"No es algo que esté sujeto al resultado del Plebiscito. En cualquiera de los escenarios, nosotros vamos a trabajar por implementar nuestro programa de Gobierno, sea ganando el Apruebo o Rechazo", dijo la noche del martes el Presidente Gabriel Boric a AricaTV, instalando un debate que ha complicado a La Moneda ya desde hace un tiempo.
Y es que si bien han asegurando que seguirán gobernando después del 4 de septiembre, sea cual sea el resultado, sin embargo, otras voces han condicionado el éxito del Ejecutivo al del Plebiscito. Así lo hizo el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, quien afirmó a El Mercurio que "si gana el Rechazo, muchas de nuestras reformas no se podrían llevar adelante".
El tema ha generado preocupación en el oficialismo ante la baja en la aprobación del Gobierno y del Apruebo, lo cual incluso ha llevado a algunos a pedir un cambio de gabinete para mejorar la gestión.
Opiniones del mundo político
Tras los dichos de Boric, el senador del PS Juan Luis Castro consideró que "no solo hubo un cambio de tono, hubo un cambio de estrategia, porque -en definitiva- en una decisión correcta se empieza a separar la figura presidencial del resultado del Plebiscito, sabiendo que el Presidente está por el Apruebo, pero también sabiendo que ya el escenario es tan estrecho y complejo que no se puede apostar todo el capital político del Presidente solo en la opción del Apruebo, porque si este no triunfa se desmorona la estrategia de Gobierno y su programa".
"Por eso creo que es una decisión acertada, que yo valoro, y que coloca paños fríos a lo que algunos creían que era un resultado carrera corrida y que va a resultar mucho más estrecho que lo que todos imaginábamos", acotó Castro a Emol.
Según el senador del Frente Amplio Juan Ignacio Latorre (RD), "lo que el Presidente dijo es que claramente son dos cosas distintas. Una cosa es la evaluación, según las encuestas de la foto de la semana, donde sube y baja según distintas consideraciones. Pero yo he visto una muy buena percepción de la ciudadanía y una relación de mucho cariño y cercanía, por ejemplo, en este viaje a Arica, no se si eso lo rescatan las encuestas que a veces son fotografías muy sesgadas (...) Dicho eso, una cosa es la evaluación semanal del Gobierno y otra cosa es el resultado de un Plebiscito histórico donde por primera vez la ciudadanía en democracia va a definir si quiere o no esta propuesta de nueva Constitución".
"Por lo tanto, una nueva Constitución traspasa los límites de un gobierno de turno como el del Presidente Boric. La idea de una nueva Constitución es que sea un nuevo pacto jurídico y de convivencia democrática y de relaciones de poder para las próximas décadas. Entonces creo que no es comparable una cosa con la otra", añadió Latorre.
"Me parece muy bien que el Presidente desvincule el destino del Gobierno al destino del Plebiscito, el Gobierno no tiene por qué asumir una mala propuesta del borrador constitucional que no logró unir a los chilenos, porque independiente de que gane el Apruebo o el Rechazo, hay una cosa que a esta altura todos tenemos más o menos claro, y es que esta Constitución no logró transformarse en la casa común de todos los chilenos y chilenas. Por eso todas las encuestas dan por ganador al Rechazo, con un margen importante", opinó el senador DC Matías Walker.
A juicio de Walker, "hace bien el Gobierno al no vincular su destino al de la Convención. Yo creo que hace bien al Presidente de la República dejando atrás esa tesis del ministro Jackson que tanto daño le ha causado al Gobierno".
Desde Chile Vamos, la jefa del comité de senadores RN, Paulina Núñez, opinó que "el cambio de tono del Presidente Boric respecto al Plebiscito del próximo 4 de septiembre es una dosis de realismo frente al alza del Rechazo en la ciudadanía. Es evidente que la opción Apruebo va de la mano con la coalición oficialista y obviamente la mala gestión del Gobierno la va afectar".
"La coalición de gobierno ha levantado durante años, ha hecho campaña y construido su base política en base a muchas de las propuestas que hoy la ciudadanía está rechazando del texto de la Convención Constitucional y de la mano de varios de los personajes que lamentablemente se farrearon la oportunidad de generar una real casa de todos, así que intentar desmarcarse de este mal texto es imposible", sentenció Núñez.
Por su parte, el jefe del comité de senadores UDI, Iván Moreira, aseguró que "este es un Presidente que constantemente se da volteretas, este es un Presidente de volteretas buenas y de volteretas malas. Me parece que el Gobierno definitivamente se asustó, porque el Twitter y las encuestas no lo están acompañando. Todos los chilenos sabemos que el Presidente no se puede desligar de los resultados, porque su programa es la misma nueva Constitución. Él no puede separar aguas, el éxito de su gobierno está basado en un programa que es interpretado fielmente por el borrador de la nueva Constitución".
De acuerdo a Moreira, "es muy tarde para hacer la diferencia, porque el Presidente permitió que sus ministros no prescindieran de expresar apoyos a la Convención. A mí me parece que el Gobierno tiene que hacer una evaluación no desde la perspectiva del amiguismo, sino que de qué le conviene al país y su gobierno, porque lamentablemente se está cayendo. En ese contexto, hemos coincidido con parlamentarios del oficialismo de que se hace necesario un ajuste ministerial", aludiendo a debilidades de ministros como Jackson y de la titular del Interior, Izkia Siches.
El análisis de los expertos
Es claro que el tema genera opiniones divididas entre los parlamentarios del oficialismo y la oposición. ¿Pero qué opinan los expertos al respecto? El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, dijo que "de alguna manera los datos de la realidad, el contexto político, lo que muestran los estudios de opinión, dan cuenta de una realidad distinta a un año atrás cuando se instaló la Convención y por lo tanto, ese baño de realidad es un factor que el Presidente considera, porque probablemente no lo pueda decir en público, pero cualquier gobierno tiene que proyectar escenarios posibles".
"Lo que está haciendo el Presidente es dar una señal en esa dirección, o sea, el escenario de que gane el Rechazo también es una opción y frente a eso el Presidente dice; 'bueno, a partir del 5 de septiembre el país tiene que seguir funcionando, tenemos que seguir de alguna manera gobernando', porque no puede ser que esto quede sujeto a lo que plantee la constitución o al resultado del plebiscito", sostuvo Moreno.
En la misma línea, el académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, planteó que "el hecho refleja la tensión que existe en el Gobierno frente a una estrategia por el Plebiscito, en el sentido de que cuán comprometido está el Gobierno con el Plebiscito del 5 de septiembre, esa definición estratégica ha estado en el debate al interior del Gobierno, y de ahí que hemos visto distintas visiones. Yo espero que con esto el Presidente cierre el debate, sería muy difícil que el debate continuara en la coalición, pero me parece que va a seguir porque no está cerrado. No sé si el Presidente haya zanjado claramente el debate".
Y agregó que lo que hizo fue "fijar una posición respecto al Plebiscito y cómo ahí hay visiones contrapuestas al interior del Gobierno y sus alianzas, el debate ha ido en alza, producto del alza que ha experimentado el Rechazo. Cuánto de ahí el Gobierno, porque le quedan tres años, cuánto de eso va a tener que cumplir respecto de su propio programa".
Pese a que Duval expresó que de ahora en adelante "uno esperaría que hubiera mayor coordinación (frente al tema), pero lo que se ha visto hasta ahora es más bien descoordinaciones que coordinaciones y eso ha sido en todos los ámbitos, ha sido un problema del propio Gobierno".
Finalmente. Moreno concluyó que es tarde para intentar cerrar el tema, pues "el daño ya está hecho, porque la gente no ve esa separación entre Gobierno y Convención-Plebiscito. Para la gente se produce este efecto de casi de una relación muy indisoluble entre el proceso constituyente y el Gobierno, porque el Gobierno tempranamente no hizo el esfuerzo por descontitucionalizar su gestión".