Como una medida inusual fue calificada en círculos diplomáticos la decisión del embajador de Chile en España, Javier Velasco, de sancionar al cónsul general de nuestro país en esa nación, Jaime Ferraz, con una anotación de demérito por la difusión de un informe en el que expuso las consecuencias políticas que podría tener la llegada del cineasta Germán Berger como agregado cultural con base en Barcelona.
La determinación llegó luego de que se filtrara el correo en el que el diplomático alertó que la instalación del hijo de la diputada del PC, Carmen Hertz, en esa ciudad, podría ser utilizada por el independentismo "en beneficio de su causa política, lo que no se condice exactamente con los intereses de nuestra política exterior", junto con lamentar en el escrito que no se le haya avisado a tiempo de la designación del profesional.
La situación provocó una nueva polémica por las designaciones políticas del Gobierno en materia diplomática, las cuales ya habían sido cuestionadas en abril tras la nominación de la ex candidata presidencial del PS,
Paula Narváez, y la ex presidenta de la CUT,
Bárbara Figueroa, como embajadoras ante la sede de la ONU en Nueva York y Argentina, respectivamente, entre otras designaciones.
En ese momento, la oposición emplazó al Ejecutivo por no privilegiar a funcionarios de carrera en países u organizaciones de importancia para el país, a lo cual la ministra de RR.EE., Antonia Urrejola, respondió en ese momento y esta semana que el Presidente Gabriel Boric ha respetado irrestrictamente el acuerdo establecido en gobiernos anteriores para destinar solo un 20% de embajadas a figuras políticas.
En ese contexto, fuentes vinculadas a RR.EE. destacaron la trayectoria de Ferraz, la cual comenzó en 1993 y que incluye pasos por el gabinete del subsecretario de RR.EE., de la ministra de la cartera, en la Dirección del Ceremonial y Protocolo y en la Dirección de Asuntos de Europa en tres periodos, junto con servir en las embajadas de Chile en Nicaragua, Irlanda, Santa Sede y Croacia, entre otros cargos.
Por ello, cabe preguntarse qué podría pasar con este funcionario, quien se encuentra a un paso de acceder al máximo cargo dispuesto en el servicio exterior, que es ministro consejero. Según explicaron a Emol ex autoridades de la cancillería, la anotación de demérito podría retrasar en al menos un año su paso a la siguiente fase, de acuerdo a lo establecido en el estatuto de funcionarios y el reglamento consular.
De acuerdo a esas fuentes, el error del cónsul fue no haber enviado el mensaje dirigido a la subsecretaria de RR.EE., Ximena Fuentes, bajo la carátula de reservado. "En la Cancillería hay mensajes ordinarios o de carácter público, reservados y secretos.
Ese fue su error, porque la descripción que hizo Ferraz es perfectamente correcta, porque no se refiere al nombramiento, sino que al problema político de Cataluña", dijeron.
"El que le hayan colocado una anotación de demérito, es una atribución de los embajadores respecto a actuaciones y habría que ver cuál es el fundamento. Si es por no haberlo enviado reservado y hacerlo público, probablemente tengan razón", añadieron, junto con destacar que es posible que con ello Ferraz no podrá mejorar su posición en el servicio exterior al menos en un año.
"Cuando llegue el momento de las calificaciones a fin de año y la subsecretaria presida la junta calificadora, este funcionario no avanzará o avanzará menos que otros que no tienen anotaciones. En una anotación de demérito puede haber cosas más graves y esta no parece grave", advierten, junto con recalcar que está lejos de retroceder o incluso ser expulsado del servicio exterior.
En esa línea, detallaron que existen cuatro listas: "En la primera, el funcionario no tiene calificaciones de demérito. En la segunda, si tiene alguna, queda al criterio de la junta calificadora. La tercera es cuando se ha cometido una falta grave perfectamente documentada y la cuarta cuando la falta es incompatible con el servicio y significa su salida. Este caso no llega a 3 o 4 y lo podrían mantener en la 1 o 2 por un año".
Qué dice la ley
Tal como explicaron las ex autoridades a Emol, el estatuto del personal del Ministerio de RR.EE. señala en su párrafo 3° que la confección del escalafón anual del Servicio Exterior corresponderá al Departamento de Personal de la cartera, "conforme a los antecedentes de mérito que resulten de los procesos calificatorios". Este, señala la legislación “regirá desde el 1° de Enero de cada año”.
"Los funcionarios serán calificados anualmente, con el objeto de evaluar su capacidad, preparación, desempeño funcionario, cualidades personales y demás condiciones que se estimen necesarias para el cumplimiento de las obligaciones que impone el Servicio. No serán calificados aquellos funcionarios cuyo desempeño en su categoría o grado sea inferior a tres meses, durante el correspondiente período calificatorio", dice el texto.
El proceso abarca el período comprendido
entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del año siguiente. El personal, de acuerdo con el puntaje que se le asigne, será ubicado en las siguientes listas: Lista N° 1 de Mérito, Lista N° 2 Buena, Lista N° 3 Regular y Lista N° 4 Mala. Según esa regla y de acuerdo a lo mencionado desde fuentes diplomáticas, Ferraz debiera quedar entre la primera y la segunda.
Si cayera en la tercera, debiera ser adscripto al ministerio en Santiago, en el plazo de 30 días, contado desde la fecha en que sea notificado de la resolución de la Junta de Apelaciones. "El Reglamento establecerá las normas, funcionamiento y demás disposiciones necesarias del sistema calificatorio y de apelación, así como el funcionamiento de la Junta de Calificación", señala el documento.
En tanto, según el reglamento consular, Ferraz habría infringido el artículo 23 sobre "prohibiciones, obligaciones y deberes de los funcionarios", el cual establece una serie de normas que impiden que estos realicen declaraciones a medios de comunicación o divulguen información propia de sus funciones, como habría ocurrid en este caso con la filtración del correo dirigido a la subsecretaria Fuentes.