La Cámara de Diputados protagonizó otro momento polémico esta tarde, cuando el presidente Vlado Mirosevic debió suspender la sesión en la que se estaba por votar la Ley de Presupuesto 2023 al no poder continuar, en medio de un conflicto generado entre la bancada Republicana y la de Apruebo Dignidad. Esta es la segunda situación de este tenor en solo una semana desde la asunción del diputado liberal.
El conflicto de esta tarde inició por el reclamo de los parlamentarios oficialistas, en especial de la diputada PC Lorena Pizarro, que se acercó y emplazó directamente a los republicanos por algunas declaraciones que hicieron en sus intervenciones.
"El Gobierno parece generoso para financiar el INDH con 14 mil millones de pesos, 16 mil millones para pensiones de gracia de las las supuestas víctimas del estallido delictual, $2.079 millones para el Museo de la Memoria de algunos. Si incluso es tanta la generosidad que destinará $2.069 millones para fundaciones como la Fundación Salvador Allende, Corporación Villa Grimaldi, Patricio Aywlin, etc, y $900 millones de pesos para una supuesta búsqueda de detenidos desaparecidos", dijo
Cristián Araya, diputado de ese partido.
En esa misma línea, su par Luis Sánchez se refirió al Museo de la Memoria como es "Museo de la Mala Memoria".
Aquello detonó la molestia de Pizarro, que atravesó la sala y le reclamó a los gritos a los republicanos que no iba a permitir ese tipo de declaraciones, diciendo "atrévanse de nuevo".
La respuesta del presidente
Además de llamar al orden y pedir "respeto" entre los parlamentarios, Mirosevic debió suspender la sesión por algunos minutos. A la vuelta, la parlamentaria Gloria Naveillán (Ind. PDG) anticipó que su falta de "expertise"(sic) y el error al no controlar la sesión derivaría en una solicitud de sanción en su contra.
"Usted no ejerció su deber cuando quedó la grande hace poco rato atrás. No puede ser que diputados de cualquier sector se acerquen a un sector políticamente contrario e increpen a diputados a viva voz y a gritos, eso es algo que no se puede permitir al interior de la sala, para lo cual no hay justificación", le reclamó.
"Entiendo que usted no está aprendiendo, porque no tiene el expertise para dirigir esta Cámara, pero si usted no hace uso de sus facultades como corresponde, no me va a quedar alternativa que pedir una sanción contra usted", dijo Naveillán.
Mirosevic no contestó, pero al terminar la sesión lamentó los hechos y declaró que entregaría todos los antecedentes sobre lo sucedido a la Comisión de Ética.
"Quiero lamentar estos hechos que vuelven nuevamente a empañar al Congreso. Como presidente de la Cámara lo he dicho, e insistiré aunque me quede solo. Necesitamos respeto y revivir la convivencia democrática entre los distintos sectores políticos del país. Nadie tiene derecho a insultar a otro por sus idas o la razón que sea, ni mucho menos en la sala", aseguró el presidente.
"Enviaré todos los antecedentes de todos los involucrados, porque en esto tengo que ser ecuánime, pero además de eso, quiero insistir en un trabajo que ya estamos haciendo respecto de modificar el reglamento. Necesitamos sancionar de manera más dura a aquellos que tienen este tipo de incidentes dentro del hemiciclo", sumó.
Sobre los comentarios hacia su persona, Mirosevic respondió que "se darán cuenta de que hay provocaciones, pero no voy a caer en eso, porque lo que este Congreso requiere es que la mesa directiva se comporte a la altura de lo que la democracia chilena y el pueblo chileno espera, que nos comportemos bien".
El martes de la semana pasada ocurrió algo similar. Mientras el nuevo presidente intentaba cerrar su primer discurso al mando de la Cámara, el diputado René Alinco se paró y le gritó a viva voz, lo que también generó una interrupción en la sesión.