios están también reinstalando una división de tipo étnica. Es una cosa medio loca.

¿Estamos en el fondo "deconstruyendo" el concepto de República en el que nos habíamos desarrollado?

—Más o menos eso, con una alta fragmentación. En parte también porque se está expresando en el país una complejidad que no se había visto. El estallido social es eso.

¿Y en ese asumir la complejidad, no estamos creando nuevas categorías artificiales?

—Claro. Creo que hay mucha categoría artificial. Pero por eso le digo que creo que no estoy preparada para asumirlas porque no he pensado en esos conceptos que se están instalando en la Constitución.

¿Y qué pasa con la gente común? Es probable que esas categorías las maneje aún menos.

—La gente común es bastante sensata, pero está en general enfocada a lo que tiene que ver directamente con su supervivencia, más que pensar el país. Y las dificultades de la sobrevivencia hoy en Chile son bastante graves. Hemos tenido que enfrentar una pandemia muy larga que dejó a mucha gente sin trabajo. Hay una migración enorme de gente que cree que aquí está la panacea y no tiene después trabajo y se muere de hambre. Incluso, gente que ha estudiado varias carreras y no tiene trabajo. Entonces, la gente está muy estresada y no está para estar reflexionando en cómo va a ser el país. A lo más les van dar una pregunta, le gusta o no le gusta, vote sí o vote no. ¿Usted cree que la gente va a leer el texto constitucional? No. Ese es el otro país... pero es un país que soporta a toda esta categoría de personas que están acá arriba reflexionando y tratando de pensar, y que no lo hacen del todo bien. Porque más que escucharse, pelean.

En este proceso ha surgido una suerte de juicio a lo que ha sido nuestra trayectoria histórica. Se apela especialmente a esas categorías, se habla por ejemplo de las naciones preexistentes.

—Tal vez debería entrevistar a un antropólogo, porque también se observa aquí una intrusión de conceptos propios de esos conocimientos. De allí surgen estas categorías de que los indígenas se oponen a la República porque esta penetró las áreas indígenas, hizo la "pacificación" de La Araucanía, repartió las tierras y todo lo demás. Lo ven como una intrusión de la República sobre esos territorios. Pero los procesos históricos no pueden retrotraerse. Fueron. No podemos calificar lo que hizo la gente del siglo 19 desde un punto de vista del siglo 21. Yo no critico los períodos históricos, porque la gente de ese período vivía otra realidad y funcionaba con otra mentalidad y otras limitaciones. Por eso le digo que es un período de crisis, porque también no se entiende bien la historia y se están aplicando categorías a veces prejuiciosas. Se está valorando un proceso histórico que se dio en el siglo 19 con un criterio que puede ser negativo frente a eso, pero no explicativo. Para poder ponerlo en explicativo, hay que ver muchos factores de por qué se produjo. ¿Por qué se produjo la penetración de Chile a La Araucanía? Probablemente porque el país no podía estar cortado en dos con una ocupación indígena entre medio, como lo entendían en el siglo 19. Querían un país unitario.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?