Un nuevo proceso constituyente sería más corto y bastante más acotado: desde el oficialismo y sobre todo la oposición, en específico Chile Vamos, han planteado una serie de límites o "bordes" entre los que debería moverse una nueva discusión.
El detalle recién será conocido en las próximas semanas, pero hay un consenso transversal entre todas las fuerzas políticas en que no se pueden cometer los mismos "errores del pasado" y en los sectores más críticos del resultado del Plebiscito se habla de que la ciudadanía rechazó los "maximalismos" y "espíritu refundacional" de la propuesta de la Convención.
"Si acabamos de concluir un proceso que ha fracasado, es muy relevante que la gente entienda que lo que queremos hacer es algo distinto. Eso significa que si uno de los elementos que hay que evaluar es tener un mandato mucho más claro, o bordes, es una herramienta que hay que poner sobre la mesa y no descartar", señaló el presidente de la Cámara de Diputados,
Raúl Soto, este jueves.
"La gente quiere certidumbre y cambios, pero con estabilidad, gobernabilidad y en un contexto de diálogo. Eso significa que hay que cuidar la institucionalidad y tener ojo con el sistema político, el sistema judicial, con cada uno de los estamentos del Estado. Si somos prudentes respecto de eso, podemos avanzar bien", aseguró.
La lista de puntos a considerar
En esa lógica, por ejemplo, la idea sería mantener los términos que aplicaron para la primera Convención: el carácter de República democrática de Chile, los tratados internacionales firmados y ratificados, y las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas. Pero se han sumado otros.
"Hemos planteado que dentro de los bordes de esta discusión estén también los tres poderes del Estado. Uno no puede entrar a revisar aspectos tan fundamentales no solo en la tradición, sino en el funcionamiento normal del país y de la democracia", declaró la semana pasada el senador Jaime Quintana (PPD).
Con eso se apuntaría a dejar fuera una revisión más exhaustiva del Poder Judicial, que pasó a llamarse "Sistemas de Justicia" en el borrador de la CC; y del Ejecutivo y del Legislativo, que contaban con una serie de cambios que no conformaron a una parte de los académicos que instaban por un nuevo diseño del sistema político.
"Me parece que podemos tener otros consensos: por ejemplo, establecer que se tratará de un Estado social y democrático de derecho, establecer los tres poderes del Estado tal como los conocemos hasta ahora. La autonomía de ciertas instituciones, como la Contraloría, el Ministerio Público o el Banco Central", sumó la presidenta del PS,
Paulina Vodanovic.
Pero hizo una observación: que estos "bordes" no podían limitar "la labor de quienes van a elaborar la nueva Constitución de una manera tan extensa, porque de otra manera no se justificaría que tuviéramos este nuevo proceso constituyente".
Aquello es lo que han planteado por el momento, formalmente, desde Socialismo Democrático. El resto del oficialismo no ha presentado una propuesta concreta en ese sentido aún, y de hecho más bien han hablado en la lógica de utilizar como insumo, entre otros elementos, el texto de la Convención, como lo planteó el PC.
Desde la DC también se han mostrado partidarios de ponerle límites a la discusión, aunque dependiendo de cuáles. "Si a alguien se le ocurre la locura de que vamos a tirar al piso la bandera nacional o eliminar el himno, ese es un borde. Hay cosas que fueron tan absurdas y tan en contra de lo nuestros valores, principios y símbolos, que significó que mucha gente que podía haber tenido coincidencias terminó dándole la espalda", comentó el senador Iván Flores (DC).
Sin embargo, remarcó que "creo que no hay nada vedado, lo peor sería intentar sacar cosas. No obstante, uno de los problemas que tuvimos fue intentar borrar la institucionalidad. Podremos discutirla, pero quitarle al Poder Judicial su cualidad de poder, meterle mano al propio gobierno; o al sistema de autonomías regionales, que fue mal diseñado, significó parte del Rechazo".
El condicionamiento de Chile Vamos
La visión es Chile Vamos es más drástica. Algunos representantes de la coalición han remarcado la importancia que tiene el establecimiento de esos límites como condición para participar de las conversaciones, como lo dijo el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri, esta semana.
El presidente de ese partido y senador
Javier Macaya, planteó en 24 Horas que una tarea que podría tener el comité de expertos del que se habla, previo a la integración del nuevo órgano electo, es delinear los marcos en temas como "el hecho de que Chile sea un
Estado unitario; el derecho a la propiedad, que fueron polémicos en la propia Convención, como tener dos sistemas de justicia, el Poder Judicial, o borrar de un plumazo el Senado"
El presidente de RN, Francisco Chahuán, también hizo observaciones en esa lógica. "No se debe partir de una hoja en blanco, eso está descartado para nosotros. Acá la ciudadanía se ha pronunciado a favor de la unidad del Estado, no hay espacio para la plurinacionalidad ni para debilitar a los tres poderes del Estado. No hay posibilidad para plantear la autonomía del Banco Central. Vamos a poner nuestras condiciones", comentó en Radio Infinita.
De hecho, la propuesta de su partido que recogió El Mercurio plantea un "Consejo Constitucional" integrado por 50 personas que además de los puntos que señaló, se encargue de dejar una "consagración expresa de Carabineros de Chile y fuerzas de orden en general; protección de derechos fundamentales como la vida, propiedad, libertad de culto y libre elección en materia educacional, previsional y de salud".
Con esas declaraciones se complicaría el repetir una discusión constitucional sobre el "justo precio", el pluralismo jurídico, la iniciativa parlamentaria de mociones que impliquen gasto fiscal, el extenso catálogo de derechos de pueblos originarios e incluso las normas sobre derechos sexuales y reproductivos que incluían el aborto "libre".
Pero desde Socialismo Democrático transmiten que los bordes son deseables "dependiendo de qué bordes", según afirma un senador. Por ejemplo, la propuesta de RN de consagrar la libre elección en salud, pensiones y educación es criticada como el intento de mantener las bases de un Estado subsidiario, y es resistida por el oficialismo.
"Nosotros no vamos a estar para eso, y después ellos van a tener que responder por qué no estuvieron disponibles para el acuerdo", asegura el parlamentario oficialista.