Gianni Rivera, vicepresidente DC.
El Mercurio
Al menos dos reuniones sostuvo ayer la directiva de la Democracia Cristiana (DC) para analizar el difícil momento del partido y el quiebre interno que se produjo luego de que el presidente de la colectividad, Felipe Delpin, decidiera desistirse de la querella criminal contra su antecesor, Fuad Chahin, por "administración desleal". Tras conocerse el desistimiento, otros
siete integrantes de la directiva difundieron una carta desautorizando a Delpin e insistiendo en la investigación contra Chahin. Cercanos a este último apuntan a la vicepresidenta y senadora, Yasna Provoste. "Lo que ha liderado la senadora Provoste es un verdadero golpe de Estado o intento de golpe de Estado", sostuvo el
vicepresidente de la DC, Gianni Rivera, quien afirma que Provoste "quiere erigirse como presidenta de facto del partido".
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