Un extenso repaso sobre el proceso constituyente chileno, con su origen, desarrollo y futuro, realizó este martes el
Presidente Gabriel Boric ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, en el que fue su debut ante la instancia multilateral.
En su discurso, el tercero de la jornada en la sede del organismo, el Mandatario
subrayó el valor de la democracia para la resolución de conflictos como el que vivió Chile a partir de octubre de 2019, lo cual a su juicio puede servir de aprendizaje para otras naciones del mundo.
Durante su alocución, el jefe de Estado realizó
un detallado recorrido por las causas del estallido social del 18-O y destacando el acuerdo político que dio inicio la discusión sobre la necesidad de crear una nueva Constitución para el país.
En ese contexto, valoró el resultado del Plebiscito de entrada y
se detuvo especialmente en el referéndum de salida, que determinó el rechazo del texto propuesto por la Convención Constitucional. En ese pasaje, dio cuenta de la "humildad" con la que recibió el resultado.
"Mi opción personal fue aprobar la propuesta, pero el resultado fue el contrario. Algunos han querido ver el resultado como una derrota del Gobierno y con toda humildad quiero decirles que
nunca un Gobierno puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia", dijo.
Asimismo, mencionó que "hemos recogido los resultados del reciente Plebiscito con los ojos y el corazón bien abiertos.
Queremos escuchar lo que el pueblo nos está diciendo, porque confiamos en su criterio y voluntad y hay cosas que hemos entendido muy claramente".
"Los resultados son la expresión de una ciudadanía que demanda cambios sin poner en riesgo sus logros presentes, que quiere un mejor futuro, construido con seriedad y sin caer en nuevas inseguridades.
Un futuro de cambio con estabilidad", agregó.
En esta línea, sostuvo que "hemos entendido también, y esto como joven que hace pocos años estaba en la calle en las protestas, que
representar el malestar es mucho más sencillo que producir las soluciones para estas".
"Que quienes nos dedicamos a la exigente tarea de la política, muchas veces confundimos con facilidad los éxitos que podemos tener como voceros de la molestia ciudadana con nuestra real capacidad de ser constructores de mejores futuros", subrayó.
En ese contexto, manifestó que "el resultado del Plebiscito nos ha enseñado a ser más humildes. La democracia debe ser humilde, y asumir que la construcción del Chile que soñamos no está en las recetas de ningún sector particular, sino en la síntesis que podamos hacer combinando lo mejor que cada uno pueda aportar".
Gestos y emplazamientos
Además del proceso constituyente, en los 22 minutos que utilizó para hablar frente a los otros líderes y representantes de otros países del mundo, Boric llevó a cabo diversos gestos hacia figuras históricas nacionales y llamados dirigidos a la búsqueda de la justicia social y el combate a la crisis climática, entre otros temas.
"Vengo de Chile", fueron sus primeras palabras, comenzando de la misma forma en que lo hizo el ex Presidente Salvador Allende hace 50 años en la misma instancia. Más adelante, recordó ese hito, para recordar que el ex Mandatario "dio cuenta de los importantes cambios sociales y políticos que vivía nuestro país" en 1972.
Haciendo un paralelo con esa época, el jefe de Estado relató que "somos un país que lleva largo tiempo buscando su camino propio hacia la dignidad y, si bien
durante los gobiernos democráticos de los últimos 30 años se redujo notablemente la pobreza y hubo importantes avances en materia social, resulta indesmentible que el modelo de desarrollo que adoptamos ha mantenido una alta concentración de la riqueza, llevándonos a ser uno de los países más desiguales del mundo".
"Esta desigualdad ha obstaculizado nuestro camino al desarrollo, pero no sólo eso es una amenaza latente para la democracia, pues fractura la sociedad misma, destruye la cohesión social y, por lo tanto, termina siendo un impedimento para entendernos y construir juntos y juntas un devenir que sea más libre y más justo", añadió.
También destacó que el estallido social fue la consecuencia de "una larga historia de injusticias" que respondió a su vez a "la historia larga de la movilización ciudadana y las luchas sociales, esa que permitió el retorno a la democracia, el reencuentro de los demócratas, como dijera el Presidente Aylwin a fines del siglo pasado".
No obstante, en su mensaje también tuvo espacio para abordar otras preocupaciones mundiales, haciendo un llamado a "comprometernos desde el multilateralismo con la justicia y la paz, en todo momento y en todo lugar, a realizar las acciones que sean necesarias y no solo declaraciones para detener la injusta guerra de Rusia contra Ucrania".
También pidió movilizar esfuerzos por detener la violencia contra las mujeres, "sea en Irán, en memoria de Mahsa Amini muerta en manos de la policía esta semana", y a no "naturalizar las permanentes violaciones a los DD.HH. contra el pueblo palestino, haciendo valer el derecho internacional y las resoluciones que esta misma asamblea establece".
El jefe de Estado matizó esto último haciendo un guiño a Israel tras su polémica decisión de dilatar la entrega de las cartas credenciales a su embajador en Santiago, destacando el "legítimo derecho" de ese país "a vivir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas".
El Mandatario instó además a "seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua, y trabajar para que en ningún lugar del mundo tener distintas ideas del gobierno de turno pueda terminar en persecución o vulneración de derechos humanos".
Revisa el discurso del Presidente