Muchos han sido los personeros de distintos sectores que han planteado, desde que se presentó la propuesta constitucional el lunes, que sea cual sea el resultado del plebiscito de salida -Apruebo o Rechazo- debe seguir el proceso.
Así lo planteó en una carta el expresidente de la República, Ricardo Lagos, quien aseguró que ninguna de las dos Constituciones logra unir al país. Pero, esta jornada, su hijo, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) fue más allá.
El parlamentario, en conversación con Radio ADN, abordó el eslogan que han usado sectores de derecha para abogar por el Rechazo, pero "para reformar". En ese sentido mencionó que hay una "legítima desconfianza o duda" por parte de las izquierdas.
A raíz de eso aseguró que "Primero, que cada uno diga lo que quiere hacer (…) Y después vemos si hay espacio para un entendimiento político en esta materia, un
entendimiento político grande, el 15 de noviembre fue un entendimiento político".
Pero, ¿Hay ánimos de parte de los partidos para un acuerdo de tal magnitud como lo fue el del 15-N?, más allá de solo querer reformar la actual Constitución, de ganar el Rechazo.
Evelyn Matthei, alcaldesa UDI de Providencia, ha sido la primera de la oposición en plantear la idea, aunque, según comentó en el programa 100 Indecisos de Mega, hablaba "en nombre de mi sector". "No va a ser una reforma de este texto que acaban de entregar, que es pésimo, y tampoco puede ser reforma del que existe", dijo Matthei, sino que sería "un tercer texto".
Asimismo, el jefe de bancada de los senadores UDI, Iván Moreira, demostró también que esa es la idea del partido, asegurando que el haberse suscrito al acuerdo del 15-N les da legitimidad para que les crean.
"Vamos a votar a favor la reforma a los quórums de 4/7 (que se tramita actualmente en el Senado)", dijo Moreira, pero igualmente fue más allá. "Es importante señalar que es un compromiso de honor una nueva Constitución para salvar a Chile de un borrador que quiere borrar nuestra historia y hacer desaparecer todo lo que hemos construido todos estos años", agregando que "un acuerdo político si es posible, pero para eso necesitamos la voluntad de todos los sectores, y no nos vamos a cerrar".
Quien confirmó estas palabras ha sido su colega y presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán -quien fue parte del 15-N. "Nosotros vamos a seguir dando señales en los próximos días, con declaraciones de principios que nos permitan avanzar en la dirección de afirmar que RN va a dar un
paso decisivo para ser los constructores en un acuerdo amplio, diverso, transversal y ciudadano para una nueva carta fundamental", aseguró.
A ese relato por parte del sector también ha suscrito el senador Evópoli, Felipe Kast, quien también participó del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. "Valoro que el senador Lagos Weber se dé cuenta de la necesidad de volver al espíritu que tuvimos el 15 de noviembre, y poder pensar en una alternativa de un acuerdo transversal, que genere unidad y no división como lo ha hecho desgraciadamente la Convención Constituyente".
Por parte de la Democracia Cristiana, que para este plebiscito se encuentra dividida -algunos por el Apruebo y otros por el Rechazo- han adherido también a este llamado de unidad.
"(Vemos) quienes efectivamente están dispuestos a hacer los cambios que requiere la nueva Constitución y quienes están dispuestos a tener un proceso que nos permita hacerle cambios a la actual para tener un nuevo texto. Eso nos va a permitir
ir conociendo las posiciones antes del plebiscito y con eso puede fluir una negociación que nos permita realmente a una Constitución que nos reencuentre", dijo a Emol el único convencional que logró obtener la DC,
Fuad Chahin, quien está por el Rechazo.
Por esa misma opción se inclinó el senador Matías Walker, quien cree "absolutamente factible" la idea de un nuevo pacto político. "Ante la incertidumbre del resultado electoral (..) podamos acordar que, independientemente del resultado, va a haber contenidos mínimos para propiciar en la nueva Constitución. A mí me parece bien, me parece interesante".
Mirada distante del oficialismo
En tanto el oficialismo -Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad- se ha mostrado un poco más reacio a esta posibilidad, ya que ellos están, inicialmente, por aprobar este texto. Algunos a secas y otros para reformar -como lo ha revelado el PPD.
"Toda iniciativa de acuerdo, de dialogo, de nuevas leyes, reforma interpretativa, tenemos la mejor disposición a analizarlas, pero después del 4 de septiembre. La discusión de cambios de manera anticipada creemos que pueden llevar agua al molino del apruebo o el rechazo según quien los proponga", dice el diputado socialistas Leonardo Soto, quien participó del acuerdo del 15 de noviembre.
Además, aseguró que no le cree a la derecha: "Vengo escuchando ideas para cambiar estructuralmente la Constitución actual desde el mismo 80. Llevamos 40 años escuchando la misma cantinela y existen pocas ilusiones de que hoy día estas afirmaciones que hacen sean verdaderas".
Y es la tesis generalizada del oficialismo. "Lo que ahora sugieren es un acuerdo de la
clase política para decidir por la ciudadanía lo que debería cambiar y lo que no. Yo le pondría paños fríos a la ansiedad de algunos, que la gente se pronuncie sobre si quiere terminar con el abuso de la actual Constitución que tanto les acomoda a algunos.
Después habrá tiempo suficiente para conversar", indicó por su parte la diputada de Revolución Democrática,
Catalina Pérez, quien también estuvo presente el 15N representando a s partido.
Desde el Partido Comunista, el cual no suscribió al acuerdo por la Nueva Constitución, la senadora Claudia Pascual aseguró que "pedir acuerdos tipo el 15 de noviembre sin haber realizado el Plebiscito de salida del proceso constituyente parece extraño. O se busca facilitar el camino al Rechazo o se busca tranzar antes del resultado qué materias no se respetarán de la nueva Constitución ganando su aprobación". Y continuó: "Ninguna de esas dos posibles razones me parece pertinente en este momento. Creo que debemos esperar el resultado del 4 de septiembre".