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Investigación revela esperanzador renacimiento de araucarias en reserva arrasada por incendio de 2015

Expertos de la Universidad de La Frontera estudiaron el impacto que tuvo del siniestro en la Reserva Nacional China Muerta, donde se vieron afectadas unas 2 mil hectáreas, equivalente al 23% de su superficie.

08 de Julio de 2022 | 15:11 | Redactado por F.Fernández
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Reserva Nacional China Muerta, 2015.

EFE (Archivo)
A siete años de uno de los mayores incendios forestales de bosque nativo ocurrido en una reserva nacional, una investigación de la Universidad de La Frontera reveló que, pese a la severidad de los efectos del fuego, existe un "esperanzador renacimiento".

Un equipo de expertos del Departamento de Ciencias Forestales de la casa de estudios, liderado por el biólogo en recursos naturales, Andrés Fuentes, ha trabajado en evaluar el impacto del siniestro, con el objetivo de restaurar y analizar lo ocurrido en la comuna de Lonquimay, específicamente en la Reserva Nacional China Muerta.

La investigación demostró que la araucaria es una especie con una buena capacidad de recuperación post-fuego. De hecho, explicó que varios individuos, especialmente los más jóvenes, han sido capaces de generar nuevos brotes después del fuego porque no murieron completamente, como sí ocurrió con los ejemplares adultos afectados y que también eran los más grandes.

Además, al año inmediatamente después del incendio hubo una alta producción de piñones por parte de las araucarias que no tuvieron un daño tan grande. "Probablemente fue una respuesta reproductiva frente al mismo estrés del fuego", señaló.

Fuentes, quien es doctor en Ecología y Biología Evolutiva por Iowa State University (EEUU), aseguró que el ciclo de vida de la araucaria es muy lento. "Crecen a tasas bastante reducidas en los períodos anuales. Para que se recupere un bosque naturalmente necesitamos a lo menos unos 150 a 200 años", destacó. En el mejor de los casos algunas araucarias pueden comenzar a producir semillas entre los 20-40 años, es decir comienzan a ser reproductivas, pero lo normal es que pasen de uno a dos siglos para que el bosque se desarrolle más completamente.

Añadió que "en la Reserva Nacional China Muerta estamos viendo una recuperación natural de las araucarias. Eso es bueno porque va a asegurar un repoblamiento paulatino que se puede complementar con actividades de restauración y plantación". De hecho, una de las principales tareas del grupo de investigadores ha sido trabajar en la producción de plantas de araucaria y su plantación en terreno utilizando semillas colectadas de la misma reserva. A la fecha, se han plantado más de 300 araucarias en áreas afectadas por alta severidad de fuego, que es donde hay menores densidades y para potenciar la restauración de estos sitios.

Otra especie de la reserva que preocupa a los investigadores es la lenga. En las zonas donde el incendio fue muy severo y el fuego lo carbonizó todo, la lenga no está recuperándose, ya que no está produciendo semillas ni tampoco están llegando de otros sitios. "Cuando se quemó el bosque hicimos estudios de nutrientes de suelo y los niveles de nitrógeno, que es muy importante para el desarrollo las plantas, prácticamente cayeron más de 50%, porque cuando se expone a la alta temperatura de un incendio forestal se pierde mucho nitrógeno, se volatiza. Por ende, el suelo presenta menos recursos nutricionales y cuesta más que las plantas se recuperen", comentó Andrés Fuentes.

"En la Reserva Nacional China Muerta estamos viendo una recuperación natural de las araucarias. Eso es bueno porque va a asegurar un repoblamiento paulatino que se puede complementar con actividades de restauración y plantación"

Andrés Fuentes, biologo
El biólogo estima que la recuperación del bosque va a seguir su ritmo natural, siempre y cuando no existan otras perturbaciones importantes.

El incendio de 2015 afectó a unas 2.024 hectáreas de China Muerta, lo que equivale a cerca de 23% de su superficie. La mitad del área siniestrada estaba cubierta por bosque de araucaria. La reserva está cubierta en más de 80% por bosques de esta especie nativa. De hecho, dicha Reserva Natural cuenta con una de las poblaciones de araucaria pura, es decir sin estar mezclada con otro árbol, más grandes dentro de la distribución de la especie en Chile.

"Con este proyecto buscamos seguir impulsando el aporte que desde las ciencias y la investigación podemos entregarle a nuestra sociedad. En este caso, lograr un mejor conocimiento y conservación del bosque nativo, un patrimonio de todos los chilenos y de la humanidad, que debemos cuidar para esta y todas las generaciones venideras", detalló el Vicerrector de Investigación y Postgrado de UFRO, Dr. Rodrigo Navia.

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