Gritos, insultos y hasta agresiones físicas se han visto este año en los pasillos y en la misma sala de la Cámara de Diputados. El episodio más recordado es tal vez el golpe que propinó en agosto el diputado Gonzalo de la Carrera, ex Republicanos, al entonces vicepresidente Alexis Sepúlveda (P. Radical), o cuando la diputada Gloria Naveillán llamó "vieja de m…" en una comisión a la diputada Lorena Pizarro; pero este martes se sumó la interrupción que protagonizó el diputado René Alinco en el primer discurso del nuevo líder de la corporación, Vlado Mirosevic.
Para los parlamentarios es una situación compleja: los llamados al orden en la sala no han sido suficientes y critican que escenas como esas los dejan peor parados ante la opinión pública, por lo que en los últimos días han surgido varias voces que impulsan cambios al reglamento interno del órgano para sancionar con mayor gravedad este tipo de hechos. Esto en paralelo a la reforma constitucional presentada por el PS que agrega como causal de destitución el hecho de agredir físicamente a otro diputado o a un funcionario, pero que aún no ha avanzado en su tramitación.
"El reglamento es un reglamento muy permisivo. Hay que endurecer las sanciones: la gente espera más de nosotros y tenemos que aislar a aquellos que están permanentemente provocando este tipo de altercados en el Congreso", dijo el presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic.
Asimismo hizo un llamado a las bancadas: "necesito apoyo para ordenar la Cámara y necesito apoyo para que no normalicemos la violencia entre nosotros. Cómo le vamos a pedir al país que no se polarice si aquí estamos en esta actitud", aseguró.
En la actualidad, el Reglamento de Ética dice que los diputados deberán "actuar con fraternidad frente a sus colegas" y que "se abstendrán cuidadosamente de expresiones malévolas o injuriosas y de aludir a antecedentes personales de ellos".
Las únicas sanciones que contempla la normativa interna son el llamado al orden, la amonestación y la censura. Las tres implican además multas sobre la dieta mensual (que asciende hoy a poco más de $7 millones): la primera sanciona con hasta el 2% de esta, la segunda entre el 2% y el 5% y la tercera entre el 5% y el 15%.
Los cambios a la normativa
Mirosevic confirmó que cada partido propondrá a una persona para integrar una comisión que prepare un documento conjunto, donde se formulen las propuestas de cambio al reglamento, entre las que estaría considerada la posibilidad de una prueba de alcotest a propósito de lo ocurrido con Alinco esta semana.
El trabajo estará mediado por el presidente de la Comisión de Ética, Nelson Venegas (PS), que respondió este miércoles que "estamos muy preocupados como comisión. Cuando pierde prestigio la Cámara, en definitiva está perdiendo prestigio uno de los pilares de la República. Han existido conductas de muchos parlamentarios que están generando condiciones para que cada día pierda más credibilidad una institución tan importante".
El cambio más evidente sería un aumento en las multas asociadas a las sanciones, y la primera propuesta en ese sentido llegó este miércoles, de la mano de la diputada Mercedes Bulnes y la bancada de Convergencia Social e independientes. En su moción, Bulnes propone incluir la obligación de los tratos respetuosos también en redes sociales y aumentar las multas asociadas a las faltas hasta un 20% de la dieta mensual.
Asimismo, agrega dos faltas más:
la negación de crímenes de lesa humanidad, con un 30% de multa, y
las agresiones físicas de parte de un diputado o diputada, castigado con hasta un 50% de la dieta. Incluso estipula que para faltas reiteradas se aplique una rebaja de hasta el 75%.
Un ajuste como ese debe aprobarse en la sala de la Cámara, por lo que se requiere un acuerdo transversal de las bancadas. Por el momento, la idea en general de aumentar las sanciones ha tenido eco en varios sectores, desde Apruebo Dignidad hasta el Partido Republicano.
"El reglamento debe comprender sanciones drásticas, porque este lugar es un lugar donde venimos a trabajar y debemos comportarnos como cualquier trabajador en su lugar de trabajo: llegar a la hora, no llegar en condiciones que no correspondan", respondió el diputado Stephan Schubert (Republicanos).
Para Schubert también es necesario que se contemple el tenor de las intervenciones de los parlamentarios, o la "chispa" en los discursos más extremos, porque "esa es la chispa que después desata los problemas posteriores, hay que evitar los problemas posteriores, los golpes, los griteríos, por supuesto, pero también la chispa. Cuando estoy constantemente azuzando a otros creo que es nefasto y debemos cortar con eso".
El diputado UDI Juan Antonio Coloma, en tanto, afirma que "estamos de acuerdo en modificar el reglamento en todo lo que diga relación con mejorar la actividad legislativa, pero no deja de llamar la atención que nosotros propusimos modificar el reglamento para el test de drogas a los diputados e inmediatamente después, parlamentarias del PC recurren a la justicia para no hacerse dicho examen. Vamos a creer en este esfuerzo de pureza de la izquierda, cuando tengan la voluntad real de hacer las cosas en serio".