Esta semana, el diputado
Raúl Soto (PPD) presentó su renuncia a la presidencia de la Cámara Baja, cargo que ostenta desde el 11 de marzo de este año.
Su dimisión responde a un proceso de renovación de la mesa directiva de la Corporación, que fue acordado en marzo de este año por las bancadas oficialistas, la Democracia Cristiana (DC), el Partido Ecologista (PEV), el Partido de la Gente (PDG) e independientes, y del que se excluyó a las fuerzas de derecha.
El pacto administrativo acordó fraccionar en seis períodos de siete y ocho meses los cuatro años de la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, establecía una rotación de autoridades en la testera de la Corporación y definía la distribución de cupos y presidencias en las comisiones legislativas.
En entrevista con Mega, el parlamentario fue consultado por la alternativa de continuar en el cargo, a lo que respondió que "si bien en la última semana, efectivamente, mucha gente, muchos parlamentarios de izquierda, de centro y de derecha me solicitaron directamente la posibilidad de evaluar mi continuidad, yo decido cumplir mi palabra".
"Yo estoy porque se respete la palabra y ojalá se resguarde el acuerdo", dijo Soto, añadiendo que "la palabra está empeñada, es necesario cumplir los acuerdos".
En cuanto al itinerario, Soto deslizó "ya presenté mi renuncia formalmente, respecto de eso no voy a dar pie atrás, por eso dije que la presentación de mi renuncia era indeclinable. El día 26 de octubre se tiene que votar mi renuncia en el Pleno de la Cámara de Diputados y Diputadas, y el día 7 de noviembre se elige la nueva mesa directiva en caso de que se acepte esa renuncia".
Lo que sí, el diputado del PPD manifestó su preocupación por el proceso para elegir a su sucesor, indicando que "era necesario tomar distancia de las pugnas de poder político que estaban ocurriendo al interior de la Cámara de Diputados, porque en tiempos donde hay tantas complejidades en Chile, económicas, de seguridad, incertidumbres institucionales, una pugna por el poder me parece absolutamente mezquino".
"Yo espero que las bancadas tengan la suficiente responsabilidad política y altura de miras para poder entenderse y ponerse de acuerdo, y garantizar la gobernabilidad de la Cámara de Diputadas y Diputados", agregó.
En ese sentido, comentó "me preocupa la condición de estabilidad y gobernabilidad de la Cámara de Diputados en el futuro, sobre todo cuando hay una pugna de poder por mi sucesión, y que no está claro cómo se va a zanjar. Y probablemente, sea una votación estrecha, por uno, dos o tres votos de diferencia, y eso va a generar condiciones de mucha mayor polzarización y mucha mayor inestabilidad que creo no contribuye al clima de diálogo, de acuerdos, que estamos tratando de llevar adelante".
"No me gustaría ver en los próximos meses a la Cámara de Diputados y Diputadas sumida en una crisis institucional, en inestabilidad, en ingobernabilidad, y en una pugna permanente de poder interno que le haría mal al momento político y al momento que está viviendo el país", cerró.
