SANTIAGO.- Para muchos la pasada fue una buena semana para el Gobierno, marcada por la primera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric. Así al menos lo evidenció la última encuesta Cadem, la cual mostró un alza en la aprobación del Mandatario, cuyo respaldo llegó al 44%, tras un aumento de ocho puntos.
Pero este no fue el único efecto que tuvo la buena performance del jefe Estado: hay quienes atribuyen que el aumento de la opción Apruebo a un 42%, también es producto de aquello.
Es que para muchos el futuro del Gobierno parece supeditado a lo que ocurra el próximo 4 de septiembre durante el Plebiscito de salida. Algo que el propio titular de la Segpres, Giorgio Jackson, puso sobre la mesa el fin de semana, al señalar a El Mercurio que "con la Constitución actual, muchas de nuestras reformas no se podrían llevar adelante".
Sus palabras fueron respaldadas por el propio Boric, al afirmar que aquello "es algo que a todas luces es evidente". Pero pese al apoyo del Mandatario, los dichos de Jackson generaron revuelvo a nivel político, no sólo por las críticas de la oposición desde donde llamaron a la prescindencia de cara al Plebiscito, sino que también al interior de una de las coaliciones oficialista, en este caso Socialismo Democrático.
"Se equivoca rotundamente, yo creo que un ministro de Estado no puede hacer esa aseveración y comete un error garrafal al indexar el resultado de la aplicación del programa de gobierno a el resultado del Plebiscito", dijo tajante el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, quien añadió que "el deber de un Gobierno es garantizar el cumplimiento de esos compromisos de campaña y de su programa de gobierno independiente de las externalidades que puedan ocurrir".
Además, el senador Gastón Saavedra (PS) planteó que además el ministro está diciendo "entre líneas es que además con este Parlamento tampoco se podrían alcanzar esas reformas estructurales. Entonces yo creo que el ministro tiene que cuidar sus palabras, porque las interpretaciones pueden ser lesivas para su acción política después en el Congreso".
En tanto, el jefe de bancada de diputados RN, Andrés Longton, expresó que "es preocupante la postura porque el ministro transmite que si no gana el Apruebo ellos renuncian a gobernar", acusando de paso a Jackson de "manipular las emociones de la ciudadanía y engañarlos, derechamente, ya que su gobierno fue electo bajo la actual Constitución, por lo tanto, la legitimidad del gobierno que ellos ofrecieron a la ciudadanía, debe haberse construido bajo esos términos".
De acuerdo a la WWF, la simbiosis "corresponde a la interacción entre dos o más organismos biológicos, o simbiontes, los cuales pueden o no ayudarse para sobrevivir". Algo similar se podría decir de la relación del Gobierno con el Apruebo, al menos si se sigue la tesis del ministro Jackson que condiciona las reformas del Gobierno al triunfo del Apruebo.
Las opiniones de los expertos
Según el académico de la Universidad Mayor, Alejandro Olivares, ligar el cumplimiento de las reformas al futuro del Plebiscito como hizo el ministro Jackson, "no creo que sea un error", más bien "es una interesante estrategia que deja en claro algo que ya sabíamos. Para la implementación de compromisos y de la agenda de gobierno es importante y necesaria el cambio constitucional".
Sobre si hay una relación entre la aprobación del Mandatario y el Apruebo, Olivares indicó que "más allá de que se busque que existe una vinculación natural. Para hacer un análisis más detallado habrá que esperar a tener una serie temporal más amplia, es decir, más encuestas y comparar el desempeño del Gobierno y la Convención Constitucional en ellas".
Y acotó que "por ahora es una buena noticia para el Gobierno, pero hay que ver si es una tendencia o solo un repunte producto de eventos coyunturales. Hay que ser cuidadosos con tomar decisiones con base a encuestas. Una señal importante fue retomar la agenda en la cuenta pública, el desafío ahora es hacer sostenible en el tiempo que esa agenda predomine".
El académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, opinó que "es difícil establecer si existe una relación fehaciente entre la aprobación del Gobierno y de la Convención, porque esta última viene de más tiempo, son órganos distinto, pero (...) las tendencias cuando la Convención ha estado baja, también el Presidente y la aprobación del Gobierno han sido bajas, podría haber algún tipo de relación ahí".
Respecto a los dichos de Jackson, Duval indicó que el tema que aborda ha sido de "un gran debate al interior de las coaliciones de Gobierno, de qué manera ellos enfrentan el Plebiscito final, porque el Gobierno al ligarse a la Convención está señalando, por una parte de que su programa está relacionado de alguna manera a la aprobación del texto constitucional. La pregunta que surge en ese escenario, es ¿qué pasa si no se aprueba la Constitución, se acabó el Gobierno?"
"Esa es una dificultad que queda planteada y no resuelta, porque al ganar una opción de Rechazo (en un supuesto), el Gobierno llegó hasta ahí y se acabó su programa, porque no puede hacer nada más. Ese es un error estratégico importante, indexar de alguna manera el resultado del Plebiscito al programa de Gobierno", acotó Duval.
A su juicio, esta premisa también "puede incidir en el resultado", pues al "ligar el Gobierno al Apruebo, puede considerarse entonces que la evaluación del Gobierno impacte directamente en la valoración que las personas tienen sobre el Apruebo".
Asimismo, el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo (UDD), Gonzalo Müller, coincidió en que "se equivoca el ministro Jackson al vincular, casi como un chantaje, la aprobación del Plebiscito con la posibilidad de realizar reformas, yo creo que extrema el argumento. Y la pregunta clave es qué reformas que quiere hacer el Gobierno no las puede hacer debido a un cambio constitucional necesario (...) Solamente queda como un argumento general y más vinculado a la campaña del Plebiscito que a la realidad".
Con ello, Müller aseveró que en la relación entre el Apruebo y la evaluación del Gobierno, "si bien existe una correlación, esta más tiene que ver con la capacidad de este nuevo discurso del Gobierno y de las señales que dio a partir del discurso del 1 de junio de ordenar a sus fuerzas y de hacerle bajar la intensidad del malestar, a muchos que naturalmente votaron por él y son parte de su coalición".
De acuerdo a Müller, "está claro que mientras más se juega el Gobierno por el Apruebo, más dura va a ser su derrota en caso de que gane el Rechazo en el Plebiscito. Ese es un problema político de un gobierno que ya es débil, porque no cuenta con una mayoría parlamentaria y que por lo tanto, debiera estar concentrado en la gestión, cosa que no ha hecho, porque decidió estratégicamente postergar gran parte de los problemas para después del Plebiscito".
Una mirada distinta planteó Olivares al manifestar que "si eventualmente ganase el Rechazo, el Gobierno deberá cambiar la estrategia de cómo avanzar en sus compromisos. Las expectativas son altas y eso es un arma de doble filo. Por lo tanto, el Gobierno debe armar una hoja de ruta clara y anticiparse a ambos escenarios. Ya sabemos que el Gobierno no está por una tercera vía. Entonces si quiere llevar adelante sus reformas y alinear una política más que de negociar, debe encontrar puntos de encuentro con los actores políticos".
Finalmente, Duval opinó que de ganar el Rechazo, el Gobierno igualmente puede llevar adelante sus reformas, "porque es lo que ha planteado el Presidente de la República durante la campaña y en su último discurso de cuenta pública reiteró cuáles eran los ejes de sus transformaciones y las explicitó claramente, por lo tanto, no creo que estén sujetas a una u otra Constitución el programa de reformas".
Esto, agregó, pasará por "las negociaciones que haga en el Congreso, de ahí las señales que el propio Presidente dio, porque se requieren los votos y los acuerdos para producir estas reformas, no sólo la reforma tributaria que puede ser la base de financiamiento de muchas reformas, sino que requiere los votos de otros sectores políticos".
