Este jueves, la oficina del Presidente Gabriel Boric informó la renuncia de la jefa de asesores del segundo piso de La Moneda, Lucia Dammert, quien desde la campaña hasta hoy se había transformado en una de las piezas claves de su administración.
La decisión llegó justo una semana después de la llegada del ex subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Crispi al equipo liderado por la socióloga de origen peruano, quien jugó un rol importante durante la campaña presidencial.
En efecto,
el militante RD ocupará la plaza que dejará Dammert, reabriendo las especulaciones sobre la presión que habría ejercido su colectividad sobre el jefe de Estado para mejorar su posición tras los ajustes que realizó al gabinete.
Lo cierto es que en el entorno del Mandatario resintieron la salida de la profesional, quien tras integrarse al comando después de la segunda vuelta fue ganándose poco a poco la confianza de Boric en diversas áreas, más allá de su experiencia en seguridad.
Su presencia en el equipo, según comentan en el oficialismo, sirvió para dar garantías de la moderación de la que hizo gala el frenteamplista en ese periodo, lo cual a la larga fue uno de los hitos que le permitió imponerse por amplia mayoría en los comicios.
Los nexos de Dammert con el bloque se comenzaron a tejer hace casi ocho años, en la época en la que ella trabajaba en el Ministerio del Interior durante el gobierno de Michelle Bachelet. En ese momento, conoció a Giorgio Jackson, quien la acercó a Boric.
El jefe de Estado fue confiando progresivamente en ella luego de que diera luces de sus amplias redes políticas e internacionales durante la campaña, área en la que en el FA reconocían cierta debilidad.
"Fue un tremendo aporte", aseguran.
Los contactos de Dammert fueron especialmente útiles una vez que el gobernante ganó la elección, ocasión en la que inició los nexos con figuras internacionales de cara al cambio de mando y posteriormente para el inicio de su mandato.
Dicha cercanía con asuntos internacionales le valió convertirse en una de las principales consejeras del Presidente en esa área, lo cual provocó roces con la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, con quien trabajó en el pasado en la OEA.
En una de las principales polémicas que protagonizó, Dammert fue cuestionada por la injerencia que tuvo en la gira del Presidente a Los Ángeles en junio pasado, donde se dio cuenta de las distintas miradas que tenían ambas partes sobre la agenda de Boric.
Resquemor en el PS
Ese incidente, agravado por el error que cometió el jefe de Estado al obviar la presencia del ex vicepresidente norteamericano, Joe Biden, en una conferencia sobre protección de los océanos, provocando críticas en el PS, cercano a Urrejola.
Tras ese viaje, los socialistas apoyaron a la canciller, reactivando los reproches que le realizaron a la asesora por no haber previsto las críticas contra el contralmirante Jorge Parga cuando asumió como jefe de la defensa nacional en la provincia de Arauco, lo cual le abrió un flanco a la ministra Maya Fernández (PS).
Pero más allá de las polémicas, al interior del Gobierno aseguran que la renuncia de Dammert fue una
"decisión personal", la cual le comunicó directamente al Mandatario, quien habría resentido su salida, debido al aporte que ella le daba al Gobierno.
Asimismo, el Presidente le habría ofrecido seguir colaborando con su administración desde otros espacios, a lo cual la académica se mostró abierta. Por ahora, se comenta que regresaría a sus labores en la Universidad de Santiago.
Cabe recordar que la ex jefa de asesores, de 50 años, es hija del ex congresista peruano de izquierda, Manuel Dammert. Vivió hasta los 19 años en el país vecino, estudió sociología en la Universidad de Cuyo en Argentina.
Luego, hizo un máster en Planificación Urbana en la Universidad de Pittsburgh en EE.UU., y se graduó luego como Doctora en Ciencia Política en la Universidad de Leiden, en Holanda.
Llegó a Chile en el año 2000, como profesora en la Universidad de Chile y la de Santiago, especializándose en asuntos de seguridad. Desde esa posición, asesoró a los gobiernos de Argentina, México, Perú y a la OEA. En 2013 se nacionalizó chilena.
Al momento de su despedida, surgieron antecedentes sobre sus presuntos nexos con el ex zar antidrogas de México,
Genaro García Luna, quien está siendo investigado por el FBI por su supuesta colaboración con el cartel de Sinaloa.
Luego de que surgieran especulaciones sobre la posibilidad de
que ese contacto haya motivado su renuncia y su consiguiente exclusión de la gira que Boric realizará a Nueva York el próximo lunes, desde la cancillería desmintieron dicha información.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores señala que es completamente falsa la afirmación de que existió una comunicación entre la embajadora Paula Narváez y la Canciller Antonia Urrejola para solicitar que la ex jefa de asesores no integrara la delegación oficial a la Asamblea General de Naciones Unidas", dijeron desde Teatinos 180.
En esa línea, remarcaron que "el Ministerio de RR.EE. lamenta que se pretenda involucrar a autoridades de esta cartera en aseveraciones falsas, basadas en antecedentes no verificados. Todas las afirmaciones que se le asignan a ambas autoridades son falsas", dijeron.