Los estudiantes recién egresados que cada año obtienen el puntaje máximo en el proceso de admisión a la educación superior suelen ser reconocidos por amistades, familiares y hasta públicamente, con el tradicional desayuno que los invita el Presidente de la República. Así, los denominados "puntajes nacionales" han servido como un indicador de medición entre establecimientos, de comparación entre años, y como una meta que es anhelada por cientos de jóvenes que, al salir de cuarto medio, buscan destacar en el proceso de ingreso y acceder sin problemas a la carrera que desean. Todo esto se acaba a partir de este año con el debut de la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que se rendirá este 28, 29 y 30 de noviembre, y que entre las varias características que la alejan de la extinta PSU y su versión de transición está el cambio en la forma de medir los puntajes.