Recién este sábado la Comisión de Medio Ambiente de la Convención debatirá en una reunión cómo abordar el rechazo total en general a los 52 artículos sobre agua, minería, protección de la criósfera, los bosques, humedales y sobre sistema económico y política fiscal que habían presentado.
La decisión del pleno de devolver completo el informe a esa instancia dejó descolocados a sus miembros, ya que la mayoría de ellos, los "ecoconstituyentes", daban por sentado que había un "acuerdo" con los colectivos de izquierda y centroizquierda para aprobar en general y solo rechazar en particular los puntos en los que no hubiera consenso.
El acuerdo no se materializó y ahora la comisión se enfrenta a un puzzle logístico:
tienen hasta 15 días para devolver el informe al pleno, lo que se cumpliría a fines de la primera semana de mayo. Todo lo que se apruebe esa semana por más de 103 votos llegará al borrador de nueva Constitución, pero si algo se rechaza, volverá a la comisión, que tiene otro plazo para hacer indicaciones, debatirlas, votarlas, y volver a presentar las propuestas al pleno.
Eso implica que el tercer pleno para votar las últimas normas de Medio Ambiente podría ser en la semana del 16 de mayo. Pero eso no sería posible, porque desde ese día, toda la Convención viajará a Antofagasta para iniciar el trabajo de las comisiones de Armonización, Normas Transitorias y Preámbulo.
De acuerdo con lo que plantean desde la coordinación y también desde la mesa directiva, el único plan por el momento es que la comisión no utilice los 15 días para presentar las propuestas de reemplazo, sino que usen menos tiempo. Y no se descarta sesionar en pleno el sábado o domingo, de ser necesario.
El problema del fondo
No obstante, no es solo un problema de tiempo. El asunto que complica a los convencionales de esa instancia es qué modificar y cómo hacerlo, puesto que el informe que llegó al pleno tenía normas consensuadas entre representantes de todos los sectores, menos Vamos por Chile y el Colectivo del Apruebo. Y ya no hay más margen para rechazar otra vez el documento en general.
"Si este informe se cae en 15 días más en general,
en la Constitución no habrá nada de esto, que sería gravísimo. Es necesario que este rechazo se tome como un rechazo en particular de todas las normas y se aplique la lógica que se aplicó la vez pasada, de traer un informe más acotado, no tan maximalista, de forma que si se rechaza alguna norma en particular sea algo acotado, porque si no el plazo no va a alcanzar", opina
Pablo Toloza (UDI).
El coordinador de la instancia, Juan José Martin (INN), afirma que el trabajo lo abordarán "conversando con todos los colectivos. Quizás pidiéndoles aún más que conversen más entre ellos mismos para que logren transmitir cuál es la opinión realmente del colectivo y no nos encontremos con estas sorpresas".
"Lo primero que hay que hacer es la revisión con los colectivos, presentarles el informe completo y decir dónde están las aprensiones y por medio de ello generar un comparado que nos diga si hay puntos en común para abordar esos artículos y revisar si hay algunos que quieran suprimir, lo que va a requerir una conversación política", explica Yarela Gómez (FA), participante de las conversaciones.
A su juicio, el fondo de los temas no está en disputa sino la forma, como la redacción y la precisión de las palabras. Además, hay normas que serían reiterativas con elementos que ya están contenidos en el borrador de nueva Constitución, como la alusión a los bienes naturales inapropiables.
En tanto, en el Colectivo Socialista aseguran que habrá que suprimir varios artículos porque el informe es muy extenso y redundante, pero habría consenso con varios puntos sobre agua y minería, que son dos de los puntos centrales de la propuesta. Sin embargo, los ecoconstituyentes transmiten que los temas de minería y economía serían los que habría que trabajar otra vez, "con pinzas".
Quienes quedaron al margen de estas conversaciones fueron los representantes del Colectivo del Apruebo, que originalmente tenían a Bessy Gallardo en la instancia pero hace un par de meses se cambió a Chile Digno. Con sus 7 votos, el informe se habría aprobado en general.
"Ayer recibí más llamados y tuve más conversaciones en persona con miembros de la comisión que lo que he tenido en todo el proceso constituyente. Claro, a pocos minutos de la votación, para tratar de persuadirnos de que votáramos a favor. Si esa misma energía la pusieran en ver cuáles son los puntos que nos parece importante resolver, a lo mejor sus informes tendrían más apoyo", contesta Fuad Chahin (Col. del Apruebo).
La relación con el Colectivo Socialista
Uno de los puntos más complejos que deberán abordar en la comisión es lo que ocurrió con el acuerdo que los ecoconstituyentes acusan que el Colectivo Socialista incumplió. Desde ese colectivo desconocen la existencia de tal acuerdo y, de hecho, reiteran que la representante del grupo en la comisión siempre aseguró que no era capaz de garantizar los votos de todos sus compañeros.
"Fuimos categóricos cuando nos pasó la primera vez, con el primer informe, de que (los colectivos) enviaran representantes interlocutores válidos para que participaran con nosotros, de manera que pudiesen incidir en la votación final para que cuando llegara al pleno el informe se apruebe", critica Gloria Alvarado (MSC).
El convencional Maximiliano Hurtado (Col. Socialista) justificó el impasse aseverando que "lo que cada uno de los constituyentes hace en sus comisiones es el trabajo de comisiones. Desde el trabajo de comisiones hay una diferencia respecto de las decisiones que soberanamente toma el pleno de la Convención".
Además, remarcó que "la coordinación entre el trabajo de cada uno de los constituyentes en cada una de las comisiones no es tan fluida como debería ser, a propósito de la falta de tiempo y otras consideraciones. Si bien hay que volver a trabajar, me parece que siempre el mérito de cada una de las normas es lo que debe primar y seguiremos actuando en consecuencia de aquello".
Quien también acusa a los socialistas por su responsabilidad es Isabel Godoy (pueblo colla), miembro de la comisión. "No adivinaremos lo que el Colectivo Socialista no consideró nunca de consenso, sino que ellos son los que tienen que dar explicaciones. Nosotros pusimos todos nuestros esfuerzos: inclusive renunciamos a lo que para nosotros era intransable y renunciamos a las normas populares para construir un texto de consenso, llegar a un punto medio", alega Godoy.