SANTIAGO.- Estado de emergencia para resguardar las rutas y carreteras en la macrozona sur. Eso fue lo anunciado la noche del lunes por la titular del Interior, Izkia Siches, lo que se interpreta como un giro radical en la postura que el propio Presidente Gabriel Boric había tenido sobre la medida, la cual se había resistido a aplicar.
Y es que el poco respaldo oficialista a la fórmula que pretendía impulsar la creación de un estado intermedio, llevó finalmente a La Moneda a inclinarse por usar la herramienta, pese a sus reparos iniciales. Desde La Moneda transmitieron que se trataba de un "estado de emergencia acotado".
Pero más allá de las reacciones a favor y en contra de la determinación que han surgido en el mundo político, el tema para muchos marcará un antes y un después en la relación entre el Ejecutivo y sus coaliciones.
"Yo creo que Boric tiene dos posibilidades o transformarse en un Gobierno condenado a fracasos de cualquier tipo o irse al centro y mantener esta idea del país por sobre los credos particulares, y creo que Boric ha dado muestras de eso. El cambio de primera a segunda vuelta muchos lo ven como oportunismo, pero yo también lo veo como cierto cinismo que es necesario de la política para conducir los países", afirmó ayer en el programa Agenda Mirada Política de EmolTV, el filósofo y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales (UDP), Hugo Herrera.
En ese contexto, Herrera expresó que "hay ciertos momentos en que tú tienes que decir 'este principio a mí me es muy valioso, pero si yo lo mantengo hundo al país', esa es la ética del Santo, como dice Max Weber. La ética del político en cambio es la ética de la responsabilidad, o sea, del que está dispuesto incluso a renunciar a ciertos principios por la viabilidad del sistema, por patriotismo en último término. Volviendo al tema de La Araucanía, creo que el paso es acertado y apunta en el sentido patriótico que lo estoy planteando".
Los pro y los contra de la decisión presidencial
Para el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, en la decisión del Mandatario, "los costos dicen relación con el orden y disciplina de la coalición de gobierno. El Presidente no pudo conseguir el apoyo de su sector político y quedaron en evidencia las posturas disímiles en materias de orden público. El segundo costo es el tiempo, pues tardó demasiado en tomar la decisión en el contexto de un alza significativa de los hechos de violencia".
Asimismo, Morales consideró que otro costo "fue ceder a las presiones de la derecha y de la DC, que prácticamente le dieron un ultimátum al Presidente. Y cuarto, que el propio Presidente dijo que haciendo las mismas cosas que el gobierno de Piñera, tendríamos los mismos resultados. Todo esto deja en evidencia la debilidad del poder presidencial sobre su propia coalición y frente a la oposición, pues tuvo que ceder en un aspecto crítico".
Con ello, apuntó que aunque "al Presidente le costó tomar la decisión, no hay duda de que esa decisión es respaldada por un amplio volumen de chilenos. Es probable que esto impacte positivamente en la imagen del Presidente en términos de autoridad política".
El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, opinó que esto "hay que leerlo en clave de cómo es interpretado por la opinión pública, ya que de alguna manera los problemas que sigue teniendo el Gobierno en control de la agenda en los temas de orden público, especialmente en lo que ocurre en La Araucanía y en la provincia de Biobío y Arauco, mostraban a un Gobierno con muchas dificultades para imponer ese orden público. Sumado a las dificultades políticas en su coalición de aprobar el estado intermedio. Por tanto, la decisión busca dar una señal de que independiente de las dificultades que tenga con su coalición, está haciendo cosas por enfrentar el problema".
"Si bien es cierto que no tiene el apoyo de su coalición y eso es un problema para su administración, porque no tiene un coalición cohesionada que le dé soporte político al objetivo de alcanzar la paz social, el Gobierno toma decisiones. Por tanto, más allá del costo político interno que esto pueda tener en su coalición (...) puede intentar cambiar la percepción que tiene en el resto de la ciudadanía que espera del Gobierno que tome decisiones y cumplir con su función de gobernar", sostuvo Moreno.
A su juicio, "puede tener un rédito positivo (para Boric) que tome una decisión, a pesar de que va en contra de lo que el propio Presidente y sus ministros habían señalado antes de ser Gobierno".
El académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, planteó que "el Presidente actuó como jefe de gobierno y de las coaliciones ante los desacuerdos entre algunos partidos, el Presidente -porque está mirando el estado de su gobierno-, creo que tomó una decisión pragmática frente al problema de la seguridad. Esa decisión presidencial los partidos la tienen que entender, puesto que en última instancia en los gobiernos de coaliciones así se resuelven las cosas".
Así precisó, que "el peor escenario que podría ocurrirle al Gobierno es que esos mismos por una decisión coyuntural e importante como ésta, se sientan desafectos del Gobierno y no creo que sea ese el camino que vayan a tomar".
Respecto a los beneficios para el Mandatario, Duval expresó que "yo no sé si con esto puede subir o bajar en las encuestas, sin duda la inflación y la seguridad aparecen como grandes temas dentro de los estudios de opinión. Por lo tanto, ver al Gobierno ausente de esos temas sin duda es un efecto negativo. Creo que aquí demuestra que con las dificultades, conflictos y todo, tomó una decisión y yo la valoro, porque demuestra coraje frente a las decisiones".