En menos de 13 meses, Carlos Maldonado pasó de ser el timonel de su partido, precandidato presidencial en las primarias de la Unidad Constituyente, a ser ex militante, tras un rápido proceso de distanciamiento marcado principalmente por el plebiscito de salida. Ya el pasado 2 de septiembre, el Tribunal Supremo de la tienda lo había suspendido de su militancia por apoyar la opción Rechazo a pesar de que la colectividad resolvió apoyar al Apruebo. Ante esto, ayer el abogado prefirió zanjar rápido las diferencias y presentó su renuncia al partido, al que destaca, pertenecieron su abuelo y su padre y en el que él militó 35 años. En conversación con El Mercurio, Maldonado dice que no es que haya preferido irse antes de que lo expulsaran: "Sinceramente no creo que hubiera habido expulsión, menos después de los resultados del domingo. Pero no estábamos recorriendo el mismo camino el partido y yo".