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De la recomendación a la obligatoriedad pasando por la resistencia: Los casi 900 días de la mascarilla en Chile

El Ministerio de Salud anunció este miércoles que la medida sanitaria dejará de ser una exigencia para los habitantes del territorio. De esta forma, las autoridades buscan alcanzar una nueva normalidad, a casi 2 años y siete meses de la llegada del virus a Chile.

21 de Septiembre de 2022 | 12:34 | Redactado por Carolina González, Emol.
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El Mercurio/ Referencial
Han pasado exactamente 887 días desde que el Ministerio de Salud, en ese entonces mandatado por Jaime Mañalich, hizo obligatorio el uso de la mascarilla en Chile. Aquella medida sanitaria que se hizo parte de la cotidianidad de los habitantes del territorio tras la llegada del covid-19, ahora llega a su fin, pues este miércoles las autoridades sanitarias anunciaron que dejará de ser una exigencia en espacios cerrados.

Así, y tras más de 2 años y cinco meses desde su implementación obligatoria, la actual ministra de Salud, Ximena Aguilera informó que a contar del 1 de octubre "se mantendrá la obligatoriedad del uso de mascarillas en todos los consultantes a los establecimientos asistenciales y será altamente recomendable para las personas en situaciones en las que pueda haber aglomeración, como es por ejemplo, los eventos de muchas personas como es el transporte colectivo".

Sin embargo, antes e incluso después de ser una exigencia su uso, la mascarilla pasó por una serie de etapas, que respondían directamente a la evolución que mantenía en Chile la pandemia del covid-19. De esta forma, el cubre bocas -como es llamado en otros países- transitó desde ser una recomendación, a la obligatoriedad, a la flexibilización y finalmente a ser opcional.

Los primeros indicios que hablaban de un eventual uso de la mascarilla en Chile se dieron a conocer en febrero de 2020, cuando aún no se detectaba ningún caso de covid-19 en el territorio nacional, pero el virus ya tomada fuerza en los países asiáticos. En aquel entonces, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza señalaba que la medida no era necesaria.

La compra de mascarillas y problemas de stock


Si bien en esa fecha ya existía una "alerta sanitaria" por el coronavirus, la doctora insistía en que era más importante la prevención y el lavado de manos para prevenir contagios. "Hoy día una persona en la calle o incluso si llegan algunos casos no es necesario que use mascarilla, es mucho más eficiente el lavado de manos frecuente, manejar bien los cuadros respiratorios, toser con el codo, usar pañuelos desechables", explicó Daza el 11 de febrero de 20s1.

Y a pesar de que las autoridades todavía no indicaban alguna medida de exigencia sobre el uso de la mascarilla, en aquel entonces ya existía preocupación por la posible falta de este insumo en el mercado y hospitales, situación que fue aclarada por el Ministerio de Salud. "Cenabast ha hecho una compra importante no solo de mascarillas, sino de otros insumos para los profesionales de la salud y para la atención de los pacientes en caso de que tuviéramos situaciones de coronavirus en alguna región o llegáramos a tener un brote", acotó Daza esa jornada.

Tras ser detectado el primer caso de covid-19 en Chile, específicamente el 3 de marzo de 2020 y rigiendo ya las primeras cuarentenas en el país, el Colegio de Químico-Farmacéuticos y Bioquímicos instó al Ministerio de Salud a que dar "una instrucción urgente" y coordinar las acciones de modo de "asegurar el stock de elementos de protección personal", como mascarillas y guantes, para quienes trabajan en las farmacias.

La exigencia emitida por la entidad el 28 de marzo de aquel año nació tras asegurar haber recibido "reiteradas denuncias de la red de farmacias comunitarias privadas, sean independientes o de cadenas" y de "diversas farmacias populares, de administración municipal". Sin embargo, hasta ese momento la mascarilla seguía sin ser nombrada como parte de las medidas sanitarias exigidas para la población.

La primera recomendación


No fue hasta el 6 de abril del 2020, que el Ministerio de Salud emitió su primera recomendación sobre el uso de cubre bocas. En detalle, aquel domingo el ministro de Salud, Jaime Mañalich, entregó la actualización de los datos sobre el avance del covid-19 en el país, como ya era de costumbre desde comienzos de marzo. No obstante, había una diferencia: el secretario de Estado llevaba por primera vez una mascarilla.

"Ha aparecido una recomendación en el día de ayer y anteayer, tanto del Centro de Control de Enfermedades de EE.UU. como de la propia Organización Mundial de la Salud, de que, a pesar de que la evidencia de protección no es demasiado grande, el uso de mascarillas por todo ciudadano, cuando se encuentra en lugares donde hay concentración de gente (...) es absolutamente prudente", señaló el ministro.

Aquello daba cuentas del fuerte avance que tenía el virus en el territorio nacional, situación que elevó las exigencias sanitarias para los chilenos. Es más, ese domingo 6 de abril Mañalich reconoció por primera vez que el insumo no alcanzaba para cubrir a toda la población, por lo que recomendó la fabricación "casera" de mascarillas. Para ese entonces, era cuestión de tiempo que las autoridades de Gobierno decretaran medidas más estrictas.

Y fue esa misma jornada que las autoridades sanitarias instruyeron el uso obligatorio del uso de la mascarilla en el transporte público y privado remunerado, medida que comenzó a regir desde el miércoles 9 de abril de 2020. "Estamos hablando del Metro, de los trenes, de los buses, de los transportes colectivos, del transporte privado remunerado de pasajeros, transporte aéreo y transporte marítimo remunerado", señaló la subsecretaria de Salud, Paula Daza.

La exigencia del insumo médico en el transporte causó críticas hacia las autoridades del Ministerio de Salud, pues ya avanzado el virus en Chile, los expertos cuestionaban que su obligatoriedad fuese aplicada sólo en ciertos espacios y no como una medida transversal, tal como ya estaban realizando otros países. Producto de aquello, los municipios comenzaron a sumarse con decretos propios para colaborar en la prevención de los contagios.

Ordenanzas municipales


Es más, el mismo día que el ministro Mañalich anunció la obligatoriedad de la mascarilla para el transporte, la Municipalidad de Las Condes aprobó una ordenanza para exigir el uso de ese implemento en "toda persona que transite por el espacio público o bien que se encuentre en lugares de uso público" de la comuna, estableciendo multas de hasta 1 UTM (unos $50 mil) para quienes incumplieran la medida, que comenzó a regir finalmente el 8 de abril.

Esa acción fue replicada por otros municipios, y ya a mediados de abril de 2020 al menos una veintena de comunas del país contaban con una ordenanza en esa línea. De ellas, al menos seis pertenecían a la Región Metropolitana y 16 a otras regiones. En todas éstas, en general se permitía utilizar mascarillas de cualquier tipo, incluyendo de confección casera, y se imponen multas de 1 UTM, y en algunos casos de hasta 5 UTM.

Obligatoriedad


Fue el 16 de abril de 2020, cuando el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció que al otro día se publicaría un decreto en el Diario Oficial que establecía la obligatoriedad del uso de mascarillas en diversos recintos y establecimientos como medida de prevención al contagio de covid-19.

Esa jornada, la autoridad sanitaria detalló que estos elementos de protección deberán usarse por ejemplo en ascensores, y proyectó su utilización considerando cuando abran comercios como cines y galerías. De esta manera se amplió su uso obligatorio no solo al transporte público remunerado como ya regía en ese entonces.

Fue así como el viernes 17 de abril de 2020 se decretó que sería obligatorio el uso de mascarillas en lugares donde se encontraran 10 o más personas en espacios cerrados. Esta medida afectaba directamente a aeropuertos, locales comerciales, hoteles, establecimientos de salud, lugares de trabajo, colegios, residencias de adultos mayores, recintos deportivos, lugares de fabricación de alimentos y medicamentos, entre otros.

Desde ahí en adelante la mascarilla comenzó a ser exigida con mayor fuerza en la mayoría de los espacios cerrados. Sin embargo, dado que para ese entonces gran parte del país se encontraba en cuarentena, no fue hasta 2021 que las autoridades sanitarias solicitaron su uso obligatorio también en lugares abiertos.

La resistencia al uso


La nueva exigencia fue decretada el 15 de enero de 2021, cuando Chile atravesaba la "segunda ola de contagios" y tal vez el momento más crítico de la pandemia. A través de una resolución exenta, el Ministerio de Salud dispuso de "medidas sanitarias que indica por brote de covid-19 y establece nuevo plan 'paso a paso'". De esta forma, se dictó lo siguiente: "Dispóngase el uso obligatorio de mascarillas para todas las personas que se encuentren en espacios públicos", señalaba el documento.

Y si bien la ciudadanía y las autoridades respondieron bien ante su obligatoriedad, en el camino el uso de la mascarilla tuvo algunas polémicas. Una de ellas se vivió en Chile Chico, cuando el alcalde, Luperciano Muñoz, dio a conocer que el Concejo Municipal aprobó la eliminación del uso obligatorio de mascarilla en el contexto de la pandemia del covid-19, apelando a que la gente ya "estaba cansada", situación que fue rectificada inmediatamente por la seremi de Salud de Aysén.

Flexibilización


Aquella obligatoriedad se mantuvo hasta abril del presente año, tras una serie de peticiones al Gobierno para flexibilizar su uso, pues diversos actores políticos argumentaban que se notaba un avance en los índices epidemiológicos del virus que ya no justificaban la medida. La primera solicitud formal relacionada al tema la gestionó el diputado Felipe Donoso (UDI).

En concreto, el parlamentario ingresó el 1 de abril un proyecto de resolución para solicitar al Ministerio de Salud que "evalúe a la brevedad la eliminación del uso obligatorio de mascarillas en espacios abiertos, sin aglomeración de personas y ventilados", argumentando que "gran parte de la población ya completó su procedimiento de inoculación satisfactoriamente" y que "los contagios ocasionados a causa del covid-19 han ido disminuyendo en el último tiempo".

Tan sólo cuatro días después, el Ministerio de Salud dio a conocer que desde el 14 de abril el uso de mascarillas no sería obligatorio en espacios abiertos, que permitan mantener un metro de distancia. Si bien esta flexibilización sobre la medida sanitaria sólo es aplicable en las fases de "bajo impacto sanitario" y "medio impacto sanitario", dado el actual escenario epidemiológico, en la mayoría de las comunas del país se puede permanecer sin el cubre bocas en los lugares abiertos.

A lo anterior se sumó que, durante la semana pasada, los ministerios de Salud y Educación anunciaron estar analizando la posibilidad de dejar de exigir la mascarilla en los establecimientos educacionales. Situación que surgió a raíz de la petición de parlamentarios y de organizaciones civiles. Es más, el movimiento ciudadano "Escuelas Abiertas", se reunió con la ministra de Salud, María Ximena Aguilera, para que se considere como una urgencia flexibilizar los protocolos impuestos para niños, niñas y adolescentes en sus escuelas.

"En esta etapa de la pandemia es hora de balancear mejor los riesgos y perjuicios y concordamos en que es momento de aprovechar la altísima vacunación de nuestra población general y niños. Después de la reunión con la Ministra salimos esperanzadas de que pronto habrá actualización en los protocolos, con foco en el desarrollo integral de los estudiantes", afirmó la vocera de Escuelas Abiertas, María Teresa Romero.


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