La alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos (RD) entregó esta mañana un balance de los estragos que dejaron los cerca de 10 días casi consecutivos de conciertos en el Estadio Nacional. En esa línea, la autoridad expresó molestia, pues aseguró que hubo daños en las áreas verdes del sector y que se recogieron cerca de 25 toneladas de basura.
"Hemos tenido siete mega eventos en 10 días y eso evidentemente tiene un impacto súper grande en el territorio. Acá nosotros como municipalidad no autorizamos estos permisos, el Estadio lo administra el Instituto Nacional del Deporte, pero sí nos toca hasta ahora y vamos a pelear porque esto cambie, nos toca lidiar con todas las externalidades negativas que tiene esto", reprochó.
En ese contexto, la jefa comunal de Ñuñoa aseveró que el municipio tuvo que hacerse cargo de las consecuencias que dejaron los conciertos casi consecutivos de Coldplay y Daddy Yankee, pese a que son eventos privados. En razón de aquello, Ríos sostuvo en conversación con el matinal Buenos Días a Todos, que las productoras no ponderaron los problemas que podrían dejar estos mega espectáculos, tras la pandemia.
"En los últimos días hemos recogido alrededor de 25 toneladas de basura y desperdicios que se encuentran de una manera impresentable alrededor del Estadio, no sólo en avenida Gracia sino que también en perímetros muy importantes por la gran cantidad de gente que viene. Estimamos además que se han dañado aproximadamente 33 mil metros cuadrados de área verde que vamos a tener que recuperar", acotó.
"Todo eso en torno a un evento que, efectivamente, nos interesa que el Estadio se ocupe, que sea un espacio cultural y deportivo, pero no podemos pagar todos los platos rotos de ese evento. Entonces, aquí hay varias exigencias que vamos a empezar a instalar, porque la verdad es que creo que después de volver de la pandemia y de años de encierro, no se ponderó adecuadamente todos los impactos que estos mega eventos tienen", puntualizó.
Por todo lo anterior, Ríos anticipó que desde el municipio están trabajando para "instalar calendarizaciones, exigencias de horarios para los eventos. Por ejemplo, terminan muy tarde y la gente no puede irse en Metro porque no abre. Cosas tan básicas como esas pueden ayudar muchísimo a tener una mejor convivencia".
"Queremos que el Estadio sea un lugar vivo, pero tiene que ser un buen vecino y eso pasa por exigirle muchísimo más a las productoras, que se hagan cargo de los impactos que estos tienen, y por mejorar las coordinaciones que tenemos las distintas autoridades", zanjó la autoridad municipal.