"Estoy teniendo bilaterales con todos los ministerios (…) ayer tuve reunión con el Ministerio del Interior, que está enfocado en diversas tareas", dijo el Presidente Gabriel Boric esta semana, abordando las dudas por la ausencia de la ministra del Interior, Izkia Siches, en el debate sobre los retiros de fondos de pensiones en el Congreso.
Tras la derrota que sufrió el Gobierno con el rechazo de su propuesta de uso acotado de los ahorros previsionales, varios analistas apuntaron al déficit que generó en el Ejecutivo el hecho de tener a una jefa de gabinete distante de las negociaciones, algo que fue compartido en privado al interior del propio oficialismo.
De hecho, desde la polémica que protagonizó el 6 de abril en la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, tras realizar una denuncia en contra del gobierno anterior por un supuesto error en un vuelo de deportación, se hizo fuerte un rumor sobre un presunto quiebre al interior del comité político, lo cual fue descartado por Boric.
"Quiero ser claro en esto, porque mucho se ha especulado respecto a eventuales diferencias en el comité político y yo lo quiero descartar (…) el comité político no tiene fisuras, estamos actuando de manera conjunta y valoro mucho el trabajo que realizaron el ministro Jackson, el ministro Marcel y la ministra Jara", indicó.
Asimismo, recordó que la titular de Interior ha estado enfocada en los temas de su cartera, "en particular la seguridad de los ciudadanos, la reforma a las policías, los aspectos que corresponden de la situación migratoria en el norte y la situación que tenemos desde hace mucho tiempo en La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos".
Con todo, es claro que Siches realizó un cambio importante en la forma de elaborar su agenda tras el episodio. Si al inicio del Gobierno aparecía como la principal figura después del jefe de Estado, en los últimos días eliminó por completo las actividades públicas, concentrando su acción principalmente en el Palacio de La Moneda.
Sin embargo, su acusación errónea no fue el único antecedente que contribuyó a su enclaustramiento y posterior replanteamiento comunicacional. A solo cuatro días de asumir en el cargo, la ministra ya había enfrentado su primera crisis tras su frustrada visita a la comunidad autónoma de Temucuicui en la Región de La Araucanía.
Luego, afrontó reproches por la publicación de un manual de buenas prácticas para medios de comunicación y una polémica por su reconocimiento de la existencia de presos políticos mapuche, lo cual luego fue contradicho por el subsecretario de su cartera, el socialista Manuel Monsalve.
La ministra cerró su primera semana contagiada de covid, pero tras su aislamiento volvió a estar en el ojo del huracán. Primero aseguró que "si pillan a una persona en un crimen y es rubio con apellido no pasa nada" y luego condenó prematuramente el uso de su arma de servicio por parte de un carabinero que fue atacado en una marcha.
A la segunda semana, pareció retomar su agenda con un enérgico respaldo a la policía uniformada en el Día del Joven Combatiente, pero nuevamente se vio envuelta en una crisis al responder a las críticas que surgieron en Argentina por su uso del término Wallmapu, abriendo un flanco en la antesala de la primera gira internacional de Boric.
Cambio en la estrategia
Ya en el primer día de abril, Siches dio su primera entrevista a un medio regional, en la cual ya se había explayado sobre el supuesto vuelo fallido, pero sin llamar la atención. Posteriormente asumió la vicepresidencia de la República tras el viaje del Mandatario a Buenos Aires, hasta que llegó el día de su presentación en la comisión de la Cámara.
De ahí en más, se inició un largo silencio para la secretaria de Estado. El 7 de abril llegó en silencio a La Moneda y sostuvo una reunión en la que recibió una reprimenda del Presidente por su intervención. Asimismo, suspendió una actividad pública que tenía programada para esa jornada en Viña del Mar.
La situación abrió una serie de críticas en contra de su equipo, integrado en su mayoría por ex asesores del Colegio Médico. Ante ello, la vocera de La Moneda, Camila Vallejo, anunció un reforzamiento para evitar nuevos errores, medida que con el correr de los días se diluyó hasta quedar en que aplicaría a todo el Gobierno y no solo a Interior.
Al día siguiente, la ministra no habló. Se reunió en privado con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y sostuvo una cita protocolar con el comandante en jefe de la Armada, Juan Andrés de la Maza. Y el fin de semana del 9 y 10 de abril, no programó actividades.
El mutismo continuó por tres días más, hasta que la secretaria de Estado acudió a la comisión de Gobierno Interior de la Cámara el 12 de abril. No obstante, evitó referirse al episodio del avión, argumentando que el tema está bajo una investigación sumaria que abrió Migraciones, organismo de donde habría recibido la información falsa.
Al día siguiente estaba citada a la comisión de Seguridad, en la cual sus miembros esperaban que pidiera disculpas por el incidente. Sin embargo, Siches decidió no ir presencialmente y participó vía telemática, ocasión en la que se le vio intervenir en un tono distinto al cual se le vio con anterioridad a la acusación.
En esa oportunidad, ante los emplazamientos de los diputados, solo comentó que se realizarían "los ajustes y reforzamientos que sean necesarios en todos los espacios de gobierno" para evitar nuevos errores. La ministra cerró la semana pasada con reuniones privadas con alcaldes y el senador Francisco Huenchumilla (DC), entre otras.
Fue el martes cuando se observó el primer cambio. A las 9 de la mañana, fijó un encuentro con la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche (AMCAM), en la que se anunció que daría declaraciones a la prensa en La Moneda. Sin embargo, ello no ocurrió, posponiendo su intervención para más tarde en Melipilla.
Fue en esa comuna donde finalmente decidió hablar de contingencia y sobre las dudas que surgieron por su ausencia durante la negociación y posterior debate de los proyectos de retiros de fondos de pensiones en la Cámara de Diputados, descartando que ello haya sido algo "premeditado".
Tras presentar las principales medidas del plan Chile Apoya junto a su par de Hacienda, Mario Marcel, la jefa de gabinete sostuvo que tras el fracaso de la iniciativa del Gobierno "quedan varios aprendizajes de este proceso", pero enfatizó que "el tema era poder frenar el efecto inflacionario y cómo golpea este en las personas".
"En ese sentido, hemos estado en un dialogo continuo como comité político", añadió, apuntando a las posibles divisiones en ese equipo, recordando que el tema previsional "es una agenda que ha llevado particularmente Hacienda junto a Segpres y la ministra del Trabajo, ellos lideraron este proceso y justamente ellos participaron".
"No fue algo que haya sido premeditado, en realidad", aseveró, junto con responder a las nuevas críticas que realizó en contra del Ejecutivo el alcalde de Recoleta y ex candidato presidencial del PC, Daniel Jadue, señalando que "vivimos en un país libre y cada uno de los ciudadanos puede verter su opinión".
No obstante, y en línea con lo que comentó antes Vallejo, indicó que "obviamente como equipo de gobierno nuestra invitación amplia a los distintos actores políticos, los parlamentarios, alcaldes y alcaldesas, a contribuir en avanzar en las transformaciones estructurales que ha planteado el Presidente Boric".