"El pueblo unido avanza sin partidos" gritaban al cierre del último pleno de votaciones los convencionales del llamado Bloque Popular, integrado por independientes de los colectivos Movimientos Sociales Constituyentes, Pueblo Constituyente, Coordinadora Plurinacional y escaños reservados. Aunque muchos interpretaron que era solo una arenga más, el grito era para demostrar su molestia hacia el sector oficialista de la Convención, es decir, el Colectivo Socialista, Frente Amplio y Chile Digno (PC y otros). Era la muestra definitiva de que terminaban el proceso distanciados y que, de ahora en más, separarían aguas.
En la antesala de la entrega de la propuesta constitucional al Presidente Gabriel Boric, convencionales independientes realizaron una actividad en el teatro comunitario Novedades, en el barrio Yungay. "Hoy cerramos simbólicamente nuestro trabajo constituyente, junto a queridas y queridos colegas convencionales, en una actividad popular organizada por diversos colectivos independientes", publicaba en Instagram el pasado domingo la todavía presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros. En el mismo barrio, pero en la plaza Yungay, la Coord. Plurinacional convocó a un acto "político y cultural". En ninguno de las dos actividades participaron el Frente Amplio, Chile Digno ni el Colectivo Socialista.
La situación la mañana del lunes fue similar. Aunque que los colectivos de izquierda que participaron en la Convención llaman a aprobar el texto, mientras los escaños reservados realizaron ceremonias junto a la Coord. Plurinacional antes de llegar al ex-Congreso, los convencionales de la coalición de gobierno marcharon como Apruebo Dignidad y Mov. Sociales Constituyentes hizo su propia convocatoria.
Ahora, para la campaña legal que comenzó este miércoles, la división sigue. Desde los independientes pidieron al Consejo Nacional de Televisión ser considerados en la distribución de minutos para la franja, mientras Apruebo Dignidad se agrupa en la iniciativa ApruebaxChile, que podría contar con el Partido Socialista para el despliegue territorial, pero no para la franja. De hecho, este miércoles lanzaron la campaña.
Entre los exconvencionales reconocen las diferencias y la evidente distancia, pero señalan en privado que buscarán mostrar unidad para trabajar por el Apruebo hasta el 4 de septiembre. Después de eso, dicen, podrán exponer cada uno de los problemas.
Los motivos del conflicto
El distanciamiento comenzó hace al menos cuatro meses, cuando los convencionales oficialistas rechazaron la propuesta que buscaba equiparar a los independientes con los partidos políticos para las futuras candidaturas al Parlamento. Por eso, cuando el martes de la semana pasada se rechazaron los ajustes a las normas transitorias (con abstenciones y votos en contra del Frente Amplio, socialistas y Chile Digno, además de la derecha y el Colectivo del Apruebo), ante el abucheo generalizado del Bloque Popular en la instancia, Alejandra Pérez (Coord. Plurinacional) alzó la voz preguntando: "¡Pero, ¿qué les sorprende?!".
La última gran discusión comenzó a inicios de junio, cuando la comisión de Normas transitorias debatía su segundo informe. Entonces, el Frente Amplio propuso un artículo que es parte de la propuesta constitucional y que autoriza "cambios de titularidad" de los derechos (que pasarían a ser autorizaciones de uso) del agua en dos situaciones: "fundadas en la satisfacción del derecho humano al agua y al saneamiento o la disponibilidad efectiva de las aguas".
El Bloque Popular no estaba de acuerdo porque, argumentaban, formaría un "mercado negro del agua". La norma fue rechazada en la comisión, pero se repuso en el pleno del 14 de junio. En uno de los recesos ese día, Jeniffer Mella (Frente Amplio) y Camila Zárate (Pueblo Constituyente), flanqueadas por sus compañeros de colectivo, zanjaron aprobar la indicación siempre y cuando en la armonización se hiciera un cambio: que la transferencia de titularidad fuera copulativa, es decir, que se debían cumplir ambas condiciones y no solo una.
Esto último, según cuentan desde el sector oficialista de la Convención, habría sido consultado y visado por el Gobierno. Por ello la norma se aprobó y la comisión de Armonización hizo la modificación.
Fin al acuerdo
Pero el domingo 26 de junio, antes de las últimas votaciones en el pleno, llegaron advertencias. Jeniffer Mella afirma que recibieron alertas "de pequeños y medianos agricultores que nos planteaban que ellos no estaban con sus producciones agrícolas mandatados a satisfacer el derecho humano al agua, por lo tanto, podrían verse fuera de esta condición" si es que existía disponibilidad en la cuenca.
Ese domingo el Frente Amplio comenzó a dialogar con socialistas y Chile Digno para cambiar nuevamente la norma. Pero no alcanzaron a pedir votación separada para dicho artículo, la derecha lo había hecho para todas las normas, pero luego retiró la solicitud y las votaciones el martes 28 avanzaron más rápido de lo esperado. Contra el tiempo, en el único receso que hubo ese día, se reunieron en el patio del ex-Congreso para zanjar una estrategia y definieron que, como habría una sola votación para todas las normas transitorias, rechazarían el paquete completo.
Así lo hicieron. Se desató el enojo de los independientes y vino el grito "El pueblo unido avanza sin partidos".
Camila Zárate señala que desde los movimientos ambientales no están de acuerdo con esta norma, por lo que "vamos a estar muy atentas que esta figura sea excepcional, se use solamente por un proceso transitorio y por nada en el mundo vaya en contra del carácter incomerciable establecido" en la propuesta constitucional.