"Los cambios de gabinete siempre son dramáticos en Chile y a este no le ha faltado su dosis", dijo ayer el Presidente Gabriel Boric al comentar el primer ajuste ministerial de su mandato, el cual estuvo marcado por el traspié que sufrió su decisión de nominar al subsecretario de Educación, Nicolás Cataldo (PC), en la subsecretaría del Interior.
La ceremonia tuvo una hora y media de retraso debido a su decisión de dar pie atrás en la designación del militante comunista, la cual incluso fue anunciada oficialmente desde Presidencia. ¿El motivo? La serie de fuertes comentarios que Cataldo realizó hace una década en contra de Carabineros en redes sociales.
Los mensajes, en los cuales el entonces dirigente estudiantil condenaba con dureza la acción de las fuerzas policiales en el marco del movimiento de 2011, provocaron un anticipado rechazo desde la oposición y donde advirtieron que congelarían las relaciones con el Ejecutivo de mantener el nombramiento.
Ante ese escenario, Boric decidió modificar su determinación y bajar el nombre de Cataldo, manteniendo al actual subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en su cargo. Desde Chile Vamos, valoraron el hecho, pero cuestionaron la "improvisación" que evidenció La Moneda al no chequear los antecedentes de la autoridad.
Sin embargo, según comentaron fuentes del oficialismo a Emol, el gobernante siempre estuvo al tanto de las publicaciones de Cataldo, pero que pese a ello perseveró. "El presidente fue advertido de esto. Él decidió correr el riesgo y dar su respaldo al nombramiento", sostiene una de las dirigentas de los bloques que apoyan al Gobierno.
De hecho, admiten que los partidos de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático conocían los detalles del cambio desde el lunes. "Fue sopesado", recalcan, junto con destacar que para el jefe de Estado pesó con fuerza el historial común que comparte con el subsecretario y la buena evaluación que tiene de su gestión en el Mineduc.
Desde las coaliciones, destacan que ambos se conocen desde la época en que fueron líderes estudiantiles. El nexo se mantuvo durante el paso del frenteamplista en el Congreso, donde el subsecretario fue jefe de gabinete de la actual vocera de Gobierno,
Camila Vallejo, con quien el Presidente trabajó activamente en el Parlamento.
Posteriormente, Cataldo fue asesor legislativo del Ministerio de Educación durante el Gobierno de Michelle Bachelet, trabajando junto a Nicolás Eyzaguirre y luego con Adriana Delpiano. En ese periodo, según comentan en el entorno del subsecretario, también tuvieron un contacto permanente.
Más reciente es el vínculo que sostuvieron durante la campaña presidencial, en donde Cataldo estuvo a cargo del equipo territorial del comando durante la segunda vuelta, en la cual Boric logró dar vuelta el resultado y superó al candidato de la derecha, José Antonio Kast. "Hay un historial de confianza política entre ellos", dicen.
Asimismo, sostienen que la llegada de un PC a Interior era un movimiento necesario para preservar el equilibrio de fuerzas ante el ingreso del PS y el PPD al comité político y un gesto a la colectividad, que perdería un cupo en el gabinete con la salida del ex ministro de Ciencias, Flavio Salazar.
Reacción del PC
Por ello, la bajada del subsecretario provocó un severo malestar en su partido, el cual protestó a través de su presidente, Guillermo Teillier, quien apuntó a una muestra de debilidad del Ejecutivo ante las presiones de Chile Vamos para removerlo. Algo de ello reconoció el dirigente esta mañana en una entrevista.
Sin embargo, los reproches al subsecretario no llegaron solo desde la oposición, ya que desde Apruebo Dignidad reconocen que para el Socialismo Democrático también "era complejo colocar a una persona que generaba resquemores en las policías. Ellos están presionando hace mucho por ser firmes en el tema de seguridad", dijeron en privado.
Al respecto, en conversación con el Diario El Siglo, Teillier admitió que "evidentemente que lo de Cataldo fue un golpe duro para el Partido Comunista. Porque, que nombren a alguien en un minuto Subsecretario y al otro minuto lo saquen por presión de la derecha, claro que le duele al partido".
"Sin embargo, el partido asume su responsabilidad política con fuerza, apoya al Gobierno y está comprometido en la continuidad del proceso constituyente", añadió, junto con destacar que tras el hecho "el Presidente Boric tuvo la deferencia de llamarnos para intercambiar sobre el momento político que estamos viviendo y el hecho puntual suscitado con el nombramiento".
En esa línea, admitió que "la verdad que era muy contraproducente mantener en el cargo a Cataldo, porque la derecha iba a hacer todo lo posible para que el desempeño de ese funcionario no fuera posible y que seguiría usando eso como pretexto para tratar de erosionar al Gobierno y la continuidad del proceso constituyente".
"Lo que me queda claro es que el Presidente no tuvo ninguna intención de excluir al Partido Comunista de ningún cargo, incluido el Ministerio del Interior (…) se podría decir que el Presidente pudo haber resistido la presión, pero el cuestionamiento de la derecha venía, no era sólo en este momento", indicó.
Una visión similar planteó el senador del PC,
Daniel Núñez, quien esta mañana comentó que tras la situación "quedamos con un saborcito amargo, uno sintió que hubo una falta de consideración hacia el partido por toda la situación que se genera con la nominación fallida del subsecretario del Interior".
"Creemos que se le propinó ahí en la coyuntura, sin responsabilizar a nadie en particular, un daño innecesario al PC, porque al final, en el fondo, no son los tuits. Acá lo de fondo era que la derecha vetó a un comunista en la subsecretaría del Interior y eso se impuso por las situaciones que estamos viviendo", agregó.
La misma mirada señaló la diputada Carmen Hertz (PC), quien ayer cuestionó la caída de Cataldo apuntando que "esta fobia desatada de la derechamente es absolutamente inaceptable. La ultraderecha no puede estar pauteando al gobierno. Eso es inaceptable y que se acepte es doblemente vergonzoso".
Con todo, el Presidente dio un gesto al partido con la inclusión de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, al comité político, lo cual en el Socialismo Democrático lo atribuyen a lo ocurrido con el subsecretario. Sin embargo, Teillier aseguró que ese movimiento estaba preparado con antelación y que no fue una “compensación”.