SANTIAGO.- Como un "compromiso" del Gobierno con el "avance de los derechos sexuales y reproductivos", así describió ayer la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, el interés del Ejecutivo de avanzar en la despenalización del aborto sin causales. Tema para el cual está teniendo ya conversaciones con varias organizaciones.
El anuncio de la ministra generó reparos en la oposición, desde donde cuestionaron las prioridades de La Moneda. La iniciativa además choca con la propuesta hecha la semana pasada por Republicanos, quienes buscan derogar la despenalización del embarazo en nuestro país.
"Una cosa es que lo haya anunciado, entiendo que lo anunció que podría estar en la agenda del segundo semestre, pero de ahí a concretarse yo no sé si eso va a ser lo que el Gobierno va a impulsar. Es probable que ingrese el proyecto sin ninguna urgencia y que no sea un debate importante, porque tiene otros proyectos que son más relevantes para ellos", dijo a Emol el académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval.
Según Duval, se trata de una materia que "el Frente Amplio ha impulsado y me parece consistente y coherente con su política (...) eso es para incidir en otro debate que si bien une a Apruebo Dignidad, puede dividir a otros sectores políticos", añadiendo que ésta puede ser "una señal para ubicar cierta unidad valórica y contener las críticas que pueden surgir internamente por el giro del Gobierno".
Por su parte, el sociólogo y director de tuinfluyes.com y del área electoral Chile 21, Axel Callís, recordó que este tema "está en el programa y los ministros tienen que ordenarse en base a eso. Ahora la suerte que pueda correr ese proyecto es bien incierta, porque por una parte Chile Vamos está pidiendo que dentro de lo que son los bordes de la nueva Constitución esté la protección del derecho a la vida y por otra parte, se viene saliendo de un Rechazo (en el Plebiscito) que también incluía algún término de embarazo. Entonces me parece que la coyuntura no es muy favorable para presentar hoy este proyecto".
Callís cree que es difícil interpretar un guiño a Apruebo Dignidad en esto, pues dentro del Socialismo Democrático el aborto también ha sido parte de la agenda.
"Más bien creo que es un problema de oportunidad, no están las condiciones hoy para discutir un proyecto de aborto ad portas de un acuerdo, donde el aborto está en lo que son los bordes que propuso Chile Vamos. Los proyectos también tienen su momento", precisó, acotando que "no veo al Presidente en este minuto llevando a cabo una agenda que pueda dividir nuevamente a los chilenos en esta materia, siendo que está la reforma tributaria, pensiones y la agenda está completa para este año".
El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, opinó que de acuerdo a las declaraciones de la ministra Orellana, "se está realizando un fuerte trabajo prelegislativo para conocer las posiciones de cada diputado y senador. El Gobierno sabe que no cuenta con votos propios para aprobar el proyecto que sea, pues en el Senado es la derecha la que manda. Por tanto, deberá ser un proyecto consensuado que, incluso, podría ser atractivo para parte de Chile Vamos en su afán por distinguirse de partidos más extremos como Republicanos. Ya hay diferencias ideológicas y políticas entre ambas derechas, a lo que se añadiría una diferencia valórica muy relevante".
Morales consideró que "en efecto, hay una demanda legislativa por este tema en Apruebo Dignidad. El problema para el Gobierno es que Apruebo Dignidad es un grupo minoritario en el Congreso y en ambas cámaras. Incluso sumando al Socialismo Democrático le es imposible avanzar en su agenda legislativa. Por tanto, necesita el concurso del PDG, de la DC y parte de la derecha. Es un tema que genera unidad en Apruebo Dignidad y en la coalición del Presidente, a diferencia del TPP-11. Probablemente el Presidente quiera reunir a su coalición bajo un proyecto común, pero arriesga una derrota si el trabajo prelegislativo fracasa".
Para Cristián Stewart, director ejecutivo de IdeaPaís, "hay en el Gobierno una clara decisión de seguir con su agenda, sin darle mucha relevancia a la derrota que sufrió el 4 de septiembre. Como en otros temas, el Gobierno desafía a la ciudadanía, a pesar de que el aborto sin causales era parte de la fallida propuesta constitucional. No hay disposición a cambiar significativamente el rumbo, porque abrigan la convicción de que el pueblo va más lento, pero va hacia la misma dirección que el Frente Amplio. Cambiar el rumbo sería renunciar a esa convicción, y por lo tanto, asumir la derrota cultural, que es el único partido que de verdad le interesa disputar al Frente Amplio".
En ese contexto, Stewart aseveró esto "sin dudas es un guiño a ese sector del Gobierno. El Presidente Boric tiene que lidiar con dos almas en La Moneda, y hoy es ese el sector que ha liderado este debate. Es impresionante que pese al rechazo que tuvo el texto constitucional, se quiera avanzar en esta línea un mes después de la derrota. Además del fondo del asunto (el aborto es un problema más que una solución), no hay nada que indique que el aborto libre es una preferencia de la ciudadanía".