Si el borrador de Constitución es aprobado en septiembre, la provincia de Chiloé y el conjunto de comunas de San Felipe, Los Andes y Petorca podrían constituirse como regiones en los próximos años.
Esto porque la Convención Constitucional aprobó el martes una norma transitoria que llama a, dentro de un año desde la entrada en vigencia de la Carta Magna, convocar dos consultas "vinculantes e independientes entre sí" para esos sectores, donde se pregunte si aprueban la creación de esas nuevas regiones.
El artículo logró
112 votos a favor, 3 en contra de RN y Colectivo del Apruebo, y 3 abstenciones, del Colectivo del Apruebo e INN. El resto de los convencionales de Vamos por Chile no votó, por considerar que se trataba de una norma "antirreglamentaria".
En específico, la propuesta visada dice que se tendrá que consultar en dos cédulas electorales a estos territorios, y "la cédula electoral contendrá la pregunta: "¿Usted aprueba la creación de la Región Autónoma de Chiloé?" y "¿Usted aprueba la creación de la Región Autónoma de Aconcagua?". Cada una con dos opciones: "Apruebo" o "Rechazo".
Estas consultas tendrán que ser organizadas por "órgano electoral competente" y serán calificadas por el tribunal electoral. Si se aprobaran con al menos la mayoría de los sufragios válidamente emitidos, el Poder Legislativo tendrá que expedir, en dos años, una ley para la implementación de las regiones.
El origen de la propuesta
La propuesta fue defendida y celebrada por varios convencionales, pero sobre todo por los del Colectivo Socialista -Claudio Gómez y Julio Álvarez- y la independiente Adriana Ampuero. Ellos promovieron primero la iniciativa popular de norma llamada "Nuevas regiones de Chiloé y Aconcagua", que logró sumar 16.442 firmas y llegó a la Comisión de Forma de Estado para su tramitación.
Esta era apoyada por diversos movimientos sociales de las zonas, y originalmente planteaba una norma permanente en el cuerpo de la Carta Magna que regulaba la organización territorial del Estado y nombraba a cada una de las regiones. No obstante, derivó finalmente en una norma transitoria.
"Los convencionales estimaron que estipular expresamente en el texto constitucional cuáles serían la regiones autónomas en Chile era perjudicial, pues petrifica la división-político administrativa del país, haciéndola mucho más difícil de modificar", explicó Adriana Ampuero (Ind).
¿Es reglamentaria?
"La norma de creación de nuevas regiones es antirreglamentaria porque no tiene una norma de fondo que la justifique. El borrador, que establece las entidades territoriales, no define cuáles son las regiones del país. Para que exista una transitoria tiene que haber una permanente en la que se sustente", criticó Manuel José Ossandón (RN), que alegó lo mismo durante la sesión del pleno.
Los impulsores de la norma dudan de la interpretación de Ossandón, pues según argumentan ya hay normas permanentes en el borrador que hablan de que en la creación de las entidades territoriales debe haber procesos de participación popular, y se regula todo lo relacionado a las "regiones autónomas", por lo que el artículo "se desprende" de esas disposiciones.
Sin embargo, para Ossandón, "debe ser el Parlamento el que a través de antecedentes técnicos, acabados, defina nuevas regiones, y no la Convención, más allá de las proyecciones electorales de alguno de los constituyentes".
Pero según Ampuero, eso también estuvo entre las consideraciones de los convencionales que participaron de la redacción de la propuesta.
"Se consideró que esta era facultad del Congreso Nacional, por lo cual en base a la facultad de la Comisión de Forma de Estado de revisar la división-político administrativa del país y en base al artículo de entidades territoriales, se respetó la voluntad central de la iniciativa popular con indicaciones que permitieron una consulta vinculante y se mandata al legislador para su creación e instalación", comentó la convencional.
