Era un resultado esperado, pero su magnitud no estaba en los pronósticos. Tal como se comentaba en los últimos días en el oficialismo, el Rechazo triunfó en el Plebiscito de salida del proceso constituyente, pero la diferencia de 23 puntos que le sacó al Apruebo asestó un golpe duro al interior de La Moneda.
Si bien los últimos hechos de la campaña, como la concentración de cierre en la Alameda y el espaldarazo de Michelle Bachelet habían revivido cierta esperanza, los cálculos que se realizaban en el Gobierno previo al referéndum apuntaban a que la elección se definiría por un resultado estrecho.
Prueba de esa ilusión fue la instalación de parlantes y equipos de sonido en el frontis de la sede del Ejecutivo que da a calle Moneda a eso de las 17 horas, a la espera de una posible alocución de cara a la Plaza de la Constitución. Sin embargo, tras observar los primeros cómputos,
fueron retirados rápidamente a eso de las 18:03 horas.
El hecho que convenció que iba a ser una jornada agria fue lo que ocurrió en la Región de Magallanes. Por la diferencia horaria, las mesas de la zona natal del Presidente Gabriel Boric cerraron con anticipación, dando cuenta de la amplia diferencia y empujándolo a adelantar sus movimientos y activar el plan que preparó en caso de un triunfo del Rechazo.
A esa hora, desde palacio se envió una invitación a todos los presidentes de los partidos políticos con representación parlamentaria a una reunión en La Moneda a las 16 horas de mañana, y otra para el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS) y su par de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), para las 08:30.
¿El objetivo? Acelerar las tratativas para lograr un acuerdo político transversal y así asegurar la continuidad del proceso constituyente. En el intervalo, Boric siguió los cómputos desde su despacho, en el cual comenzó a repasar el discurso que dio a conocer a eso de las 20:47 horas a través de cadena nacional.
Hasta ahí llegaban permanentemente los ministros del comité político. De hecho, desde las ventanas de la oficina se vio en varias ocasiones al ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, quien se paseaba con papeles desde ese lugar con dirección al ala poniente del edificio, donde están los despachos de los asesores del segundo piso.
También se vio al Mandatario hablando por teléfono, mientras en el Salón Montt Varas, estaba el resto del gabinete, ministros sectoriales y subsecretarios, que se quedaron en ese lugar viendo los resultados. En ese mismo lugar se desarrollaron las reuniones del comité político, una que comenzó pasadas las 16 horas y otra posterior al mensaje de Boric al país.
Llamados a la unidad
La jornada comenzó temprano para el Presidente. A las 09:30 horas, acudió hasta el Liceo Industrial Armando Quezada Acharan de Punta Arenas para sufragar, acompañado de su pareja, Irina Karamanos, sus padres y hermanos, instancia en la que reiteró los llamados a la unidad del país tras el referéndum, tono que reforzó en los últimos días ante la polarización que se observó en los últimos días de campaña.
En ese contexto, tras votar, señaló que "puedo garantizar que nuestra voluntad y acción, independientemente del resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de las organizaciones sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos, queremos escuchar todas las voces para pode seguir adelante con este proceso".
"Las divisiones no nos hacen bien, y cuando nos unimos es cuando sale lo mejor de nosotros, de nuestra identidad. Respecto de cómo afecta esto a nuestra agenda de Gobierno, tengan la certeza de que el día de hoy en la noche, el día de mañana, y los tres años y medio que nos restan de mandato,
vamos a seguir gobernando firmes en el timón", añadió.
Posterior a ese hito, Boric se embarcó en el avión de la Fuerza Aérea que lo trajo de regreso a Santiago. A las 15:30 horas llego a La Moneda y minutos después se reunió con su equipo político. Durante el resto de la jornada, se dedicó a trabajar en su discurso y a dialogar con líderes políticos del oficialismo y la oposición.
En la cadena nacional, el gobernante reafirmó el tono republicano que reforzó esta semana, destacando que "este 4 de septiembre la democracia chilena sale más robusta. Así lo ha visto y reconocido el mundo entero: un país que en sus momentos más difíciles opta por el diálogo y los acuerdos para superar sus fracturas y dolores. Y de esto compatriotas, debemos estar profundamente orgullosos".
"Esta decisión exige que trabajemos con más empeño, con más respeto y cariño, para arribar a una propuesta que nos una como país", agregó, junto con recalcar que "el maximalismo, la violencia y la intolerancia deben quedar a un lado".
El Presidente también recalcó que "hoy ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de manera fuerte y clara", pero advirtió que "me comprometo a poner todo de mi parte para construir un nuevo itinerario que logre interpretar a una mayoría ciudadana".
En esa línea, hizo "un honesto llamado a todas las fuerzas políticas a poner a Chile por delante y acordar a la brevedad los bordes de un nuevo proceso", subrayando que el pueblo de Chile "hoy nos ha dado un mensaje contundente para que ahora sí, nos pongamos de acuerdo".
Para mañana, el gobernante ya fijó una serie de reuniones para ir en esa dirección. Esta mañana, a las 10 horas, se reúne en el Salón Rojo de La Moneda con el Presidente del Senado y de la Cámara de Diputados, Raúl Soto; A las 11:30, liderará el comité político ampliado con los representantes de los partidos oficialistas, en el Salón Democracia.
En la tarde, a las 16:00 horas, sostendrá en encuentro con la presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), Carolina Leitao y el presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores Regionales, Patricio Vallespin.
