En prácticamente dos meses más, el 5 de julio próximo, la Convención Constitucional debe entregar el borrador de la nueva Constitución que será sometido a Plebiscito el 4 de septiembre, por lo que el debate sobre las normas que formarán parte del texto ha ido aumentando día a día, sumando incluso a espectadores foráneos.
Eso es lo que ha ocurrido en las últimas semanas con una serie de líderes políticos de España, quienes han ido siguiendo de cerca el proceso constituyente chileno, el cual a juicio de algunos de ellos ha ido dividiendo a la ciudadanía, mientras que otros han señalado que ha representado un "hermoso" ejemplo de democracia.
Los últimos comentarios que han provocado polémica en redes sociales son los que expuso la diputada del Partido Popular español,
Cayetana Álvarez de Toledo, quien llegó a Chile para reunirse con convencionales de derecha y analizar in-situ el avance del órgano que está preparando la nueva Carta Magna.
En ese contexto, la parlamentaria levantó una severa crítica en contra de los artículos que convertirían a nuestro país en un Estado plurinacional, algo "es una cosa muy seria", según comentó a LUN. "Las palabras traen consecuencias, especialmente si las introduces en textos jurídicos, en los primeros artículos de una Constitución", dijo.
"Las palabras provocan hechos, porque tiene una consecuencia jurídica y política seria. Si uno va a definir a Chile como un Estado plurinacional, cabe preguntarse ¿cuántas naciones hay en Chile? Si vas a definir a Chile como plurinacional, deberías saber cuántas naciones son", agregó.
En esa línea, advirtió que "introducir el concepto de plurinacionalidad es buscar aquello que divide a los chilenos, no aquello que los acerca o los une. Es una involución, una regresión y una forma de separatismo. La Constitución, como su nombre lo indica, está para constituir, para unir, no para dividir, para integrar, no para desintegrar".
El desembarco de Podemos
Pero quienes han abordado el proceso constituyente chileno con más cercanía, debido a los nexos que mantienen con el Presidente Gabriel Boric y el Frente Amplio (FA), son los fundadores del partido español Podemos, colectividad que ha sido referente del actual oficialismo, quienes han sostenido diferentes miradas sobre el tema.
Por ejemplo, el ex vicepresidente español, Pablo Iglesias, abordó el tema durante un breve paso por Chile, indicando que "es hermoso que representantes de la ciudadanía estén discutiendo un nuevo contrato social" y que, pese a las polémicas en torno a la Convención, dijo que el mundo está asistiendo "a la modernización de Chile".
"Ustedes están viendo la jubilación de la Constitución de Pinochet a partir de una voluntad social de refundación del país. Desde fuera, es hermoso. Todo el mundo está mirando a Chile", agregó, junto con valorar la presencia de "un nuevo Presidente que claramente expresa una voluntad popular de construcción de algo nuevo".
"Todos estamos mirando a Chile porque aquí la traducción institucional de un movimiento social contra las consecuencias más agresivas del neoliberalismo se traduce en algo tan hermoso como un proyecto constituyente", enfatizó, junto con desestimar las críticas que ha despertado la redacción de algunas normas.
Según Iglesias, en todo proceso "que trata de transformar los privilegios en derechos, los dueños de los privilegios se resisten y dejan a un lado sus teóricos compromisos democráticos si eso afecta a sus privilegios". También destacó que Boric y su bloque fue "mucho más lejos de lo que nosotros llegamos".
Una mirada distinta planteó solo dos días después, el 16 de abril, el también referente de Podemos, Iñigo Errejón, quien en un encuentro virtual con militantes de Convergencia Social, advirtió que la nueva Carta Magna debe incluir a todos los sectores, incluso a sus adversarios.
"La nueva Constitución que se apruebe en Chile será exitosa -y sé que decirlo parece de derecha, pero es al revés, es revolucionario- y será más revolucionaria cuanto más la asuman los adversarios. No puede ser una Constitución ‘de parte’, no puede ser la Constitución de las izquierdas, porque entonces durará tanto como dure el gobierno de izquierda", sostuvo.
Para el diputado, "el reto no es aprobarla, el reto es que forme parte del régimen de la vida cotidiana también para una parte del adversario. Yo sé que hay una parte golpista, que nunca va a reconocer, que siempre va a jugar a la desestabilización y a esa parte nada. Pero hay una parte a la que tenemos que integrar dentro".
Finalmente, otro de los líderes de Podemos, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Monedero, también ha tenido palabras para referirse al asunto, aunque mucho antes que sus ex compañeros, ya que en julio de 2021 ya manifestaba su apoyo al proceso chileno.
"La expresión de lo nuevo está en la calle, en la Constituyente, en los independientes, en gente que ha tenido más libertad para expresar su cuaderno de quejas (…) escuchar lo que se ha manifestado en la Constituyente, el cansancio de los partidos o las demandas feministas, reinventa la política", comentó a El Mercurio.
Asimismo, manifestó que "el proceso constituyente expresa las máximas esperanzas de Chile. Si el gobierno está obligado a gestionar con lo posible (…) la Constituyente puede soñar un país diferente, movilizar energías escondidas y quitarle los tapones que tenía la democracia. Es una escuela de ciudadanía".
La mirada de la Unión Europea
Los comentarios de Álvarez de Toledo sucedieron a los que emitió la semana pasada el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien también estuvo de visita en nuestro país y calificó el trabajo de la Convención como una oportunidad para mejorar la convivencia política.
"Las constituciones son un marco para la acción que debe ser capaz de acoger en su seno distintas expresiones políticas. Por eso creo que, si es así, y espero que sea así, Chile no tiene nada que temer de un nuevo marco constitucional", comentó el jueves pasado tras inaugurar las nuevas oficinas de la embajada de la UE en Santiago.
Borrell, militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y ex ministro de RR.EE. hasta 2019, afirmó en esa oportunidad que "las Constituciones no son elementos de división, son elementos de cohesión", aunque aclaró que no pretendía "dar consejos a nadie. En una misma Constitución pueden caber gobiernos de izquierdas y derechas".
"Las constituciones son piedras fundamentales de la convivencia política por lo tanto necesitan un gran acuerdo. Cuanto más grande mejor", añadió, junto con destacar que "Chile ha iniciado un proceso de reforma constitucional por un procedimiento innovador que nos interesa mucho".
El jefe de la diplomacia europea añadió que "creemos que es un proceso que tiene un valor intrínseco en la medida que es innovador y da la voz a colectivos que normalmente no la tienen: los pueblos indígenas, las minorías, las mujeres. Pero habrá que juzgarlo por sus resultados", sentenció.
Cabe recordar que las expresiones del diplomático se sumaron a los que en septiembre de 2021 planteó la eurodiputada española Inmaculada Rodríguez Piñero, quien como presidenta de la Delegación Parlamentaria Mixta UE-Chile sostuvo un encuentro con la mesa directiva de la Convención, en ese entonces liderada por Elisa Loncon.
Tras esa cita, marcada por las criticas que surgieron en los sectores de izquierda del órgano a un supuesto lobby europeo para acelerar la aprobación del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Chile, la diputada del PSOE indicó que la Convención "es un referente en el momento político que se está viviendo".
En esa oportunidad, Rodríguez Piñeiro valoró el establecimiento de la regla de los 2/3 para la aprobación de normas: "Es bueno que todo debe ser acordado por mayoría de dos tercios, eso hace que de entrada todos sean conscientes que van a tener que ceder en sus posiciones para poder acordar".