"Fuimos testigos de una represión descontrolada que terminó con muertes, heridos y más de cuatrocientas personas víctimas de trauma ocular producto de la acción del Estado (…) constituye, desde el punto de vista de nuestro Gobierno y de organismos internacionales de Derechos Humanos, en una grave violación de los Derechos Humanos que debe ser reparada y así lo será".
Fueron las palabras del Presidente Gabriel Boric en su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en relación al estallido social de octubre de 2019. Aunque también condenó los hechos delictuales como la quema de estaciones de Metro y la vandalización de centro cívicos.
Sin embargo sus palabras causaron revuelo especialmente en la oposición al Gobierno, quienes acusaron una visión ideologizada de lo que fueron las múltiples manifestaciones de hace casi tres años.
Desde el Partido Republicano, su ex timonel, el senador Rojo Edwards aseguró que Boric utilizó el foro internacional para "seguir culpando a Carabineros de la violencia ocurrida desde el 18 de octubre del 2019, acusándolos implícitamente de graves violaciones de derechos humanos y todavía no acepta su rol condescendiente con esa violencia".
Asimismo, el senador Iván Moreira (UDI), criticó que "qué pena con Chile, porque cada día que pasa el Presidente nos acostumbra a su ineptitud como gobernante, en materia internacional ahora, al desaprovechar una gran oportunidad como es el foro internacional de la ONU, donde pudiese haber fijado las líneas de la política exterior de Chile a todo el mundo. Pero qué hizo, buscó excusas de su gran derrota en el reciente Plebiscito. Buscó contarle al mundo los problemas internos de Chile".
Para el miembro de la Comisión de RR.EE. del Senado, "en materia internacional el Presidente ha estado dando bote día a día. Como imagen de Chile cada día que pasa estamos quedando muy mal. No se puede gobernar en materia de política internacional con el twiter y con contradicciones permanentes y actos de parte del Presidente que van en contra de todos los protocolos de diplomacia. Bueno, de diplomacia no sabe nada".
La senadora independiente pro RN Carmen Gloria Aravena cuestionó que "pareciera que el Presidente Boric vive una realidad paralela, que le hace observar un país que sólo existe en su imaginación".
Argumenta su juicio con que "entrega una visión parcial y sesgada de lo ocurrido a partir de la violencia desatada en ese período, y que él validó cuando era diputado, pero nada dice al mundo sobre la planificada violencia insurreccional que provocó un gran daño a los chilenos con la destrucción de parte del Metro, saqueos a locales comerciales, quema de iglesias y daño al patrimonio. Tampoco dijo nada del terrorismo que afecta al sur de Chile y particularmente a la región que represento, La Araucanía".
Luciano Cruz-Coke, senador de Evópoli, consideró que "urge revisar el trabajo que están realizando las autoridades de Cancillería en la conducción de las relaciones internacionales durante este periodo que parecen imprudentes e irreflexivas. Lo sucedido con el embajador de Israel, con el embajador chileno en España, antes con John Kerry y con el Rey de España, solo por mencionar algunos, parece anecdótico pero en algún minuto puede ocasionar problemas de mayor gravedad".
Siguió con que "es un error que el Presidente desconozca los logros que construyó Chile, reconocidos mundialmente, y que significaron avances durante los últimos 30 años; que utilice un escenario privilegiado para hacer política interior y hablarle a su mundo local de izquierdas; y lamento la forma rudimentaria y poco diplomática para abordar temas de DD.HH. y bélicos alrededor del mundo que son complejos, que involucran a otras naciones y requieren mayor profundidad de análisis. Estas acciones no son gratuitas y suelen tener consecuencias en las relaciones internacionales".
Mientras que desde la DC, el senador Matías Walker apuntó que "me parece que el discurso del Presidente Boric tuvo luces y sombras. En lo positivo la defensa del valor universal de los Derechos Humanos, el haber entendido el mensaje de la ciudadanía tras el Plebiscito en el sentido que los chilenos quieren cambios, pero con estabilidad".
Pero, "en lo negativo, seguir rememorando la figura del Presidente Salvador Allende, del Golpe de Estado o hablar del Gobierno anterior es inconducente. Los chilenos lo que quieren saber es cuál será la visión del Gobierno y las acciones concretas para resolver hoy los problemas que hay, sobre todo de inseguridad y reactivación económica".
Loas oficialistas
Desde el oficialismo, por el contrario, presintieron a un Boric sólido y con liderazgo, y de hecho valoraron la referencia a la defensa de los DD.HH. -no solo en Chile sino en Palestina, en Nicaragua e Irán.
Así lo comentó el presidente de Revolución Democrática, el senador Juan Ignacio Latorre. "Me pareció un discurso bien sólido a nivel internacional (…) manifestando su compromiso con la democracia, con los DD.HH., con la justica social tanto para Chile como para el mundo entero".
Y añadió que el Presidente hace "una revisión crítica del último tiempo convulsionado que ha vivido Chile con el estallido social, la pandemia, el proceso constituyente y el compromiso que tenemos con los cambios estructurales que demanda la ciudadanía (…) el Presidente ha mostrado su liderazgo joven, de una izquierda nueva, democrática, comprometida con los DD.HH. que es reconocida a nivel internacional".
"Creo que fue un muy buen discurso, tocó temas importantes como la colaboración multilateral, los desafíos para el crecimiento económico y sostenible, el cambio climático y la desigualdad e injusticia social, todos temas comunes y muy presentes en las democracias modernas que están en crisis", valora el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD).
Para él "el tono fue conciliador, hablar de unidad, diálogo y entendimiento es lo que exige de nosotros la ciudadanía. El futuro de Chile lo construimos entre todos. Creo que la clave es preocuparnos menos del pasado y ocuparnos más del presente y el futuro".
El diputado PS Marcos Ilabaca destacó que "como bancada de diputadas y diputados del Partido Socialista no podemos sino sentir mucho orgullo de las históricas palabras que hace 50 años nuestro compañero y presidente Salvador Allende expresó ante tan importante foro internacional".
Agregó que "esas palabras aún viven en las nuevas generaciones y es emocionante que el presidente Boric mantenga ese espíritu en defensa de la democracia, los derechos de las trabajadoras y trabajadores, y derechos humanos en Chile y el mundo entero".
Por su parte, Diego Ibáñez, diputado de Convergencia Social, consideró que "con humildad intentó explicar pedagógicamente los hechos en Chile, en base a fenómenos globales, que nos permiten situarnos en un mundo con urgencias y llamados a la acción".
El parlamentario sostuvo también que "no somos una isla, sino parte de un entramado de esfuerzos mundiales por superar la desigualdad de poderes en nuestras sociedades. Esa sensibilidad es necesaria para partir hablándole al mundo".
Del mismo modo, Emilia Schneider, diputada del partido Comunes, quien comentó que "un discurso muy sólido del Presidente Gabriel Boric ante las Naciones Unidas, que muestra un presidente humilde, autocrítico y con mirada de futuro, que tiene muy claro cuáles son las prioridades para enfrentar este momento histórico".
Y terminó asegurando que fue "un contundente llamado a los gobiernos del mundo a respetar los derechos humanos sin importar el lugar donde estemos. A fortalecer las democracias y por supuesto a velar por los objetivos de desarrollo sostenible y que las grandes potencias económicas asuman sus responsabilidades en los destinos de este mundo y tomen de una vez por todas medidas por el bien común".