Polémica ha causado la decisión del Gobierno del Presidente Gabriel Boric de bajar el apoyo económico, a través del presupuesto de la Nación, al programa de Liceos Bicentenarios de Excelencia.
Si bien se analiza una reducción de un 32,9% en su financiamiento, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila aseguró que estos establecimientos seguirán existiendo y serán "apoyados y acompañados por el Estado, al igual que todos los establecimientos públicos del país que reciben financiamiento estatal".
Al respecto, el director de la fundación Acción Educar, Daniel Rodríguez, mencionó en EmolTV que lo dicho por el secretario de Estado "es contradictorio, no quiero decir que quiere engañar, pero deja dudas, que van a seguir recibiendo apoyo, pero como cualquier liceo, se entiende que no va a seguir recibiendo el apoyo especial que justamente los hace parte de un programa".
Su historia y enfoque
Los Liceos Bicentenarios -o más bien el programa que los acredita como tal- fueron creados en el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) y se centran en tres tipos de modalidades: Humanístico-científico (HC), técnico-profesional (TP) y artístico.
Hasta octubre de 2021 existe una red de 320 Liceos Bicentenario de educación media presentes en todas las regiones del país y en 150 comunas.
De 2010 a 2014 se levantaron los primeros 60 establecimientos. Durante el segundo mandato de Piñera, del 2018 al 2022 se sumaron 260 más. De esta red, 185 imparten modalidad TP, 127 son HC y 8 artísticos.
La política educativa llega actualmente a 250 mil niños y jóvenes en todo Chile, ya que son establecimientos que tienen una educación de excelencia, considerando los puntajes que obtienen en las distintas mediciones del país.
En la Prueba de Transición (PDT) de 2022, según destacó el Ministerio de Educación a cargo, en ese entonces, de Raúl Figueroa, es un Liceo Bicentenario el establecimiento educacional público que lidera con el mayor desempeño promedio.
El sello Liceo Bicentenario de Excelencia se centra en tres áreas: Estándares de calidad que deberán lograr, mantener y/o mejorar; Un Sistema de Apoyo Pedagógico; Y el tercero tiene que ver con el apoyo económico para el Fortalecimiento Educativo, asi´ como el proyecto de infraestructura, equipamiento y/o mobiliario.
En 2017 Raúl Leiva Cachón era coordinación nacional del programa de excelencia. En ese momento explicó que cuando se iniciaron los Liceos Bicentenario se implementó "libertad de cátedra" para los profesores, pero antes se los capacitó con clases expositivas que él mismo hacía, en las que había niños de sectores de bajos recursos. Los docentes -hasta 100 de una sola vez- debían sentarse detrás de la clase, tomar nota y aprender nuevos métodos.
Para Rodríguez este programa es positivo ya que "liceos públicos de alto rendimiento, de alta exigencia, funcionan como vehículo de movilidad social".