La propuesta de Consejo de la Justicia que aparece en el borrador de nueva Constitución es una innovación para el sistema actual de nombramientos de jueces, y por sus características tiene adherentes y críticos. Su composición es el elemento más cuestionado porque, a juicio de distintos académicos, podría "politizar" las decisiones sobre las designaciones.
A eso se refirió esta mañana el académico de la Escuela de Derecho de la U. Diego Portales Cristián Riego, en conversación con Emol TV, quien aseguró que se trata de "una de las peores partes de la propuesta".
Para Riego, el diseño de este consejo tiene como problema principal que "replica las fórmulas de designación de jueces, de gestión del sistema judicial y de sanción de jueces. Replica los peores elementos del sistema actual, que es bastante malo, y yo diría que los amplifica".
El académico remarcó que el sistema actual funciona con la participación de los propios tribunales superiores de justicia, que realizan ternas o quinas; el Gobierno, que designa a la mayoría, y en algunos casos, como el de la Corte Suprema, la designación va al Senado, que debe ratificarla por 2/3.
"En la propuesta todo esto se concentra en un solo órgano: el Consejo de la Justicia. Este concentra todo este poder, tanto en designación como en la gestión y la sanción de los jueces, y además se agrega una evaluación integral del comportamiento de los jueces cada 5 años", agregó.
Según el académico, el problema sería que "no hay ninguna regulación, indicación, señal ni menos una norma, que indique que el método a través del cual va a trabajar este Consejo", lo que a su juicio sería complejo, dado que el actual sistema "ha derivado en que la designación no se hace ni está exigido que se haga por mérito, por consideración objetiva del currículum del juez o desempeño anterior, sino que en base a consideraciones del tipo personal".
Por eso, el diseño del Consejo de la Justicia sería "más fértil" para este tipo de problemas, por las demás facultades que tendría. "Si compara las facultades que tiene la Corte Suprema, o las que tiene el Gobierno, o las Cortes de Apelaciones o el Senado, ninguno de ellos anda ni cerca de las facultades que tiene el Consejo que va a tenerlas todas y más. Va a ser todopoderoso", planteó.
"Todas estas personas que hoy participan en la designación hacen otras cosas, pero el Consejo va a estar todo el día dedicado a estas negociaciones y lo que hemos visto en la experiencia comparada es que eso atrae los peores vicios", aseguró el académico.
La crítica a la composición
Sobre la composición del órgano, Riego criticó que sus integrantes representarían a intereses particulares al participar de los nombramientos y que no solo responderían al "interés público".
El diseño contempla que esté integrado por ocho jueces elegidos por sus pares, dos funcionarios del Sistema Nacional de Justicia, dos integrantes elegidos por los pueblos y naciones indígenas; y cinco personas elegidas por el Congreso y la Cámara de las Regiones en sesión conjunta.
"Está tan mal diseñado, en mi opinión, que tiene la presencia de personas muy respetables, pero que representan intereses particulares, como son los empleados judiciales y los representantes de pueblos indígenas. Ambos son respetables y
deben tener su espacio en el sistema institucional, pero no en la designación de jueces", afirmó el académico.
Esto porque "lo que buscamos es que los jueces no estén condicionados ni sujetos a ningún interés particular y en este caso tenemos a estos dos grupos que presentan intereses particulares y que seguramente lo que van a hacer cuando les corresponda designar a los jueces, es hacer valer el punto de vista del grupo al que representan".
Revisa la entrevista en EmolTV