Cristián Cid Ferreira fue atacado mientras se desempeñaba como guardia del molino.
El Mercurio
Todavía con el riesgo de perder la visión de uno de sus ojos, producto del grave trauma ocular que sufrió el 29 de agosto, durante el ataque armado e incendiario contra el Molino Gollmus de Contulmo, continúa internado en el Hospital Naval de Talcahuano el cuidador y ex militar Cristián Cid Ferreira (48). Además de la lesión a la vista, el sobreviviente al atentado detalló a "El Mercurio" que en su cuerpo se mantienen alojados 19 perdigones. "Me dispararon cuatro o cinco veces, a tres metros de distancia, y tengo municiones en el pecho, en la clavícula y en la cabeza", comenta. Añade que los agresores portaban escopetas y pistolas y dispararon por un lapso de 25 a 30 minutos.