"La nueva Constitución de Barraza tendrá más candados y gastos (…)", escribió en Twitter el pasado 14 de junio la senadora Ximena Rincón (DC). Una frase que generó controversia al interior de la Convención porque aunque varios convencionales reconocen que el aludido constituyente es "muy bueno para articular", señalan que "es muy malo para sacar réditos políticos".
Desde la instalación de la Convención, el constituyente Marcos Barraza (PC, por el distrito 13) se alzó como uno de los articuladores de Chile Digno, el colectivo que hoy integra junto con otros diez convencionales, cinco de ellos militantes de su mismo partido (Bárbara Sepúlveda, Carolina Videla, Valentina Miranda, Éricka Portilla y Hugo Gutiérrez). Una de las razones de ello es que, junto con Gutiérrez, Barraza es de los que más carrera política tenía, pues fue ministro de Desarrollo Social durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Desde esa cartera, de la cual depende la Conadi, desarrolló empatía con aspiraciones de los pueblos originarios. De hecho, Chile Digno fue el primer colectivo en apoyar las demandas que impulsaban los representantes de escaños reservados en la Convención.
Asimismo, hasta marzo mantuvo una relación cercana con convencionales que ahora forman el Bloque Popular (Mov. Sociales Constituyentes, Pueblo Constituyente, Coordinadora Plurinacional y escaños reservados). Según explican, esto se generó desde el inicio de la Convención cuando Chile Digno entregó las firmas necesarias a Elisa Giustinianovich (Mov. Sociales Constituyentes) para que fuera vicepresidenta adjunta y cuando lideró la idea de fijar el quorum de aprobación de normas constitucionales en tres quintos. Si bien esto no concitó mayoría, en la misma negociación se logró dejar en el reglamento un plebiscito dirimente para las normas que no lograran dos tercios, pero sí tres quintos,
algo que estaba fuera de los márgenes que fija la Constitución vigente a la Convención.
Eso sí, esa relación se fue desgastando. En esta última etapa, durante la discusión en la comisión de Normas transitorias que coincide con la llegada de Apruebo Dignidad al Gobierno, la visión al interior del Bloque Popular cambió y algunos de sus miembros sostienen que la voz de Barraza fue "más oficialista" y que intervino en contadas ocasiones. Una de ellas fue en el debate la transición del Senado a la Cámara de las Regiones, momento en el que el exministro instó para que los actuales senadores se mantuvieran en el cargo solo hasta 2026.
Las aspiraciones de Barraza estaban claras. En su programa como candidato a constituyente propuso un "Estado social y democrático de derechos", una "Constitución feminista, paritaria e igualitaria" y un "Estado plurinacional". Todos ellos conceptos que están en el borrador.
Igualmente, varios constituyentes mencionan que el exministro es un negociador, aunque "siempre pierde". Según un estudio realizado por el académico de la U. del Desarrollo Jorge Fábrega, el 67,56% de las normas de las siete comisiones temáticas que Barraza votó de manera favorable, se aprobaron. El psicólogo se ubicó en el lugar 47 de los 154 convencionales de acuerdo con la eficacia de su voto.
El triunfo presidencialista
Barraza integró la comisión de Sistema político desde donde impulsó junto con Bárbara Sepúlveda un modelo presidencial atenuado con una vicepresidencia paritaria. Una vez que el Frente Amplio se abrió a un modelo semipresidencial, el psicólogo estuvo dispuesto a negociar el punto hasta con convencionales de la UDI y Republicanos.
Así, la postura de tener un
presidencialismo atenuado primó, pero con matices respecto de lo planteado en un comienzo, pues ni los cargos de ministro de gobierno (impulsado por el Frente Amplio) ni de vicepresidencia paritaria (Chile Digno) prosperaron. Si bien al interior de la comisión no ven que esta sea una victoria propia de Barraza, reconocen que fue él quien cruzó el puente para negociar directamente con la derecha y conseguir los votos.
Pero no todo fue un triunfo para él en Sistema político. El exministro también buscó instaurar un Poder Legislativo unicameral que, en un comienzo, denominaron en conjunto con el Frente Amplio como "Congreso Plurinacional".
"Un sistema unicameral que evite las negociaciones eternas que entraban el debate democrático, en el marco de un equilibrio en que se distribuyan y se den adecuados contrapesos de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, forman parte de este cambio", anunciaba Barraza como una de sus aspiraciones en su discurso de apertura el 21 de octubre pasado.
Si bien la iniciativa tuvo mayoría en primera instancia en la comisión (13 votos a favor y 12 en contra), no contó con los votos suficientes en el pleno y tuvo que ser renegociada. Quienes estuvieron en esas discusiones cuentan que el psicólogo "tironeó lo que más pudo" para que el modelo "quedara lo más unicameral posible". Finalmente, la propuesta de la Convención plantea un Poder Legislativo con un Congreso de Diputadas y Diputados y una Cámara de las Regiones, esta última con más atribuciones de las que quería Barraza, pero menos que el actual Senado.
Participación ciudadana
El 16 de febrero fue la votación del primer informe de la comisión de Forma de Estado, que contenía la creación de la Asamblea Legislativa Regional dotada de "potestades legislativas, resolutivas y fiscalizadoras en el ámbito de sus competencias". Pero la idea, que había concitado un amplio apoyo en la comisión, no logró su aprobación en el pleno al obtener 100 votos a favor, 52 en contra y dos abstenciones.
Uno de los votos en contra fue justamente de Barraza, quien incluso destinó parte de su intervención para señalar que el "exceso en atribuciones legislativas puede resultar perjudicial en la perspectiva de transformaciones que persigue esta Convención Constituyente".
Ese fue un triunfo de Barraza, pero no el único. En su discurso del 21 de octubre señaló que "solo la más amplia participación permitirá instaurar una verdadera democracia popular. Por eso debemos impulsar un nuevo sistema político, en el que la deliberación no se limite a la emisión de un voto para elegir autoridades cada cierto número de años. La democracia en los territorios, la iniciativa popular de ley, los plebiscitos vinculantes y la revocabilidad de ciertos cargos son instrumentos eficaces para este fin"”. Todas, menos la revocación de mandato, son parte del borrador constitucional.
Para Barraza era fundamental también la "nacionalización del cobre y de otros bienes públicos estratégicos". Así lo dijo en entrevista con "El Mercurio" el 12 de febrero y en su discurso del año pasado: "Se debe reconocer que tanto el Estado como los privados pueden llevar adelante iniciativas productivas, reservándole al Estado los instrumentos necesarios para la planificación estratégica de la actividad económica", dijo.
Es por ello que, aunque no era miembro de la comisión de Medio ambiente, igualmente participó de algunas negociaciones. La nacionalización no quedó en el borrador constitucional —es "una batalla que tenemos que dar en otra parte", cuentan convencionales que dijo Barraza después de las votaciones—, igualmente la propuesta de la Convención consagra que "el Estado establecerá una política para la actividad minera y su encadenamiento productivo".