"Nos habría gustado saber con anticipación", dijo el 20 de junio la ministra de Minería, Marcela Hernando, reconociendo que ella no se enteró antes de la decisión de Codelco de cerrar la fundición Ventanas en Quintero. En una reunión de directorio del viernes 17 de junio, la estatal tomó la determinación -estudiada hace años- días después de un episodio de contaminación atmosférica en la zona y que se atribuye a la planta.
"Sabíamos que se iban a juntar para hablar de Ventanas, por lo tanto, era previsible que pudieran tomar un acuerdo así, pero no podías estar seguro", ahondó la secretaria de Estado, dando cuenta de la distancia que se generó entre ella y la dirección de la estatal liderada por Máximo Pacheco y que, con el pasar de los días, no ha menguado.
En efecto, la titular de Minería quedó al margen de la determinación, empujada por el
Presidente Gabriel Boric para cumplir su promesa de comenzar a poner fin a las zonas de sacrificio, en línea con el sello verde de su Gobierno. Para ello, el jefe de Estado se habría apoyado en el propio Pacheco y en su ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El anuncio no solo evidenció su quiebre con Pacheco, el cual se arrastraba desde antes debido a que el ex ministro de Energía durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet no era la carta que ella había propuesto para encabezar la cuprífera, sino que también tensionó su relación con los sindicatos de trabajadores del cobre.
Con ellos, Hernando construyó una estrecha relación gracias a los vínculos que tejió mientras lideró la comisión de Minería de la Cámara de Diputados en el último periodo legislativo. Desde los gremios, aseguran que mientras estuvo en el Congreso, la parlamentaria se alineaba con sus demandas y planteamientos.
Un ejemplo de ello, según comentaron fuentes del sector a Emol, fue el anuncio que hizo ante el Parlamento dos días antes de que Boric y Codelco dieran el vamos al cierre, de que se invertirían 53 millones de dólares en la fundición para que cumpliera con la norma ambiental, lo cual fue aplaudido por los funcionarios.
Sin embargo, el portazo a esa alternativa dejó a la ex diputada en una compleja posición ante los empleados, que la acusaron de sostener un discurso para ellos, otro para el Gobierno y uno distinto para los medios de comunicación.
"No sabemos cómo se está moviendo, nos cuesta un mundo entenderla", aseguran desde los gremios.
En medio de ese escenario, aparte de sus dificultades con Codelco y los trabajadores, la ministra sumó otro flanco: Su relación al interior del propio gabinete, en donde hubo incomodidad con el papel que cumplió antes de la ratificación del cierre como después y por sus comentarios sobre el proceso, tras dejar en claro que no había sido informada.
A ello se sumaron los dichos que realizó este viernes, en los cuales reconoció que en el proceso, que incluyó un paro nacional entre miércoles y jueves, "ha habido muchas fallas comunicacionales de todos nosotros y yo creo que hay que hacer ese mea culpa (…) fue la reacción de rechazo a este anuncio el que impidió el diálogo".
Ante ello, la jefa de gabinete, Izkia Siches, dio una señal al respecto tras encabezar el consejo de gabinete, recalcando que "lo que nos ha encomendado el Presidente es que trabajemos como equipo (…) porque entendemos que los desafíos que nos ha planteado requieren la colaboración de todos y todas".
Espacio para revertir
Sin embargo, más allá de los problemas que vivió esta semana, los involucrados en las conversaciones que rodean el cierre de Ventanas coinciden en que la secretaria de Estado cuenta con una oportunidad para revertir su suerte, con el rol que debe cumplir con la modificación de la ley 19.993 que viabilizaría el fin de las faenas.
De hecho, en eso ya tuvo avances en la segunda cita de coordinación prelegislativa sobre ese tema, la cual se realizó en la sede del ministerio de Minería con la presencia de los líderes de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y el ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson.
Según comentaron algunos de los presentes en el encuentro a este medio, Hernando "lideró la reunión, estuvo al mando de la mesa, y
en ese aspecto la vimos bien, más empoderada", en relación a los diálogos en los que participó entre el sábado pasado y hoy, en los cuales se le vio con menor margen de acción.
Entre los trabajadores coinciden además en que no toda la responsabilidad de la polémica recae en la ministra, sino que responde a "una descoordinación de todo el gobierno", lo cual ejemplifican en la división que hubo en el directorio de Codelco al momento de decidir sobre el cierre de Ventanas.
"Primero le endosaron esto al gobierno corporativo de Codelco, pero este tiene cuatro designados por el Presidente de la República. Por tanto, uno pensaría que están en línea, pero según la información que manejamos la decisión fue adoptada por 5 votos a 3, entonces están muy divididos internamente", sostiene un líder sindical.
La única ministra del PR
Otro aspecto a analizar sobre el futuro de Hernando es el respaldo político con el que cuenta, debido a la frágil posición de su colectividad al interior del Gobierno. De hecho, es la única ministra del Partido Radical en el gabinete, tienda que además es la que está más al centro de las dos coaliciones que respaldan a Boric.
Según comentaron al interior del oficialismo, en la última reunión del comité político con los líderes de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático,
el presidente del PR, Alberto Robles, hizo un punto de cuestionamiento sobre la decisión de cerrar Ventanas sin tener un plan respecto de las otras industrias que están en la zona.
Sin embargo, el líder radical no habría hecho una defensa en particular de la ministra por el hecho de haber sido marginada de la determinación anunciada por el Mandatario. No obstante, no se descarta que haya podido plantear el tema de forma privada a alguna autoridad del Gobierno.
Cabe destacar que Hernando mantiene una buena posición en el PR, partido al que llegó en 2013. De hecho, fue vicepresidenta en la última mesa directiva y en la colectividad valoran que posee lazos con todos sus sectores, sin vincularse a alguno de los liderazgos históricos como el de José Antonio Gómez o Carlos Maldonado.
"No tiene grandes detractores dentro", aseguran al interior de la tienda, junto con destacar que es la figura femenina más importante que ha tenido el radicalismo en los últimos años. Sin embargo, todos esos antecedentes no asegurarían su respaldo absoluto en caso de que su situación en el gabinete empeore.
Ello, por dos motivos: Uno, la escasa vinculación del equipo de Hernando con el PR, ya que ninguno de sus asesores tiene nexos con el radicalismo, y dos, que en caso de caer, la prioridad para la colectividad será defender su cupo en el equipo ministerial y no su permanencia en la cartera.