Uno de los golpes más importantes que ha tenido la pandemia en la salud de los chilenos, tiene que ver con el desplazamiento de la atención de patologías no covid-19 durante los meses más álgidos de la crisis. Y si bien la situación paulatinamente se ha ido normalizando, aún el sistema sigue funcionando a niveles de exigencia muy por encima que años anteriores y ha acumulado listas de espera que ascienden a niveles inéditos. Así lo refleja un informe elaborado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud (Ipsuss) de la Universidad San Sebastián, que señala que mientras en 2017 se utilizaba el 92% de los 660 pabellones disponibles y en 2019 era el 91% de los 672, hoy la red estatal cuenta con 659 disponibles, aunque de estos sólo el 83% (550) está efectivamente habilitado, es decir, cuenta con el equipamiento y el personal necesario para funcionar. La disponibilidad de quirófanos es especialmente importante, considerando que la lista de espera ya supera las 330 mil operaciones pendientes, que corresponden a 294.632 personas, que en promedio esperan 600 días.
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