La ex candidata a gobernadora y senadora por la Región Metropolitana,
Karina Oliva, rompió su silencio después de seis meses, tras una
investigación en su contra por eventuales irregularidades en la rendición de sus gastos de campaña.
En una entrevista con Meganoticias, la ex militante de Comunes sostuvo que "
hoy día mi trabajo político es mi defensa, mostrar mi inocencia, demostrar que todo lo que se dijo de mí no es correcto (...) Yo creo algo profundamente, en términos de la institucionalidad democrática: la presunción de inocencia es un derecho".
Afirmó que
en su campaña a gobernadora "no hubo sueldos millonarios ni objeción a las prestaciones de servicio", pero agregó que "también tengo que hacer un
reconocimiento a todos los errores cometidos; yo aquí no soy víctima".
"Reconozco que estos meses he llorado, que no lo he pasado bien...
Han sido meses difíciles, pero igual me he ido convenciendo de que
uno la política no la puede dejar, y que más allá de los momentos difíciles, uno sigue haciendo política y trabajando políticamente", aseveró.
Respecto a una eventual coordinación de su campaña con la de Gabriel Boric como candidato presidencial, con la posibilidad de que Giorgio Jackson pudiese haber ocupado dineros suyos a esta última, respondió que "yo no tuve contacto con el (hoy) ministro (Jackson). La que tiene que contestar eso es Carolina García", su ex jefa de campaña.
Oliva indicó que,
tras estallar la denuncia en su contra, nunca más habló con Boric. "Yo puedo entender que el candidato presidencial en ese momento tomara distancia frente a las acusaciones. Sin embargo, a mí
me hubiese gustado no enterarme por la prensa; me hubiese gustado un WhatsApp, una llamada, que me preguntara: ¿Es cierto, puedes demostrar que es falso lo que se dice?", señaló.
Desayuno de $50 millones
Oliva reiteró que "uno tiene que ser mucho más riguroso con este tipo de acciones, con este tipo de pagos, que debiesen no ser altos, porque la ciudadanía te exige mayor austeridad, sobre todo en los momentos críticos que vive el país".
Sin embargo,
descartó que por la organización de un desayuno se haya pagado $50 millones a la empresa de Marcelo Riffo. "Uno de mis mayores errores es no saber explicar esto o no tuve las competencias y las habilidades esos días, puedo justificarlo en mil cosas, pero voy a ser muy tajante: no existió ningún desayuno por $50 millones, ningún desayuno feminista por 50 millones. No hay ninguna boleta o factura que esté declarada por 50 millones o emitida hacia mí de un proveedor. Y tampoco hay una solicitud de reembolso por 50 millones", aclaró.
"
Esta factura nunca se emitió porque esto fue una cotización. Es más, nosotros declaramos que esa factura no correspondía a nuestra campaña. La declaramos al Servicio Electoral y fue sacada incluso de nuestra contabilidad", añadió.
Respecto a dineros vinculados a servicios de impresión de volantes a una empresa perteneciente a Milton Lee, uno de los imputados por el caso SQM, que posteriormente fue sobreseído, dijo que "a mí me molesta mucho, me da mucha rabia, que mi jefa de campaña hubiese aprobado una prestación de servicio con esta empresa. Tomar esa decisión política de esta prestación de servicios sin decírselo a la candidata me parece que es un abuso de confianza. Tristemente me entero por la prensa que estaba Milton Lee asociado a una de las facturas de mi campaña. Y me decepciona más hoy día cuando se me trata de acusar a mí de una decisión que no tomé, que tomó Carolina García", contestó.
En relación a donaciones a campañas de otros candidatos del Frente Amplio, como Ana María Gazmuri, Tomás Hirsch y Emilia Schneider, explicó que "
lo que hicimos fue tener publicidad compartida en la que asumo el costo yo, es decir, donde aparece Karina Oliva y aparece otro candidato, yo declaré y dije el señor Servel como establece la ley, que uno tiene que declarar todo.
No dejé nada sin declarar, justificado y como corresponde".