Una tensa situación vivió la ministra del Interior, Izkia Siches, en la Cámara de Diputados mientras se discutía una nueva extensión del estado de excepción en la Macrozona Sur -La Araucanía y las provincias de Arauco y Biobío.
"Los problemas no partieron el 11 de marzo, ni para la delincuencia, ni para la migración, y mucho menos para La Araucanía. Donde los últimos 4 años, y esto lo quiero recalcar porque
parece que a algunos se les olvidó, se pegaron en la cabeza, o realmente pareciera que todo partió desde cero", dijo la jefa de gabinete ministerial en relación a las críticas que recibía de la oposición por los problemas de violencia que se vive en el sur.
Frente a esa frase el jefe de bancada de los diputados UDI, Jorge Alessandri pidió que la ministra se retractara o no concurrirían con sus votos para aprobar el estado de excepción. "Nadie en este hemiciclo se ha pegado en la cabeza", indicó.
Luego de una reunión de comités parlamentarios para ordenar la sala, se reinició la sesión, y Siches pidió disculpas, por lo que finalmente la oposición aprobó la prórroga. Sin embargo tuvo repercusiones.
A la salida, los tres jefes de bancada de Chile Vamos, Francisco Undurraga de Evópoli, Andrés Longton de RN y Alessandri, aceptaron las disculpas de la secretaria de estado, pero la cuestionaron fuertemente.
Pero los republicanos fueron más allá, y pidieron la renuncia de Siches. "Nosotros aceptamos el pedir perdón por parte de la ministra, pero no le creemos (…) Ya no soportamos más esta situación,
le pedimos a la ministra derechamente que dimita, y si no lo hace, al Presidente de la República que de una vez por todas entienda que hay un país que sufre y deje sus amistades de lado", comentó el jefe de bancada
Cristobal Urruticoechea.
Por su parte, el diputado DC, Eric Aedo, manifestó : "Le recomendaría lo que le dijo el Quijote a su fiel escudero, a buen callar Sancho, creo que es momento que la ministra del Interior no solo medite sino que guarde silencio frente a las ideas que se le vienen a la cabeza cuando hablan con los parlamentarios".
"Un ministro tiene que tener la templanza y la prudencia porque todo lo que dice representa al Gobierno y en el fondo cuando la ministra del Interior se refiere en esos términos a los parlamentarios, que se golpean en la cabeza, está representando al Presidente de la República".
El respaldo del oficialismo
Pero desde el oficialismo y el propio gobierno, la jefa de gabinete recibió un amplio apoyo, indicando "fue un error, la ministra se retractó de sus dichos, pidió disculpas y pudimos avanzar en lo que realmente importaba el día de hoy que es extender el estado de excepción para continuar con la implementación del plan buen vivir", dijo la diputada Catalina Pérez (RD).
En esa misma línea se manifestó la diputada comunista, Alejandra Placencia, quien mencionó que "las palabras de la ministra, en cuanto a disculparse, son sinceras, por lo tanto, yo pediría que centráramos el tema en el debate de fondo. Acá tenemos una responsabilidad importante".
Así también, Francisca Bello, de Convergencia Social, sostuvo que "somos testigos nuevamente de la manera en que la derecha ha decidido desviar la atención de los problemas reales de las personas. Efectivamente la ministra Siches cometió un error a la hora de comunicarse en la Cámara, expresando de manera coloquial la falta de memoria de un sector, pero de manera inmediata pidió las disculpas correspondientes y creo que es lo más valorable que pudo hacer".
Y fue ese mismo argumento que utilizó el diputado socialista, Jaime Naranjo, quien indicó que la polémica le pareció "absolutamente artificial". "Estoy seguro que si el ministro del interior hubiera sido un hombre este escándalo no hubiera ocurrido", indicó.
Desde el propio Gobierno salieron a defender a Siches, como lo hicieron públicamente las ministras Vocera de Gobierno y de la Mujer, Camila Vallejo y Antonia Orellana, respectivamente.
"Ministra rectificó sus declaraciones tanto en sala como al final de la votación. Ella misma rectifica y reconoce que no era el espacio para hacer eso", dijo Vallejo.
Mientras que Orellana apuntó a que, más allá de que la frase haya podido ser desafortunada, "Es evidente que hay parlamentarios que tienen un estándar muy distinto cuando hay palabras duras o ironías entre ministros hombres y ministras mujeres. Creemos que hay algunos que se ponen bastante más ligeritos de piel cuando es una mujer la que se pone más dura".