"Este es un proyecto de impacto regional y país, por eso pensamos que debiese tener una prioridad presidencial. Sería un proyecto clave para la región por los miles de puestos de trabajo que va a generar", fueron las palabras del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, sobre la iniciativa de construir una línea férrea que una el Puerto principal con Santiago.
Las declaraciones del edil porteño surgen a raíz de lo expresado por el ministro de Transporte, Juan Carlos Muñoz, quien en una primera instancia dijo que el levantamiento de un sistema de ferrocarril entre ambas metrópolis presentaba complicaciones, para luego asegurar que como cartera iban a trabajar en impulsarlo.
Con esto, la idea de contar con un tren rápido en el país vuelve a la palestra y despierta el anhelo de quienes ven este proyecto como un impacto positivo en sus vidas.
45 minutos de distancia entre dos áreas metropolitanas separadas por 120 kilómetros aproximadamente, sería un ahorro de tiempo fundamental para quienes diariamente cruzan la Ruta 68 rumbo a sus respectivos trabajos.
¿Pero cuándo se originó este ambicioso proyecto y por qué aún no se lleva a cabo?
Todo partió en mayo del 2016, cuando un estudio de prefactibilidad realizado por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) entregó tres posibles trazados para la eventual construcción del tren.
El primero establece el levantamiento de una vía paralela a la existente entre Santiago y Til Til, para luego desviarse con dirección hacia el norte y terminar en Viña del Mar, donde se construiría una estación intermodal que permitiera el intercambio de pasajeros del tren rápido y el Metro de Valparaíso.
La segunda alternativa consta de una línea férrea en paralelo a la Ruta 68. Se piensa que esta llegue hasta Casablanca, y de allí se desvíe hacia el norte, pasando por Villa Alemana y Quilpué y concluyendo en Viña del Mar.
Mientras que la tercera alternativa propone una línea férrea por la Ruta 68, pero que a diferencia de la anterior, pase por Placilla y Quebrada Verde. para luego terminar en la Estación Puerto (Valparaíso). En este caso se construiría un túnel cercano a los ocho kilómetros para el último tramo.
En 2017, la ministra de Transporte y Telecomunicaciones de ese entonces, Paola Tapia, señaló que como cartera estaban estudiando un
modelo de concesiones para incorporar una serie de proyectos ferroviarios, entre esos el tren Valparaíso-Santiago.
"Con la Empresa Ferrocarriles del Estado, estamos iniciando la revisión del modelo de concesiones, como una posibilidad práctica y técnica de incorporar nuevos proyectos ferroviarios, como por ejemplo, un proyecto que incorporará la Quinta Región con Santiago", dijo la secretaria de Estado de la Presidenta Bachelet a Radio Biobío.
Meses más tarde llegaría la primera propuesta concreta. En enero de 2018, el consorcio internacional chino-chileno TVS, integrado por la multinacional China Railways Group Limited (CREC), Latinoamérica Infraestructura y Sigdo Koppers, presentó a la Presidenta Michelle Bachelet un proyecto para la construcción de un tren de alta velocidad para unir Santiago y Valparaíso.
De acuerdo al detalle de la iniciativa, cuyo costo demandaba una inversión cercana a los US$1.600 millones, se planeaba conectar la ciudad porteña con la capital en sólo 45 minutos, y Viña del Mar-Santiago en 39 minutos, reduciendo a la mitad el tiempo actual de viaje efectivo en vehículo.
El trazado consideraba un total de cuatro estaciones ubicadas en Valparaíso, Viña del Mar, Casablanca y Santiago, asimismo contemplaba un servicio de carga. El proyecto TVS comprendía la utilización de trenes con capacidad para 890 pasajeros sentados, que pueden desarrollar velocidades de hasta 200 km/h, casi el doble que los equipos actualmente en operación en Chile. Su tiempo de construcción estaba pensado en cuatro años.
La idea fue ingresada a tramitación a través de la Ley de Ferrocarriles, no logrando, posteriormente, el permiso para su construcción.
En octubre de ese año, el Presidente Sebastián Piñera, durante una actividad desarrollada en el Muelle Barón de Valparaíso anunció la posibilidad de abrir un proceso de concesión para "los próximos meses", mediante una licitación internacional.
Allí, el Mandatario señaló que el transporte sería de uso mixto: "Va a ser de pasajeros y de carga, que unirá la Región Metropolitana con el puerto de Valparaíso", dijo Piñera quien mencionó por primera vez a San Antonio dentro de los alcances del plan.
En febrero de 2019, TVS volvió a la carga para conseguir la concesión presentando una segunda propuesta. A través de una iniciativa pionera en el continente, la cual de concretarse sería el primer ferrocarril rápido de Sudamérica, el consorcio chino-chileno busca "proporcionar un sistema eficiente y expedito que mejore la conectividad de los habitantes de la zona central, beneficiando a más de 8 millones de personas", dijeron.
La inversión alcanza los US$2.400 millones, por sobre los US$1.600 estimados inicialmente ya que se incluyó nueva infraestructura ferroviaria, como una nueva infraestructura ferroviaria, como por ejemplo dos ramales de conexión, una doble vía exclusiva para carga hacia San Antonio, una estación de transferencia intermodal de carga en la zona de Nos y dos de adecuación.
En abril de ese año, el Ministerio de Obras Públicas reveló que recibió una segunda propuesta de proyecto, iniciando así una carrera por la innovadora iniciativa.
Talgo, Agunsa y FCC, consorcio de empresas españolas, propuso el levantamiento de una obra de 20 millones de dólares aproximadamente y 15 meses de construcción, según información dicha por el titular del MOP en ese tiempo, Juan Andrés Fontaine.
La nueva opción ferroviaria nacería en Estación Mapocho, pasaría por Til Til, Olmué y Limache para terminar su recorrido en Viña del Mar y Valparaíso. "Está siendo el día de hoy acogida a trámite y vamos a iniciar todo el proceso de aclaración de sus detalles, consultas a los demás organismos involucrados y en esta materia es clave la participación de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), que de acuerdo ha dictaminado la Contraloría, es la que tiene que darnos el mandato para efectos de poder concesionar", afirmó el ministro.
A diferencia del TVS,
el nuevo proyecto no considera pasar por San Antonio, por lo que su costo es "del orden de mil millones de dólares menos", confirmó el secretario de Estado, aunque señaló que "ambas son inversiones de enorme magnitud" y que buscan "resolver una aspiración que ha sido anhelada por décadas y que va a construir una infraestructura que va a estar también en servicio por muchas décadas".
Durante la cuenta pública de junio de 2019, el Presidente Sebastián Piñera anunció que el Ministerio de Obras Pública declaró como "interés público los proyectos para construir los tan anhelados trenes de pasajeros y carga, que conectarán la ciudad de Santiago con los puertos de Valparaíso y San Antonio y preparándonos para llamar a una licitación internacional", señaló el Mandatario.
En los días siguientes al acto realizado en el Congreso Nacional, las autoridades del MOP y Transporte afirmaron que se encontraban analizando las dos propuestas puestas sobre la mesa.
"Estamos en presencia de un proyecto de muy gran envergadura y, en consecuencia, requiere análisis muy serios y detenidos (...) Inevitablemente toma tiempo, y yo creo que es tiempo bien invertido"", dijo Fontaine. "Digamos que nunca antes de unos cuatro o cinco años, probablemente", señaló Gloria Hutt. "Hay un año de estudios, otro año de proceso de licitación... las bases, las ofertas internacionales, después la construcción (...) Yo creo que hay un tiempo todavía por delante hasta que esté disponible", aclaró la titular de Transporte.
Asimismo, tras el anuncio de Sebastián Piñera, el presidente de Empresas de Ferrocarriles del Estado, Pedro Pablo Errázuriz, señaló que el tren de pasajeros a Valparaíso "no era una prioridad" para el organismo.
"Tenemos total coincidencia con la relevancia y la importancia de trenes y de más servicios, y una muestra de eso es que llevamos dos semanas trabajando en este mandato. Nosotros creemos que más servicios de conectividad, sobre todo en regiones, son fundamentales", señaló. "Este proyecto tiene una prioridad que es muy relevante, porque aumenta la conectividad. Lo que mencionamos desde EFE es que el tren de pasajeros no estaba en el listado de prioridades, pero el hecho de que haya inversionistas privados interesados en ejecutarlo le da mucho sentido", añadió.
Posteriormente, y con la llegada de la pandemia, en febrero de 2021, la cartera de Obras Públicas informó sobre la congelación del proyecto de tren rápido Santiago Valparaíso, debido a la situación sanitaria del país.
"Debido a la pandemia que afecta a nuestro país y al mundo, en este momento los estudios de ambas (propuestas para la construcción del tren) se encuentran suspendidas", señaló la Dirección de Concesiones del MOP.
Por su parte, el consorcio TVS dijo: "Producto de la pandemia, el MOP mantiene suspendidos los estudios de la iniciativa privada, debido a la permanente variabilidad a la que están sujetas las diferentes comunas que entran y salen de cuarentena, y a los problemas que se han presentado en la movilidad en el país", señaló la gerenta del consorcio TVS, Marisa Kausel.
La anhelada iniciativa durmió públicamente por más de un año, despertando esta semana tras las declaraciones del ministro Juan Carlos Muñoz, quien nuevamente encendió una luz de esperanza para el desarrollo del revolucionario tren.