El vicepresidente de la Convención, Gaspar Domínguez (Independientes No Neutrales), tiene en su oficina una pizarra con las actividades de mayo y junio y un post-it sobre cada día en el que está programada una sesión plenaria con los temas a tratar. Su esquema, dice, les permitió detectar la celeridad con la que tenían que trabajar, agendando incluso dos plenos algunos días. "Ha sido un proceso difícil”, sostiene, pero de todas formas “exitoso, porque hemos podido, respetando los plazos, los quorum y las condiciones que se pusieron, acercarnos al cierre del debate que debería pasar este fin de semana".
—¿Se logró una correcta deliberación en los plenos?
—Yo diría que hubo una deliberación razonable de cada tema y además selectiva, en cuanto a que los temas con menos consenso se discutieron más.
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Hubo comisiones, como la de Medio ambiente, que tuvieron más dificultades para lograr consensos, lo que generó disputas. ¿Qué valoración realiza de las negociaciones entre los colectivos?
—Nadie puede decir que el 100% de sus ideas están reflejadas en el texto, porque para construir los dos tercios, todas las partes tuvieron que ceder (…). Fue un ejercicio ponerse de acuerdo entre muchas personas para lograr la mayoría, y eso yo creo que fue muy bonito.
—¿Qué normas
—A nadie, nunca, en ninguna parte del mundo, en ningún momento del mundo, le van a gustar todas las normas. Es un hecho. Por eso me gustó mucho la frase que ocupó el Presidente Boric cuando se refirió a que no será un “príncipe azul”, entendiendo la metáfora como un hombre perfecto. A mí, por ejemplo, no me gusta, y voté en contra y lo argumenté, que los ministros de la Corte Suprema deban jubilar a los 70 años, siendo que antes era a los 75, entendiendo que la curva demográfica de la población está cada vez más envejecida. Personalmente, estoy en contra de esa norma, pero fue aprobada con más de 103 votos y así es la democracia.
—¿Y qué artículos destaca?
—Yo pertenezco a un grupo de independientes (INN) y tenemos lineamientos que están en nuestros programas de campaña. Los revisé hace un par de días y lo que prometimos está en el borrador de Constitución: establecer la naturaleza como base de la vida y la comunidad, pasar de una igualdad formal a una igualdad sustantiva para favorecer el poder lograr el ejercicio de los derechos de las personas históricamente discriminadas, aumentar o establecer la garantía de los derechos sociales y aumentar las titulares de derecho, establecer que Chile es un Estado plurinacional, un régimen político que sea más flexible en cuanto permite que las demandas sociales se canalicen y que a la vez dé estabilidad, quitándole protagonismo al Presidente y dándole más protagonismo al Parlamento, e incorporar elementos de democracia directa.
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Las últimas semanas, la Convención, y usted personalmente, han pedido disculpas por errores comunicacionales “involuntarios”. ¿Por qué estos deben entenderse como involuntarios, pero cuando otros sectores los cometen se presume mala fe?
—Es importante no presumir mala fe en los actos que hacen las personas en general. Cuando las personas cometen errores o imprecisiones en los discursos que dan, al momento de mostrarle que los cometió, si el individuo tozudamente insiste y persiste, pese a que se le muestra un hecho verídico, uno pudiera suponer que hay una intencionalidad en cuanto no hay retracto.
—Convencionales de derecha evalúan recurrir a la Corte Suprema luego de que se repusieran en la comisión de Sistemas de justicia dos normas ya desechadas por el pleno. ¿Se pone en riesgo el proceso si estas normas se aprueban este viernes?
—Desde que esta Convención se inició, se hizo un reglamento y este reglamento les da a las comisiones temas y estos temas son un listado no taxativo o un listado abierto.
"Segundo, en esta Convención se han ingresado indicaciones y normas que, si uno las mira con sentido común, muchas veces no se corresponden exactamente con el contenido que debiera tratarse, y esta Convención, reglamentariamente, no consideró ni que la mesa directiva ni que la Secretaría técnica ni que las coordinaciones de las comisiones pudieran hacer una examen de admisibilidad (…). Esto ya ha pasado. Por ejemplo, que haya una norma sobre democracia directa en el pleno y una indicación que habla sobre terrorismo. Y se agrega, se vota y se rechaza".
—El último mes ha habido un aumento del rechazo en encuestas. ¿A qué lo atribuye?
—En los procesos constituyentes existe mucha incertidumbre y esta incertidumbre de hecho fue ratificada por la encuesta de Espacio Público Ipsos (…). Creo que en un momento como este, en que ya llevamos muchas normas aprobadas y no existe ninguna claridad sobre la transición, sobre cómo será el cambio de la actual a la nueva, yo creo que esta incertidumbre se produce al sentirse alejado del texto o de la propuesta. Creo que en la medida en que empecemos a decir en cuántos años se comienzan a implementar los esquemas de transición, va a bajar la incertidumbre y la gente se va a sentir más cercana al texto.
"Lo segundo también es que se ha transmitido muchas veces información sobre el contenido de las normas aprobadas distinto a lo que es. Hemos escuchado muchas veces cosas que son derechamente falsas, no por errores involuntarios, sino que son falsas, repetitivas y reiteradas".
—¿Pero no han evaluado que puede haber personas que no están de acuerdo con todo lo que se propone?
—Partí diciendo eso. Hay miles, millones de personas que no van a estar de acuerdo con todo lo que se propone. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que se propone. Nadie está de acuerdo con todo lo que se propone. Pero la pregunta que usted me hizo sobre por qué yo creo que ha aumentado el rechazo, yo creo que es en parte por la incertidumbre que se va a subsanar, y en parte porque hay gente que tiene una idea incorrecta de lo que se ha aprobado. Y otra parte también es porque simplemente no les gusta el texto. Por ejemplo, el 22% de los chilenos que votaron rechazo en el plebiscito de entrada, lo más probable es que esas personas sigan prefiriendo la Constitución vigente. Y seguramente, cuando el 78% de los votantes dijo “quiero una nueva Constitución”, al yo mostrarles la nueva Constitución, es lógico que no sea el 78% que diga que sí, porque es distinta la idea de querer una nueva Constitución, a querer esta Constitución. Entonces, lógico que son todas las razones juntas, pero creo que los dos meses que nos quedan y los cuatro meses hasta el plebiscito, van a lograr revertir esta tendencia.
—El 78% de los chilenos votó por una nueva Constitución. Si llegase a ganar el rechazo, ¿qué opción se le da a esa gente?
—Va a ganar el apruebo.
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Pero poniéndonos en el caso...
—La República de Chile sigue funcionando. La institucionalidad del poder constituido tendrá que evaluar los caminos en todos los escenarios posibles, pero esta Convención, donde han participado millones de personas, donde ha habido deliberación pública como nunca, donde fueron todos elegidos democráticamente por un proceso de elección en lista, tiene una propuesta de Constitución que es mucho mejor que la Constitución vigente y va a ser aprobada el 4 de septiembre.