"Sabemos que tenemos un parlamento en el que están equiparadas las fuerzas políticas y por lo tanto necesitamos llegar a grandes acuerdos", dijo ayer jueves el Presidente Gabriel Boric, al referirse a la discusión que tendrá que enfrentar el Gobierno en el Congreso sobre la reforma tributaria que presentará esta jornada.
Desde Arica, en donde encabezó una reunión del consejo de seguridad nacional, el Mandatario aseguró que "he conversado con diferentes parlamentarios y en general ha habido un dialogo político y social amplio", junto con recalcar que "lo que yo he visto hasta el momento es que hay amplio consenso".
Ello, comentó, se ha producido "independiente de las diferencias políticas o algunas discusiones técnicas que estamos disponibles a dar el Congreso”, hecho que a su juicio le permite avizorar que “hay buena voluntad para poder concretar esta reforma".
Algo de eso se pudo apreciar minutos antes de que emitiera esas declaraciones en el Liceo Artístico Juan Noé de Arica, en donde sostuvo un amable encuentro con el senador de la UDI por la región, José Durana, quien le expresó su voluntad y la de su partido para debatir sobre los detalles de la medida.
"Cuento con su apoyo para la reforma Tributaria", le dijo Boric, a lo cual el legislador contestó positivamente. La respuesta sorprendió al jefe de Estado: "¿En serio?", exclamó el jefe de Estado con una amplia sonrisa, aunque el parlamentario le advirtió que igual deben revisar "algunos detalles".
Tras el contacto, Durana explicó a Emol que dichos detalles tienen que ver con el tema del royalty minero. "Yo tengo una diferencia respecto a que finalmente se va a tributar en torno a los precios de venta y no considera los costos, hoy actualmente es en relación al margen y la utilidad y eso permite generar precios de competencia", indicó.
Asimismo, mencionó que "lo otro, como ariqueño, es que quiero saber cómo viene la ley de zonas extremas en esta reforma, porque esa ley termina el 2025".
Consultado sobre cómo se percibe la discusión en la UDI, el senador señaló que "la verdad es que hay un consenso en torno a que si bien se tiene la importancia sobre la base de generar una reforma que incremente puntos del PIB, no puede ser perjudicial en función de lo que estamos viviendo hoy día con el aumento de la inflación".
"Es decir, cómo generamos una reforma que converse con la situación que estamos viviendo actualmente, porque si los inversionistas se van, ¿qué vamos a recaudar, qué empleabilidad vamos a tener?", concluyó.