Ayer domingo, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) e ícono de la izquierda brasileña y latinoamericana, Luiz Inácio Lula da Silva, logró vencer al actual mandatario Jair Bolsonaro en la segunda vuelta electoral, por lo que será el nuevo presidente de Brasil.
En detalle, de acuerdo a las cifras oficiales y con el 100% de las mesas escrutadas, el abanderado izquierdista obtuvo el 50,90% de los votos mientras su adversario marcó 49,10%.
Sin duda, su triunfo provocó una celebración en la izquierda y centroizquierda de la zona. En Chile, por ejemplo, fueron varios los personeros que manifestaron su apoyo.
Mientras el Presidente Gabriel Boric, escribió en su cuenta de Twitter "Lula. Alegría", la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, señaló que el domingo "celebramos con Brasil la fiesta de la democracia" y agregó que "desde Chile manifestamos nuestro interés para relanzar la amplia agenda bilateral y multilateral que une a nuestros pueblos".
En la misma línea, la titular de Interior, Carolina Tohá, envió "felicitaciones al nuevo Presidente de Brasil, Lula da Silva, y a la democracia brasileña", añadiendo que "desde Chile compartimos una misma esperanza". Y, la ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo acotó: "Democracia y esperanza latinoamericana ¡Felicidades Brasil!".
Ahora bien, consultados por Emol sobre cómo evalúan las elecciones y cómo creen que serán las relaciones con Chile, algunos parlamentarios de la Comisión de Relaciones Exteriores -tanto de la Cámara Baja como del Senado- y del grupo interparlamentario chileno-brasileño, entregaron su opinión.
La diputada Carmen Hertz (PC) sostuvo en primer lugar que "el triunfo de Lula da Silva en Brasil es un triunfo de la democracia" y que "es una gran alegría y un gran alivio que un demócrata haya ganado las elecciones en un país tan importante como es Brasil, que es un verdadero continente".
En segundo lugar, manifestó que "las relaciones con Brasil son muy importantes para Chile, lo han sido siempre, y lo más probable es que con un Gobierno demócrata como el de Lula esa agenda bilateral se intensifique y contenga los puntos que son estratégicos para ambas naciones".
"Tener una agenda común en política exterior, tener una agenda común en fortalecer los espacios multilaterales que son de importancia para Chile y lo serán para el presidente Lula, favorecer la integración regional, la resolución de los conflictos por la vía diplomática, son todos puntos de agenda común que estoy segura vamos a tener con Brasil", puntualizó.
El diputado Raúl Soto (PPD), aseguró por su parte que "es una buena noticia para Chile que haya ganado Lula en Brasil". En su opinión, "eso va a contribuir a que mejoren sustantivamente las relaciones bilaterales y también la cooperación Latinoamericana. Sin duda, va a haber una muy buena relación entre gobiernos".
En tanto, la diputada Ericka Ñanco (RD) expresó que "la victoria de Lula en Brasil nos recuerda que solo y más democracia es lo que quiere la gente, y junto con ello, la protección y reconocimiento de los pueblos indígenas, de las mujeres y el compromiso con el cuidado del medio ambiente".
"La sociedad latinoamericana nos ha dicho en las ultimas elecciones, en Chile, Colombia y ahora en Brasil, que el camino del totalitarismo no es el indicado, la democracia nuevamente ha ganado, siendo este el camino al desarrollo de nuestros pueblos", precisó.
Desde la otra vereda, la diputada Camila Flores (RN), dijo que "Brasil queda como un país absolutamente dividido, donde además Lula va a tener que gobernar con una minoría en el Congreso y con un país sumamente polarizado. Él esperaba ganar por a lo menos cuatro o cinco puntos y su ventaja electoral fue muchísimo menor que eso, por lo tanto, no va a tener fácil su gobernabilidad".
Agregó que "a pesar de que Bolsonaro tuvo todo en contra, desde los medios de comunicación y una serie de elementos que trataron de hacer mermar su opción, tuvo una tremenda participación en estas últimas elecciones presidenciales".
Una apreciación similar mostró el senador Iván Moreira (UDI), quien comunicó que "Brasil es un país que con Lula quedará totalmente polarizado, sin mayoría en el Congreso que ahora tendrá Bolsonaro como el líder de oposición brasileña".
A su juicio, "ha sido un triunfo muy apretado que no garantizará gobernabilidad". Aunque, sostuvo que "para Chile, eso sí, será mucho más fácil la relación entre ambos países. Espero que el Presidente Boric nombre a un embajador con experiencia en el cargo y no a su amigo Sebastián Depolo".
Moreira puntualizó que "el mapa político de color rojo en la región será debut y despedida, porque las recetas de los países que están aplicando han fracasado en el mundo y si ganan en esos países es por el descontento y la rabia, pero estos nuevos gobiernos como el de Chile, sin duda van a fracasar".
También desde la UDI, el diputado Henry Leal aseguró que Lula "va a tener que navegar por aguas turbulentas", ya que no tiene mayoría en el Congreso, ni con los gobernadores, y además, porque la votación fue muy estrecha. "Tendrá un desafío importante", acotó y agregó en cuanto a la relación con Chile, que "hay una cercanía ideológica por lo que creo que habrá buenas relaciones".
Por su parte, el diputado Agustín Romero (PREP) afirmó que "el resultado de las elecciones de Brasil es una muestra más del clima de polarización que se vive en toda América Latina. Como republicanos lamentamos la decisión tomada por el pueblo brasileño de haber elegido a alguien que fue condenado por corrupción, sin embargo respetamos la democracia y esperamos que el Presidente electo, Lula da Silva, responda con compromiso y políticas públicas serias las necesidades de la ciudadanía en su país".
En cuanto a las relaciones exteriores, dijo que "éstas siempre han sido política de Estado, por lo que creo que seguirán siendo fructíferas".
Por último, y también desde el Partido Republicano, el diputado Juan Irarrázaval, expresó que "es una mala noticia para Chile y en general para la región, porque si había alguna posibilidad de repunte de la economía sudamericana a esta se le acaba de cerrar con un portazo cualquier chance, con la consolidación de regímenes de la izquierda local".