En la cuenta pública, el
Presidente Gabriel Boric anunció un paquete de medidas en materia de seguridad, y aunque la atención se la llevó principalmente la iniciativa de "limitación radical" de acceso de civiles a las armas; también anunció que en septiembre enviará indicaciones al proyecto que modernice y fortaleza el Sistema de Inteligencia.
La intención es tener más herramientas para combatir el crimen organizado; uno de los principales problemas a los que ha tenido que hacer frente este gobierno en materia de seguridad. Y para ello,
ya están buscando inspiración en modelos europeos, como el de Inglaterra.
Así lo reveló la ministra de Interior, Izkia Siches, en una entrevista con La Tercera, donde comentó que existe consenso en que "se requiere una inteligencia para las democracias", tema que ya se ha conversado con entidades en materia de DD.HH. que han visitado el país, así como también el propio sistema de Naciones Unidas, "donde se entiende que contar con una inteligencia permite evitar los daños colaterales de las intervenciones de la fuerza en temas tan complejos como el de La Araucanía", afirmó.
A inicios de mayo, Siches ya había reconocido "falencias" en la inteligencia del Estado, durante la presentación de la agenda legislativa en materia de seguridad ante la comisión de Seguridad Pública del Senado. "Cada vez que abordamos un tema complejo; crimen organizado, la quema de los autobuses en relación a los colegios, en nuestro sur con los problemas que enfrentamos, siempre se nos dice ¿dónde está la inteligencia de nuestro país? bueno, tenemos falencias", reflexionó Siches en su exposición.
Por eso, la reforma pretende mejorar las capacidades operativas y de coordinación de los distintos actores, como Fuerzas Armadas, las policías, Gendarmería. Para ello, dijo en la oportunidad, se buscará crear la figura de un coordinador "que tenga una autoridad efectiva en torno a los sistemas, y que permita un control y una anticipación por parte de los distintos gobiernos".
El modelo de inteligencia en Inglaterra
Inglaterra cuenta con un sistema de inteligencia denominado MI5 (Military Intelligence, Section 5) -nombre adquirido desde 1916-, encargado de la inteligencia interna de Gran Bretaña y es dependiente del Ministerio del interior. Años más tarde, se sumó el servicio británico de inteligencia exterior, denominado MI6 (Millitary Intelligence, Section 6).
A su vez, este servicio forma parte de la alianza denominada Five Eyes (FVEY), integrada también por Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos; países que en 1946 firmaron un acuerdo de cooperación conjunta para recabar información de inteligencia.
John Griffiths, experto en seguridad de AthenaLab, comenta a Emol que este sistema "es robusto y está construido sobre la base de una arquitectura de seguridad estatal, que es clave para instalar un sistema de inteligencia en una nación". Además, cuenta con multiplicidad de modelos o dimensiones, como "la humana, la de señales, la geoespacial, es decir, en todos los aspectos".
Por otro lado, se trata de una inteligencia integradora, que no sólo cuenta con personal militar, sino que también la componen civiles y otra parte del reclutamiento apunta a jóvenes universitarios. "Esto es muy positivo, puesto que se produce una interacción entre ellos", recalca.
De hecho, en abril 2021, la MI5 hizo un intento por derribar mitos en torno al organismo y abrió su propia cuenta de Instagram (@mi5official), de modo de acercar el quehacer de la agencia a la población e incluso captar el interés de jóvenes que deseen trabajar en ella.
¿Es viable en Chile?
¿Es viable en Chile un modelo de inteligencia inspirado en Inglaterra? En general, la idea por si sola no genera resquemores entre el propio Griffiths ni en las ex autoridades de Defensa e Interior, Francisco Vidal y Rodrigo Delgado, respectivamente, quienes creen que se trata de "un buen ejemplo". Sin embargo, innovar en esta materia no sería tan sencillo. Según Griffiths, podría tomar "al menos 10 años".
El principal "obstáculo" es, a juicio de los consultados, la propia inteligencia que existe en Chile: más bien disgregada y sin comunicación efectiva entre las partes que la componen, es decir, entre la
Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) y aquellas que forman parte de las Fuerzas de Orden y Seguridad y las Fuerzas Armadas.
"En mi opinión, los mecanismos de inteligencia están más bien coartados en Chile y eso tiene una explicación histórica. Cuando se elaboró la ANI, se pensó en que bajo ninguna circunstancia pensar en la CNI (Central Nacional de Informaciones); y en consecuencia, tras el término de la dictadura, la república democrática debe contar con un organismo de inteligencia acerado y aceitado", recalcó Vidal en conversación con EmolTV.
Por su parte, el ex ministro Delgado recordó que las inteligencias de cada institución "muchas veces tienen que comprender que son parte de un equipo, que hay que compartir la información para poder tener una gran inteligencia nacional, y creo que eso todavía está al debe", y para ello, no sólo hace falta una nueva legislación, sino que pensar en "una nueva lógica de operar; pensar primero en el país y para desde ahí poder tener las mejorar estrategias para combatir a quien haya que hacerlo".
Esto, para Vidal es parte de una "tendencia corporativa" de cada institución a "guardar" la información frente al poder político, lo que, en definitiva "es parte de una cultura arraigada" en su quehacer. En definitiva, una gruesa pared que derribar.
Griffiths, por su parte, y considerando los factores antes mencionados, apunta al diseño: ¿se va a generar una mega estructura en la ANI o nuevos niveles de inteligencia?, "porque tenemos a las FF.AA. como servicios de inteligencia estratégicos y las fuerzas de Orden y Seguridad que trabajan la arista policial, y ahí sólo te queda la ANI, un servicio pequeño de 134 personas", recalca. Por eso, crear una arquitectura de inteligencia será el primer paso, y desde ahí, comenzar a construir un nuevo modelo para Chile.