En el primer día de clases volviendo de las vacaciones de invierno de tres semanas, el Instituto Nacional (IN) tuvo que suspender las actividades tempranamente debido a los disturbios que acontecían a los alrededores con el retorno de los conocidos overoles blanco: Personas que utilizan ese traje -para no ser reconocidas- y lanzan bombas molotov, se enfrentan a Carabineros y hasta queman buses de la Red Metropolitana de Transporte.
En ese contexto es que el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), dio su análisis en conversación con Radio Universo, en donde abordó la situación en los liceos emblemáticos de Santiago especialmente el IN y el Internado Nacional Barros Arana (INBA).
En primera instancia el secretario de Estado condenó enfáticamente el "ejercicio de la violencia, porque de esa manera no se va a resolver nada", y quiso enfatizar rápidamente que "aquí
no estamos hablando con estudiantes que estén movilizados, que tengan una causa, o que crean en la educación pública, o en la educación o en la democracia".
De hecho, sí ahondó en los diálogos que tiene con quienes se movilizan de manera pacífica. "Hay un grupo de estudiantes importantes, yo diría la mayoría, que esta muchas veces movilizado de manera correcta, y que hace ver cuáles son las ausencias, cuáles son las deudas que del sistema educativo".
Y es que el ministro reconoció que hay una deuda de infraestructura en las escuelas de todo el país, pero, especialmente refiriéndose al IN, aseguró que hay compromisos no cumplidos de "la alcaldesa (Carolina) Tohá probablemente y el alcalde (Felipe) Alessandri".
"Hay compromisos, deudas firmadas por alcaldes anteriores diciendo que van a recuperar la infraestructura de lo que no pasó nada. Quiero decir que hay una justa razón detrás de esto. No la expresión de la violencia, que son dos cosas distintas", dijo, aunque aclaró que "no es una acusación directa".
En ese sentido abordó el problema de infraestructura en otros sectores del país, pero en donde los estudiantes no generan disturbios como lo que se ha visto en los liceos emblemáticos de Santiago.
"A mí me duele un poco cuando se habla solo de los tres o cuatro establecimientos de Santiago. Por eso le digo separemos los temas. En el liceo de Cochamó pasa exactamente lo mismo y los estudiantes no se están tomando la escuela. En el liceo que estuvimos ayer (Talagante) también le falta un techo en su gimnasio para poder hacer deporte en invierno y no están incendiando una micro".
Pero Ávila fue enfático en recalcar que la deuda en infraestructura debe ser superada con un plan nacional que "va a trascender de nuestro gobierno. Probablemente no van a ser estos tres años", ya que "estamos hablando de mucho dinero para poder recuperar la infraestructura escolar".
Y agregó, en ese sentido, que "la justificación de ese grupo de estudiantes (violentos) no me queda claro que sea esto ni la infraestructura, ni la falta de recursos, ni la ausencia de profesores. Yo creo que eso es una agenda especifica, que tiene que ver con un activismo que yo no encuentro que haya nada de fondo".
Manual de Convivencia Escolar vs Aula Segura
Este lunes, precisamente en la reaparición de los "overoles blancos" un joven de 17 años fue detenido por Carabineros por el lanzamiento de bombas incendiarias al exterior del establecimiento.
"Este niño que está sorprendido fuera de la escuela tendrá que dar cuenta frente a la justicia respecto de ese acto delictual. Si es dentro del establecimiento los directores y directoras tienen
todas las garantías para poder hacerse cargo respecto de esa violencia a través de la aplicación del Manual de Convivencia Escolar. Así de sencillo", dijo Ávila al respecto.
En ese último punto es que el ministro enfatizó, ya que el manual permite canalizar estas situaciones. De hecho, "el municipio junto a los directores específicamente tanto del Instituto Nacional como del INBA están tomando acciones y afectivamente han comenzado procesos de remoción o expulsión de estudiantes", mencionó.
Pero dentro de ese punto el secretario de estado fue consultado por
Ley Aula Segura 2.0. Esto ya que tres diputados de la UDI acudieron el día de ayer a La Moneda para solicitar al presidente Gabriel Boric que
auspicie y ponga urgencia a ese proyecto, que lo que busca es impedir que estos estudiantes que generan situaciones violentas puedan optar a beneficios para la educación superior, como la gratuidad.
Con todo -y si bien está vigente actualmente la Ley Aula Segura- Ávila aseguró que no está de acuerdo con esta ni de forma ni de fondo, ya que "hoy existen y existían antes de aula segura herramientas para que los establecimientos pudieran aplicar sanciones graves respecto de estos mismos hechos". Herramientas que son "muchos más sencilla, que no es una ley, sino que es una normativa, que le permite a los establecimientos poder hacer sanciones respeto de estos actos a través del Manual de Convivencia o Reglamento Interno de Convivencia Escolar".
Sin embargo, el ministro señaló que, aunque un alumno resulte expulsado de su establecimiento por este tipo de hechos, "esa familia también tiene el derecho a la educación y puede volver hasta el ministerio -al ministerio, no al municipio- y decirle al ministro, en este caso a mí, `mire ministro, mi hijo fue expulsado`, perfecto, y yo veré la forma en que le buscamos une espacio de matrícula en algún establecimiento en la RM", ya que ese derecho "no puede ser conculcado".
Ausencia escolar
El ministro también abordó la situación post pandemia -y luego de las vacaciones de invierno extendidas y adelantadas- de los colegios, precisamente ya que la jornada de ayer asistió al Liceo Bicentenario en Talagante para presentar un plan de trabajo para promover la asistencia a clases presenciales.
En ese contexto Ávila aseguro que las cifras son "bien preocupantes". "Lo que nos preocupa a nosotros es como se duplica la inasistencia grave. Esto quiere decir que hay un número importante de estudiantes que hay unos días que van al colegio y otros días no", comentó.
De hecho, el Ejecutivo escogió visitar el Liceo Bicentenario de Talagante -en donde le hicieron entrega de un reporte de sugerencias para enfrentar la ausencia escolar- ya que "tiene una práctica que es muy sencilla. Hay una dedicación especial de un grupo de asistentes de la educación junto con los profesores jefe, que llama por teléfono directamente a cada casa. Tienen registro respecto de qué es lo que está pasando, se sabe si es un contacto COVID, o si es una dificultad familiar, y se atiende inmediatamente con la dupla psicosocial", que es lo que quieren establecer como ejemplo al resto de los establecimientos de país, según comentó Ávila.
Además, aseguró que una de las medidas más importantes que han tomado para abordar esta problemática es un "convenio que vamos a firmar hoy día con las facultades de Educación de todo el país, para que los estudiantes de tercero y cuarto, o cuarto y quinto de pedagogía, puedan hacer prácticas mucho más extendidas y apoyar en la superación de estas brechas de aprendizaje dentro de las escuelas. Como una gran campaña nacional, como un voluntariado".